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El enemigo invisible en la periimplantitis

Figura 1. El examen clínico muestra enrojecimiento de la zona, presencia de sangrado, profundidad al sondaje vestibular de 8-8-8 mm y distal 8-8-8 mm. (Fotos: Samia Isaac / Ivan Herrera )
Samia Isaac Tatis, Iván Herrera Ustariz

Samia Isaac Tatis, Iván Herrera Ustariz

sáb. 18 enero 2020

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Los autores afirman que el biofilm oral adherido a las superficies de los implantes dentales produce infección de los tejidos periimplantarios y la falla del implante. La superficie de los implantes es un potencial reservorio para la adhesión de un microorganismo que tiene un papel importante en la patogénesis de las lesiones periimplantarias.

La acumulación de microorganismos en las superficies de los implantes dentales es el principal factor etiopatogénico de la periimplantitis, enfermedad que se caracteriza por la inflamación y destrucción de los tejidos de soporte del implante[1]. La inflamación y destrucción de los tejidos se produce por la acción de los productos bacterianos tóxicos, citoquinas inflamatorias como interleucina (IL-1) beta (β), IL-6 y factor de necrosis tumoral alfa[2], lo cual avanza produciendo inflamación y activación de osteoclastogénesis que conlleva a la perdida ósea alrededor del implante.

Estudios reportan la presencia de bacterias como Aggregatibacter actinomycetemcomitans, Prevotella intermedia, Porphyromonas gingivalis, Treponema denticola y Tannerella forsythia en sitios con periimplantitis[3]. Asimismo, varios autores indican de la presencia de Eschericia coli, Staphylococcus aureus, Enterococcus faecails, que son microorganismos no comunes de la microbiota oral normal[4]. Albertini y cols[5] reportan por su parte presencia de organismos como Pseudomonas aeruginosa, Candida albicans y Staphylococcus aureus en sitios con lesiones periimplantares.

“La presencia de C. albicans en el biofilm oral subgingival juega un papel en la etiopatogenia de las enfermedades periodontales”. 

Candida albicans es un microorganismo fúngico oportunista que coloniza superficies de mucosas[6] y sitios de implantes afectados por periimplantitis donde los niveles de estos microorganismos son más altos que en sitios sanos[7]; este hongo tiene capacidad de adherirse a diferentes sustratos, producir hifas, secretar enzimas hidrolíticas, invadir tejidos y activar la respuesta inflamatoria.

La presencia de C. albicans en el biofilm oral subgingival juega un papel en la etiopatogenia de las enfermedades periodontales[8]; asimismo, el uso de antibióticos en el tratamiento de enfermedades periimplantarias puede facilitar la proliferación de hongos en las regiones oral y subgingival[9].

C. albicans tiene la capacidad de adherirse a las superficies de los implantes dentales, contribuyendo a la inflamación de los tejidos blandos y la pérdida de hueso alveolar[10]. Las unidades formadoras de colonias (UFC) de las especies de candida son más altas en el biofilm oral subgingival de pacientes con periimplantitis que en los individuos sin enfermedades periimplantarias.

Janus y cols reportan que en condiciones aeróbicas, el biofilm oral que contiene C. albicans tienen una colonización significativamente mayor de otros microorganismos, como las especies Prevotella y Fusobacterium, cuando son comparadas con las muestras sin candida[11].

Un estudio reporta ausencia de C. albicans en zonas sin enfermedad periimplantar y presencia de este hongo en sitios con periimplantitis[12], secretando proteinasas que interactúan con estreptococos promoviendo sinérgicamente su virulencia[13].

La infección a largo plazo por C. albicans produce destrucción persistente y crónica del tejido, esto se produce a través de las citoquinas pro-inflamatorias[14]; la actividad citolítica se desencadena por la interleucina 1 alfa de las células epiteliales orales infectadas por C. albicans[15].

1La superficie de los pilares protésicos de los implantes dentales que quedan expuestos en la cavidad oral son cubiertos por las biopelículas salivales[16]. Las proteínas de la saliva mucina y albúmina son receptores para el proceso de adhesión microbiana inicial[17] y a la adhesión de los microorganismos fúngicos[18].

Caso clínico

Paciente femenino de 67 años de edad, sana, no medicada. Acude a consulta por dolor en zona de segundo premolar superior derecho tratado con implante post-exodoncia, 2 años de evolución; al examen clínico se observa edema, enrojecimiento de la zona, presencia de sangrado (Figura 1), profundidad al sondaje vestibular de 8-8-8 mm y distal 8-8-8 mm.

Posteriormente a la valoración, se aplica anestesia local distal y mesial a la lesión con Arteek (articaína al 4%, epinefrina 1:100.000, New Stetic, Colombia), se realiza curetaje de tejido granulomatoso por vestibular enviándose a estudio histológico (biopsia) y microbiológico (cultivo), se continua con aplicación de láser de diodo FONA (Alemania), se formula Koact 1000 (amoxicilina 875 mg/ácido clavulánico 125 mg, Novamed, Colombia), Dentagel (clorhexidina al 0.2%, Farpag, Colombia), aplicado en la zona cada 12 horas por 3 semanas. El manejo se continúa mediante la aplicación de láser a los 3 y 5 posteriores al día 1.

La biopsia reporta que el tejido epitelial se ve interrumpido en la longitud de sus capas y en el tejido conectivo subepitelial, presencia de infiltrado inflamatorio (abundan los linfocitos, macrófagos), focos hemorrágicos, edema intersticial, acúmulos hemorrágicos de necrosis tisular y colonias de candida. El estudio de cultivo arroja crecimiento de C. albicans (Figura 2).

Figura 2. El estudio de cultivo arroja crecimiento de C. albicans.

Posterior a los resultados se formula fluconazol MK tabletas 200 mg (Tecnoquímicas, Colombia) cada 7 días por 6 semanas.

A los 20 días de controlada la infección se realiza procedimiento quirúrgico resectivo y regenerativo, aplicación de anestésico troncular infraorbitario maxilar superior derecho con Arteek, refuerzo por palatino, posterior levantamiento de colgajo por vestibular, curetaje de todo el tejido granulomatoso alrededor del implante, aplicación de Perisolv(cloramina, Regedent, Suiza) en el defecto óseo periimplantar por 60 segundos, posterior lavado con solución salina, descontaminación del implante con cepillo de titanio Straumann (Suiza) (Figura 3).

Figura 3. Curetaje de todo el tejido granulomatoso alrededor del implante, aplicación de Perisolv en el defecto óseo periimplantar por 60 segundos, lavado con solución salina y descontaminación del implante con cepillo de titanio.

En el defecto óseo periimplantar se injerta un preparado mezcla del aloinjerto Mineroos (Biohorizons, Estados Unidos), plasma rico en plaquetas y fibrina rica en plaquetas y leucocitos L-PRF (Figura 4), con lo que se obtiene tejido conectivo de la zona palatina intervenida, injertándose en la zona vestibular, posterior colocación de membrana de L-PRF, por distal del defecto suturas con AssuCryl 5.0 (ácido poliglicólico, Assut Sutures, Suiza) (Figura 5). Se formula azitromicina 500 mg MK (Tecnoquímicas, Colombia) cada 24 horas por 3 días, acetaminofén más codeína MK, k-cit gel (Laboratorio Farpag, Colombia), aplicado en la herida 3 veces al día. Posteriormente se realizan citas de control cada 5 días para lavado y colocación de láser (6 citas en total).

Figura 4. Injerto en el defecto óseo periimplantar e una mezcla del aloinjerto Mineroos, plasma rico en plaquetas y fibrina rica en plaquetas y leucocitos L-PRF.

Figura 5. Colocación de membrana de L-PRF, por distal del defecto suturas con AssuCryl 5.0.

Al control postoperatorio a 30 días la paciente presenta una regeneración de todo el tejido mucoso periimplantar, sellado de tejido blando, color de mucosa normal y no hay  de sangrado. No se realiza sondaje para no afectar la cicatrización (Figura 6).

Figura 6. Control postoperatorio a 30 días presenta una regeneración de todo el tejido mucoso periimplantar, sellado de tejido blando, color de mucosa normal y no hay de sangrado.

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  1. La Dra. Samia Isaac Tatis es odontóloga, Universidad de Cartagena. Periodoncista Universidad Javeriana.
  2. El Dr. Iván Herrera Ustariz es odontólogo, Universidad Metropolitana – Farmacia Clínica Universidad del Atlántico. Magister Farmacovigilancia Universidad de Sevilla, España.

Bibliografía

[1] Belibasakis GN. Microbiological and immuno- pathological aspects of peri-implant diseases. Arch Oral Biol. 2014; 59:66–72.

[2] Pokrowiecki R, Mielczarek A, Zareba T, Tyski S. Oral microbiome and peri-implant diseases: where are we now? Ther Clin Risk Manag. 2017; 13:1529-1542.

[3] Casado PL, Otazu IB, Balduino A, de Mello W, Barboza EP, Duarte ME. Identification of periodontal pathogens in healthy periimplant sites. Implant Dent 2011; 20:226– 235

[4] Thurnheer T1, Belibasakis GN. Integration of non-oral bacteria into in vitro oral biofilms. Virulence. 2015;6(3):258-64

[5] Albertini M, López-Cerero L, O'Sullivan MG, Chereguini CF, Ballesta S, Ríos V, et al. Assessment of periodontal and opportunistic flora in patients with peri-implantitis. Clinical Oral Implants Research. 2015;26(8):937-941

[6] Williams DW, Jordan RP, Wei XQ, Alves CT, Wise MP, Wilson MJ, Lewis MA. 2013. Interactions of Candida albicans with host epithelial surfaces. J Oral Microbiol. 5:22434.

[7] [vii] Zakaria MN, Takeshita T, Shibata Y, Maeda H, Wada N, Akamine A, Yamashita Y. 2015. Microbial community in persistent apical periodontitis: a 16S rRNA gene clone library analysis. Int Endod J. 48:717–728.

[8] Canabarro A, Valle C, Farias MR, Santos FB, Lazera M, Wanke B. Asso- ciation of subgingival colonization of candida albicans and other yeasts with severity of chronic periodontitis. J Periodontal Res. 2013; 48:428-432.

[9] Cha JK, Lee JS, Kim CS. Surgical therapy of peri-implantitis with local minocycline: a 6-month randomized controlled clinical trial. J Dent Res. 2019;98:288-295. https://doi.org/10.1177/0022034518818479220 34518818479.

[20] De-La-Torre J, Quindos G, Marcos-Arias C, et al. Oral candida coloni- zation in patients with chronic periodontitis. is there any relationship? Rev Iberoam Micol. 2018;35:134-139.

[11] Janus MM, Crielaard W, Volgenant CM, van der Veen MH, Brandt BW, Krom BP. Candida albicans alters the bacterial microbiome of early in vitro oral biofilms. J Oral Microbiol. 2017;9:1270613.

[12] Leonhardt A, Renvert S, Dahlén G. Microbial findings at failing implants. Clin Oral Implants Res 1999;10:339–345.

[13] Xu H, Sobue T, Thompson A, et al. Streptococcal co-infection augments Candida pathogenicity by amplifying the mucosal in ammatory response. Cell Microbiol 2014;16:214–231.

[14] Martin R, Wächtler B, Schaller M, Wilson D, Hube B. Host-pathogen interactions and virulence-associated genes during Candida albicans oral infections. Int J Med Microbiol 2011;301:417–422.

[15] Dongari-Bagtzoglou A, Kashleva H, Villar CC. Bioactive interleukin-1alpha is cytolytically released from Candida albicans-infected oral epithelial cells. Med Mycol 2004;42:531–541.

[16] Elter C, Heuer W, Demling A, Hannig M, Heidenblut T, Bach FW, et al. Supra- and subgingival biofilm formation on implant abutments with different surface characteristics. Int J Oral Maxillofac Implants 2008;23:327–34.

[17] Murray PA, Prakobphol A, Lee T, Hoover CI, Fisher SJ. Adherence of oral

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[18] Samaranayake LP, McCourtie J, MacFarlane TW. Factors affecting the in-vitro adherence of Candida albicans to acrylic surfaces. Arch Oral Biol 1980;25:611–5.

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Campaña sobre Salud oral y discapacidad

Gráfico que muestra que las personas con discapacidad tienen el doble de probabilidad de desarrollar problemas de salud bucodental que las personas que no sufren esta condición.  Imagen: CGDE

La iniciativa cuenta con la colaboración de Oral B y SEOENE, y tiene como objetivo concienciar, tanto a los dentistas como a las personas con discapacidad y sus cuidadores, sobre la importancia de mantener una salud bucodental óptima.

En España hay 4,38 millones de personas que presentan algún tipo de discapacidad, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística realizada en 2020. Esto supone un aumento del 14% respecto a la anterior encuesta, realizada en 2008.

Con el objetivo de dar visibilidad a la relevancia que tiene la salud bucodental en la salud general de las personas con discapacidad, el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española, con la colaboración de Oral B y la Sociedad Española de Odontoestomatología para pacientes con necesidades especiales (SEOENE), organizan la campaña Salud Oral y Discapacidad. Los dentistas interesados en participar pueden inscribirse hasta el 31 de marzo, y recibirán una guía profesional sobre salud oral y discapacidad y dípticos informativos. Además, tendrán la posibilidad de descargarse un diploma acreditativo.

Las discapacidades del desarrollo, como el síndrome de Down, el autismo o la parálisis cerebral, entre otras, suponen una dificultad a la hora de realizar actividades cotidianas, especialmente, las que se refieren al cuidado personal. De hecho, muchas personas necesitan ayuda para mantener una buena salud. Así, el 57% de las personas con discapacidad afirma que el cuidado bucodental “es una lucha” y el 50% recibe cuidados o asistencia personal. Pero tan solo el 5% cree que la sociedad comprende las dificultades que les supone mantener su salud oral en buenas condiciones. Por eso, conseguir que su estado bucodental sea óptimo requiere un enfoque especializado.

Los dentistas interesados pueden inscribirse en la web saludoralydiscapacidad.es hasta el 31 de marzo, y recibirán una guía profesional y unos dípticos sobre la campaña.

Algunos tipos de discapacidad se asocian a una mayor frecuencia de determinadas patologías orales:

  1. Caries, debido a una menor capacidad de autocuidados en la higiene bucodental, dietas excesivamente azucaradas y, en algunos casos, medicación que reduce la producción de saliva.
  2. Enfermedad periodontal, por la dificultad para cepillarse los dientes y utilizar la seda dental de una manera eficaz.
  3. Maloclusiones, que puede hacer que aumente el riesgo de enfermedad periodontal (de las encías), caries y traumatismo oral.
  4. Defectos en el esmalte: algunos tipos de discapacidad pueden cursar con alteraciones en la formación del esmalte originando defectos en el mismo (hipoplasia del esmalte).
  5. Retraso en la erupción de los dientes: en algunos casos pueden observarse anomalías en el número o en la forma de los dientes (más pequeños de lo habitual).
  6. Algunos hábitos, como rechinar y apretar los dientes, retener la comida en la boca sin tragarla, respirar por la boca y empujar los dientes con la lengua pueden originar diversas patologías como caries, enfermedad periodontal o deformaciones en las arcadas dentarias (maloclusiones).

“La prevención en las personas que padecen algún tipo de discapacidad es doblemente importante. Por una parte, porque el riesgo de sufrir patologías bucodentales es mayor que en la población general. Por otra parte, porque evita posibles tratamientos dentales, que, en caso de ser necesarios, suelen ser más complejos”, explica el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas.  De hecho, este gráfico muestra que las personas con discapacidad tienen el doble de probabilidad de desarrollar problemas de salud bucodental:

Los cuidadores de las personas con discapacidad deben preocuparse de que se cepillen los dientes, al menos, dos veces al día, con pasta dentífrica fluorada. Los cepillos eléctricos facilitan mucho esta labor en pacientes con discapacidad. En el caso de que el cepillado sea imposible, se puede utilizar una gasa envuelta alrededor del dedo índice, empapada en una solución antiséptica diluida prescrita por el dentista. Con la cabeza ligeramente inclinada para evitar aspiraciones, se pasa la compresa suavemente por los dientes y las encías. Además, se debe tratar de que sigan una dieta sana y equilibrada y encargarse de que acudan a las revisiones periódicas con el dentista para detectar a tiempo cualquier problema y recibir el tratamiento oportuno.

En el caso de los dentistas que vayan a tratar personas con discapacidad, se recomienda aprender destrezas y técnicas para cubrir las necesidades de estos pacientes, lo que facilitará el tratamiento:

  • Es necesario determinar las capacidades mentales del paciente y escucharle tanto a él como a su cuidador.
  • Se debe involucrar a todo el equipo de la clínica para que el paciente se sienta cómodo.
  • Observar si el paciente tiene movimientos incontrolados o problemas para sentarse en el sillón que puedan dificultar la atención odontológica

“Cuando recibimos un paciente con discapacidad, los dentistas debemos elaborar un plan de tratamiento teniendo en cuenta la posibilidad de cooperación del paciente, su higiene bucodental, sus tratamientos crónicos, malformaciones, etc. para ofrecerle una atención lo más personalizada posible”, concluye el Dr. Castro.

 

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