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Tratamiento con all-on-four de paciente con dentición terminal

ANTES Y DEPUES. Foto inicial donde se observa enfermedad periodontal avanzada y ausencias dentales en primer y segundo cuadrante compensadas mediante voladizos protésicos. Foto final que muestra la prótesis definitiva de metal-composite.
Dental Tribune International

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sáb. 22 agosto 2020

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Caso clínico elaborado por expertos en Cirugía Bucal e Implantología de la Universidad de Valencia, España, que explican el tratamiento con el sistema “All-on-four” de un paciente con dentición terminal. Los autores son también los directivos de una primicia en el campo de la educación odontológica: el Primer Master Internacional ONLINE en Cirugía Oral e lmplantología, curso universitario que comienza en septiembre de 2020. Más información al final del artículo.

Introducción

Las técnicas sin injerto (graftless) y carga inmediata han ganado popularidad en los últimos años en el tratamiento del paciente desdentado o con dentición terminal, gracias a su versatilidad, inmediatez, menor morbilidad y costo económico, así como sus excelentes resultados en cuanto a supervivencia de implantes y prótesis1. También, debido a una mayor aceptación y preferencia de los pacientes en comparación a las técnicas más tradicionales con injertos previos2.

La técnica del “all-on-four” consiste en la colocación de cuatro implantes y una prótesis fija de arco completo de carga inmediata durante la primera semana tras la cirugía. En su variante más clásica, en el maxilar superior, los implantes distales se inclinan alrededor de 30 grados siguiendo la pared anterior del seno maxilar y los dos implantes anteriores se colocan paralelos a la línea media3. Esta disposición permite que la emergencia de los implantes sea más posterior que si se colocaran rectos, lo que permite una mejor distribución antero-posterior (A-P) de las fijaciones y una reducción del tamaño o longitud de los voladizos protésicos4.

El objetivo del siguiente caso clínico es presentar un paciente con dentición terminal debido a periodontitis y fracturas radiculares, con implantes e injertos en seno previos fracasados, que presenta comunicación orosinusal y una grado V de atrofia según Cawood y Howell5, rehabilitado mediante la técnica de “all-on-four”.

Caso clínico

Paciente de 65 años, sin patología sistémica de interés, acudió a la Unidad de Cirugía Bucal de la Universitat de València refiriendo movilidad del puente sobre implantes del segundo cuadrante, dolor en la región malar izquierda y mal sabor de boca. El paciente refiere antecedentes de elevación de seno en el segundo cuadrante y posterior colocación de implantes. También, que hace un año perdió un implante, pero que le volvieron a cementar el puente tras la explantación. Desde entonces tiene molestias recurrentes en la zona.

En la exploración intraoral se observa la movilidad del puente sobre implantes 24-26 debido a la ausencia del implante posterior y periimplantitis en el implante 24. Enfermedad periodontal avanzada en el resto de la dentición, la ausencia de todos los dientes del primer cuadrante (salvo 11) y la fractura del diente 23 (Fig. 1).

Fig. 1. Imagen frontal preoperatoria. Enfermedad periodontal avanzada y ausencias dentales en primer y segundo cuadrante compensadas mediante voladizos protésicos.

Fig. 1. Imagen frontal preoperatoria. Enfermedad periodontal avanzada y ausencias dentales en primer y segundo cuadrante compensadas mediante voladizos protésicos.

A la palpación, el paciente refiere molestia y dolor en el hemimaxilar izquierdo. Al paciente se le solicita la realización de una ortopantomografía (Fig. 2) y de una tomografía computarizada de haz cónico (TCHC) (Fig. 3).

2. En la ortopantomografía inicial se observa la extensión de los voladizos y el grado severo de enfermedad periodontal. Periimplantitis en el implante 24, fractura de 23 y proceso patológico en seno maxilar izquierdo debido a un fracaso de una elevación sinusal previa.

2. En la ortopantomografía inicial se observa la extensión de los voladizos y el grado severo de enfermedad periodontal. Periimplantitis en el implante 24, fractura de 23 y proceso patológico en seno maxilar izquierdo debido a un fracaso de una elevación sinusal previa.

Fig. 3. Reconstrucción tridimensional a partir de TCHC. Vista lateral donde se observa la periimplantitis del implante 24 y proceso patológico sinusal

Fig. 3. Reconstrucción tridimensional a partir de TCHC. Vista lateral donde se observa la periimplantitis del implante 24 y proceso patológico sinusal.

En las pruebas radiológicas se confirma el grado de severidad de la enfermedad periodontal, así como de la periimplantitis del implante 24. En el corte panorámico de la TCHC se observa la ocupación completa del seno maxilar izquierdo, material de injerto radiopaco disperso y la presencia de comunicación orosinusal (Fig. 4).

El corte axial (Fig. 5) nos da otra perspectiva sobre el grado de ocupación del seno, observándose la presencia de restos de material de injerto en toda su extensión latero-medial, hasta la pared interna del seno maxilar.

Fig. 4. Corte panorámico de TCHC. Se observa ocupación del seno maxilar izquierdo junto con fragmentos del biomaterial utilizado en una elevación de seno previa. El paciente fue rehabilitado con un puente de tres piezas tras lo que el implante 26 fracasó y produjo una comunicación orosinusal y sinusitis. Fig. 5. Corte axial donde se observa el seno maxilar izquierdo completamente ocupado y con material de injerto radiopaco disperso.

Fig. 4. Corte panorámico de TCHC. Se observa ocupación del seno maxilar izquierdo junto con fragmentos del biomaterial utilizado en una elevación de seno previa. El paciente fue rehabilitado con un puente de tres piezas tras lo que el implante 26 fracasó y produjo una comunicación orosinusal y sinusitis. Fig. 5. Corte axial donde se observa el seno maxilar izquierdo completamente ocupado y con material de injerto radiopaco disperso.

Los cortes parasagitales (Fig. 6) muestran la fractura radicular del diente 23 y la presencia de comunicación orosinusal a nivel del 26.

Fig. 6. Cortes parasagitales donde se observa fractura de 23 y la comunicación orosinusal a nivel de 26

Fig. 6. Cortes parasagitales donde se observa fractura de 23 y la comunicación orosinusal a nivel de 26.

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Tras el diagnóstico de sinusitis maxilar iatrogénica con comunicación orosinusal, consecuencia del material de injerto infectado y de la pérdida del implante a ese nivel, al paciente se le pautó la siguiente medicación para resolver el proceso patológico agudo: antibiótico sistémico por vía oral (Augmentine® 875/125 mg. 1 comprimido cada 8 horas durante 14 días), corticoides tópicos administrados por vía nasal (Nasonex® (fluorato de mometasona) spray nasal; 3 aplicaciones al día durante 7 días), un vasoconstrictor nasal para mejorar el drenaje nasal (Vicks®spray nasal, (Oximetazolina hidrocloruro)); 3 aplicaciones nasales al día en el lado afectado durante 7 días) y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) por vía oral (ibuprofeno 600 mg. 1 comprimido cada 8 horas durante 12 días).

Tras la resolución del cuadro agudo, se planificó la extracción de los dientes remanentes del maxilar superior y del implante 24 y la realización de un “all-on-four” con una prótesis fija de arco completo el mismo día de la intervención. En la misma intervención se planificó la limpieza del seno maxilar izquierdo y al cierre de la comunicación orosinusal.

En la mandíbula, se decidió el tratamiento periodontal y mantenimiento de los dientes 34, 35, 43, 44 y 45 y la extracción del resto de los dientes junto con la colocación de implantes en 36-37, 46-47 y 33-42.

Previo a la intervención se le extrajo sangre al paciente para la preparación de membranas y tapones de A-PRF+ (Process for PRF®, Niza, Francia), que se utilizarían para el cierre de la comunicación, y se administró anestesia local. Tras la retirada de las prótesis fijas se extrajeron todos los dientes junto con el implante 24, y se observó más claramente la exposición del material de injerto contaminado (Fig. 7).

Fig. 7. Exodoncia de los dientes y explantación del implante 24. Se observa fractura del diente 23 y exposición del material de injerto contaminado del seno maxilar izquierdo.

Fig. 7. Exodoncia de los dientes y explantación del implante 24. Se observa fractura del diente 23 y exposición del material de injerto contaminado del seno maxilar izquierdo.

Se realizó una incisión crestal y él despegamiento a espesor completo del colgajo. A continuación se procedió a la exéresis y legrado de todo el material de injerto infectado, así como del tejido inflamatorio, lo que evidenció la presencia de la comunicación orosinusal (Figs. 8-11).

8. Elevación de colgajo a espesor completo. Obsérvese el material de injerto infectado.

8. Elevación de colgajo a espesor completo. Obsérvese el material de injerto infectado.

Fig. 9. Comienzo del legrado del material de injerto.

Fig. 9. Comienzo del legrado del material de injerto.

Fig. 10. Eliminación del tejido de granulación del interior del seno maxilar junto con más material de injerto.

Fig. 10. Eliminación del tejido de granulación del interior del seno maxilar junto con más material de injerto.

Fig. 11. Imagen oclusal del colgajo a espesor completo elevado y de la comunicación orosinusal.

Fig. 11. Imagen oclusal del colgajo a espesor completo elevado y de la comunicación orosinusal.

Se procedió a la regularización ósea mediante pinza gubia (Fig. 12). El objetivo de esta regularización es obtener una mayor meseta para la colocación de los implantes, aumentar el espacio protésico y alejar la línea de transición apicalmente. Realizar la mayor parte con pinza gubia tiene la ventaja añadida de la obtención de hueso autólogo para posterior utilización como injerto.

Fig. 12. Regularización ósea con pinza gubia para la obtención de hueso autólogo.

Fig. 12. Regularización ósea con pinza gubia para la obtención de hueso autólogo.

La regularización se terminó con fresa de carburo de tungsteno y pieza de mano e irrigación con abundante suero fisiológico. Tras esto se colocaron cuatro implantes (Galimplant IPX®, Galimplant, Sarriá, Lugo, España), dos anteriores rectos y dos distales angulados aproximadamente a 30 grados siguiendo la pared anterior del seno maxilar (Fig. 13).

Fig. 13. Colocación de cuatro implantes, dos anteriores rectos y dos distales angulados 30 grados (“all-on-four”).

Fig. 13. Colocación de cuatro implantes, dos anteriores rectos y dos distales angulados 30 grados (“all-on-four”).

Como todos los implantes alcanzaron un torque de inserción mayor de 35 Nw, se procedió con la colocación de los pilares transepiteliales (Galimplant) tanto rectos como angulados a 30 grados para corregir los disparalelismos y poder confeccionar una prótesis fija de carga inmediata. Tras ello se colocaron los tapones de protección (Fig. 14 y 15).

Fig. 14. Colocación de pilares transepiteliales rectos (implantes anteriores) y angulados de 30 grados en los implantes distales y sus tapones de protección.

Fig. 14. Colocación de pilares transepiteliales rectos (implantes anteriores) y angulados de 30 grados en los implantes distales y sus tapones de protección.

Fig. 15. Imagen oclusal donde se observa el paralelismo obtenido gracias a los pilares transepiteliales así como una adecuada distribución antero-posterior (A-P) de los implantes.

Fig. 15. Imagen oclusal donde se observa el paralelismo obtenido gracias a los pilares transepiteliales así como una adecuada distribución antero-posterior (A-P) de los implantes.

Tras limpiar los restos del material de injerto contaminado del seno maxilar, se procedió al cierre de la comunicación colocando varias membranas de A-PRF y la posterior colocación de injerto particulado de hueso autólogo. El material de injerto fue cubierto también con membranas de A-PRF (Figs. 16-19).

Fig. 16. Vista de la comunicación orosinusal una vez retirado todo el material de injerto contaminado y el tejido inflamatorio. Fig. 17. Se utilizan tapones y membranas de A-PRF para el cierre de la comunicación. Fig. 18. El defecto óseo se rellena con hueso autólogo, así como el resto de los defectos periimplantarios. El hueso fue obtenido durante la regularización ósea con pinza gubia. Fig. 19. El injerto es cubierto con membranas de A-PRF.

Fig. 16. Vista de la comunicación orosinusal una vez retirado todo el material de injerto contaminado y el tejido inflamatorio. Fig. 17. Se utilizan tapones y membranas de A-PRF para el cierre de la comunicación. Fig. 18. El defecto óseo se rellena con hueso autólogo, así como el resto de los defectos periimplantarios. El hueso fue obtenido durante la regularización ósea con pinza gubia. Fig. 19. El injerto es cubierto con membranas de A-PRF.

El resto del hueso autólogo obtenido de la regularización ósea se utilizo para la corrección de defectos periimplantarios y remanentes de alveolos, así como en los procedimientos regenerativos de la mandíbula.

A continuación se procedió a la sutura de los colgajos con puntos simples y colchoneros modificados (Fig. 20).

Fig. 20. Sutura de los colgajos con puntos simples y colchoneros horizontales modificados.

Fig. 20. Sutura de los colgajos con puntos simples y colchoneros horizontales modificados.

Tras la sutura se colocaron pilares de titanio provisionales sobre los transepiteliales y se verificó su ajuste. Los pilares fueron fijados con resina autopolimerizable a una férula de resina transparente realizada previamente que se utilizó, también, como guía quirúrgica. La guía proporciona la información necesaria (posición de implantes, relación intermaxilar y dimensión vertical) para que el técnico de laboratorio confeccione la prótesis de carga inmediata. Mientras tanto, se procedió a las extracciones en la mandíbula y la colocación de los implantes. Debido a la necesidad de regeneración ósea horizontal en los implantes 33 y 42 con membrana no reabsorbible por el avanzado grado de atrofia, en la mandíbula se colocó una prótesis parcial removible como provisional, previamente confeccionada.

La prótesis superior se colocó el mismo día de la intervención se comprobó su ajuste mediante ortopantomografía y se ajustó la oclusión (Figs. 21 y 22).

Fig. 21. Prótesis de carga inmediata del maxilar superior.

Fig. 21. Prótesis de carga inmediata del maxilar superior.

Fig. 22. Ortopantomografía postoperatoria inmediata donde se observan los implantes angulados distales.

Fig. 22. Ortopantomografía postoperatoria inmediata donde se observan los implantes angulados distales.

El paciente fue instruido en medidas de higiene oral (gel y enjuagues de clorhexidina al 0,12% 2-3 veces al día) y advertido sobre la necesidad de llevar una dieta semi-blanda durante las primeras semanas. El paciente continuó con la medicación previamente pautada para la sinusitis durante una semana más y se le recetaron AINEs y analgésicos. El paciente fue citado a la semana para control y retirada de suturas y mostró un postoperatorio sin complicaciones (Fig. 23).

Fig. 23. Imagen oclusal a la semana de la cirugía, en el momento de la retirada de puntos. Obsérvese como se va modificando la mucosa gracias a la presión controlada de la prótesis de carga inmediata.

Fig. 23. Imagen oclusal a la semana de la cirugía, en el momento de la retirada de puntos. bsérvese como se va modificando la mucosa gracias a la presión controlada de la prótesis de carga inmediata.

Se realizaron controles al mes y tres meses tras la intervención y al cuarto mes se comenzaron los preparativos de la prótesis definitiva, que se confeccionó en metal-composite (Figs. 24 y 25).

Fig. 24. Aspecto de la mucosa al año de la carga. Obsérvese el grado de salud periimplantaria así como el cierre completo de la comunicación.

Fig. 24. Aspecto de la mucosa al año de la carga. Obsérvese el grado de salud periimplantaria así como el cierre completo de la comunicación.

Fig. 25. Imagen intraoral de la prótesis definitiva de metal-composite.

Fig. 25. Imagen intraoral de la prótesis definitiva de metal-composite.

Al año de la carga se realizó un control radiográfico y mantenimiento, retirando la prótesis definitiva (Figs. 26 y 27). Se observó una excelente higiene oral y mantenimiento de los tejidos blandos periimplantarios, así como una completa estabilidad de del hueso periimplantario y cierre de la comunicación orosinusal.

Fig. 26. Imagen extraoral de la sonrisa del paciente.

Fig. 26. Imagen extraoral de la sonrisa del paciente.

Fig. 27. Ortopantomografía de control al año de la carga donde se aprecia la estabilidad del hueso periimplantario.

Fig. 27. Ortopantomografía de control al año de la carga donde se aprecia la estabilidad del hueso periimplantario.

Discusion

La alternativa de tratamiento tradicional en un caso como este hubiera sido una elevación de seno bilateral y la colocación posterior de seis implantes axiales. Sus desventajas son el alargamiento en el tiempo de tratamiento hasta que el paciente recibiese una prótesis fija funcional (probablemente más de un año), un mayor número de intervenciones quirúrgicas, menos predecible (sería necesario ver cómo responde el seno maxilar izquierdo al tratamiento y posterior injerto) y un mayor costo económico tanto para el paciente como para el profesional. Sin embargo, la elección del “all-on-four” para este caso permitió el tratamiento de la patología sinusal y la rehabilitación del paciente en una misma sesión, al ir los implantes distales angulados, salvando el seno maxilar. Esto supone multitud de ventajas tanto para el profesional como para el paciente, haciendo más fácil la aceptación del tratamiento.

Conclusión

La técnica del “all-on-four” es un tratamiento predecible en pacientes con atrofias grado V y fracasos de injertos previos, pudiendo rehabilitar al paciente con una prótesis fija de arco completo el mismo día de la cirugía. Se trata de una técnica versátil y predecible, ya que permite tratar multitud de escenarios clínicos (con distintos grados de atrofia) y tasas de éxito elevadas tanto en el maxilar como en la mandíbula6,7, rehabilitando al paciente con una prótesis fija de carga inmediata durante la primera semana tras la intervención.

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Autores

(1) David Peñarrocha-Oltra, Profesor Contratado Doctor, Unidad de Cirugía Bucal, Departamento de Estomatología, Facultad de Medicina y Odontología, Universitat de València, Valencia, España.

(2) Javier Aizcorbe-Vicente, Master Cirugía e Implantología Oral. Unidad de Cirugía Bucal, Departamento de Estomatología, Facultad de Medicina y Odontología, Universitat de València, Valencia, España.

(3) Blanca Serra-Pastor, Profesora Asociada, Unidad de Prótesis y Oclusión. Departamento de Estomatología, Facultad de Medicina y Odontología, Universitat de València, Valencia, España.

(4) Miguel Peñarrocha-Diago, Catedrático de Cirugía Bucal, Unidad de Cirugía Bucal, Departamento de Estomatología, Facultad de Medicina y Odontología, Universitat de València, Valencia, España.

NOTA: Los autores son los directivos de un equipo compuesto por 100 expertos de prestigio internacional que impartirán el Primer Master Internacional ONLINE en Cirugía Oral e lmplantología de la Universidad de Valencia, España. Este Máster universitario es una oportunidad única para aprender de grandes figuras desde la comodidad de tu hogar o clínica. Consulta el programa completo siguiendo el enlace bajo estas líneas. 

Bibliografía

  1. Peñarrocha-Diego M, Aizcorbe-Vicente J, Ruz-Domínguez V, Soto-Peñaloza D, Peñarrocha-Oltra D. Immediate Loading in All-on-Four. En: Peñarrocha-Digo M, Covani U, Cuadrado L. Atlas of Immediate Dental Implant Loading. 2019. Ed: Springer. Pags: 213-240.
  2. Davo R, Felice P, Pistilli R, Barausse C, Marti-Pages C, Ferrer-Fuertes A, Ippolito DR, Esposito M. Immediately Loaded Zygomatic Implants vs Conventional Dental Implants in Augmented Atrophic Maxillae: 1-year Post-Loading Results From a Multicentre Randomised Controlled Trial. Eur J Oral Implantol. 2018;11:145-161.
  3. Soto-Peñaloza D, Zaragozí-Alonso R, Peñarrocha-Diago M, Peñarrocha-Diago M. The all-on-four treatment concept: systematic review. J Clin Exp Dent. 2017;9:e474-e488.
  4. Brunski JB. Biomechanical aspects of the optimal number of implants to carry a cross-arch full restoration. Eur J Oral Implantol. 2014;7(Suppl2):S111-S131.
  5. Cawood JI, Howell RA. A classification of the edentulous jaws. Int J Oral Maxillofac Sur. 1988;17:232-236.
  6. Niedermaier R, Stelzle F, Riemann M, Bolz W, Schuh P, Wachtel H. Implant-Supported Immediately Loaded Fixed Full-Arch Dentures: Evaluation of Implant Survival Rates in a Case Cohort of Up to 7 Years. Clin Implant Dent Relat Res. 2017;19:4-19
  7. Malo P, Araujo-Nobre M, Lopes A, Ferro A, Nunes M. The All-on-4 Concept for Full-Arch Rehabilitation of the Edentulous Maxillae: A Longitudinal Study With 5-13 Years of Follow-Up. Clin Implant Dent Relat Res. 2019;21:538-549.
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Tratamiento endoquirúrgico de periodontitis apical crónica y dientes supernumerarios

Figura 1. A) Radiografía periapical inicial. B) Imagen de contraste en TAC de frente.
Hernández J, Valadez T, Méndez L

Hernández J, Valadez T, Méndez L

lun. 1 julio 2024

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El presente artículo describe el protocolo de tratamiento endoquirúrgico de periodontitis apical crónica en el maxilar superior y el posterior procedimiento quirúrgico de extracción de dientes supernumerarios alojados en la mandíbula del paciente. El caso ilustra la interacción de diversas disciplinas odontológicas para solucionar las patologías que alteran la salud y la estética de nuestros pacientes.

 La Periodontitis Apical Crónica (PAC) es un término utilizado para caracterizar un proceso inflamatorio que ocurre en la región periapical, generalmente como resultado de la contaminación microbiana del sistema de conductos de la pulpa dental1. Como consecuencia de los cambios patológicos en el tejido pulpar, el sistema de conductos radiculares puede albergar una gran cantidad de irritantes; bacterias y sus subproductos, fragmentos y toxinas bacterianas; productos de degradación del tejido pulpar, que desencadenan una serie de mecanismos inflamatorios defensivos2. Cuando la infección alcanza el periápice, una flora mixta predominantemente anaerobia se establece; obligando al huésped liberarla en forma de varios tipos: celulares, mensajeros intercelulares y anticuerpos.

Según la Asociación Americana de Endodoncia desde el punto de vista histopatológico, los primeros cambios que se producen a nivel periapical se caracterizan por hiperemia, congestión vascular, edema del ligamento periodontal y extravasación de neutrófilos, los cuales son atraídos hacia el área mediante quimiotaxis, inducida inicialmente por la lesión tisular, los productos bacterianos, lipopolisacáridos, y el factor C5 del complemento3. Los factores microbiológicos y el mecanismo de defensa interaccionan, de tal forma que los componentes de la pared celular de las bacterias reaccionan con los monocitos, macrófagos, fibroblastos y otras células del sistema inmune. Esto lleva a la producción de citoquinas proinflamatorias responsables de la destrucción del tejido y la degradación de los componentes de la matriz extracelular, incluyendo colágeno y proteoglicanos, resultando en la reabsorción de tejidos duros y destrucción de otros tejidos periapicales4. El intento de regenerar y reparar el tejido dañado está comprometido, resultando en la formación de un tejido nuevo conocido como tejido de granulación, lo cual se convierte en un proceso crónico a menos que se lleve a cabo un tratamiento clínico adecuado.

Aunque la terapéutica endodóntica tiene altos estándares de fiabilidad, el 79% de los dientes tratados endodónticamente presenta alguna lesión. Dicha cifra puede estar influenciada por el alto índice de errores en el diagnóstico y decisiones equivocadas de tratamiento, así como el alto porcentaje de casos que, a pesar de recibir tratamiento endodóntico, no pudieron resolver la patología5.

Entre los factores que se encuentran asociados con el origen de esta alteración se encuentran factores de tipo mecánico como traumatismos y lesiones por instrumentación; y químicos, como irritación del tejido por materiales endodónticos6. Derivado de esta condición, un sector de lesiones puede tender a reagudizarse en forma secundaria, entendiendo que en estos casos también los mediadores inflamatorios locales, las bacterias, y los productos podrían pasar desde el periodonto a la circulación general, provocando una inflamación sistémica de bajo grado de infección, lo cual se considera como un reconocido factor para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, artritis reumatoidea, diabetes mellitus y bajo peso al nacer entre otras7.

En este sentido, la idea del endodoncista puede guiarlo a pensar que las lesiones quísticas de tamaño no muy grande pueden atenderse con un meticuloso tratamiento de conductos radiculares, y resolverlas con la comprobación por biopsia, intuyendo que el organismo podría llegar a disolver el tejido epitelial o convertirlo a un estado de inactividad; otra alternativa es realizar el tratamiento de conductos con fines conservadores, previo a cirugía apical, practicando la extirpación de la cápsula y una apicectomía cuando sea un granuloma o quiste. Si bien esta técnica es universalmente aceptada, la planeación del método quirúrgico en estos casos dependerá de la relación con los órganos vecinos, debido a la extensión del proceso y al peligro de lesionarlos. Se puede optar por métodos quirúrgicos menos radicales, mediante una evaluación sensata del costo/beneficio para el paciente. Posteriormente, el diagnóstico histopatológico definitivo se centra en la evidencia de los hallazgos encontrados durante su estudio.

Uno de los puntos en los que hoy se hace énfasis en estas lesiones es en el diagnóstico radiológico inicial, pues no siempre se puede diferenciar un quiste de un granuloma apical inflamatorio con facilidad, ya que cualquier radiografía periapical está limitada a dos dimensiones, y la interpretación es más difícil y compleja. Esto ocurre a menudo en la región posterior del maxilar, donde las raíces de los dientes se superponen a estructuras anatómicas dento-alveolares adyacentes como el arco cigomático y el seno maxilar. La presencia de materiales de obturación radiopacos y postes también se sumarán al problema de fondo, así como la distorsión geométrica producida por las estructuras anatómicas circundantes8.

Generalmente, los granulomas y quistes radiculares periapicales suelen tener la misma apariencia clínica y radiográfica. Su diagnóstico mediante imagenología ha generado una inercia en el paradigma del tratamiento de estas patologías con el paso de imágenes bidimensionales a tridimensionales, proporcionando al clínico mucha más calidad y cantidad de información. Las herramientas de diagnóstico como la TC (Tomografía Computarizada), o la CBCT (Tomografía Computarizada de Haz de Cónico) se han convertido en auxiliares esenciales de cualquier tratamiento previo y post-terapia9. Se ha demostrado que la CBCT puede determinar la diferencia de densidad entre el contenido de la cavidad quística y el tejido de granulación a través del “valor de escala de grises”, permitiendo decidir la elección para un plan de tratamiento invasivo o no invasivo10. 

Caso clínico

Se presentó un paciente de 37 años, sexo femenino. El motivo de la consulta referido es: “Ligero dolor e inflamación en la encía por un golpe en el diente hace seis meses”. No refiere ningún síndrome, enfermedad o patología sistémica, ni medicación actual; es una paciente que responde con actitud colaboradora. En el examen clínico intraoral se observa una dentición permanente con tejidos blandos normales, restauraciones metálicas y estéticas sin desajuste. Falta de cordales (refiriendo esta ausencia por extracción previa a tratamiento ortodóntico, finalizado cuatro años antes). A la exploración, el diente 22 presenta una restauración mesio-palatina con composite y fractura del esmalte en el tercio incisal distal de la corona y fracturas verticales perceptibles al método de transiluminación. En el fondo del saco la paciente refiere ligero malestar a la digito-palpación. Se tomo una radiografía periapical inicial en la que se observa radiolucidez difusa y no definida en el periápice (Figura 1). Para una minuciosa observación adicional y como soporte de la planeación endo-quirúrgica, se solicitó un TAC, observando en la cita subsecuente mediante contrastes específicos la zona perirradicular, apreciando el alcance de la lesión y las estructuras involucradas (Figura 1). En la revisión de este mismo estudio, en el cuerpo mandibular también se localizaron dos dientes supernumerarios; ubicados en la línea media, uno en posición transversa, distoposterior, y el otro en orientación vertical, hacia distal, comprometiendo el conjunto de dientes anteriores inferiores. (Figura 2)

Figura 2. A) Imagen de diente supernumerarios rudimentarios observados en TAC (Ejemplar 1, orientación vertical, hacia distal; Ejemplar 2: posición transversa, distoposterior). B) Imagen coronal de mandíbula vista inferior. C) Imagen de contraste en escala de grises del mentón, corte sagital.

La paciente solicitó la eliminación de ambas patologías, conviniendo el trabajo de un equipo transdiciplinario, el cual, tras un consenso, evaluó los alcances así como las posibles implicaciones trans y post quirúrgicas. Los resultados de la planeación fueron explicados de forma detallada a la paciente, así como el riesgo/beneficio, aceptando a través de un consentimiento informado lo que se le propuso en un primer protocolo: la eliminación mediante raspado y curetaje apical de la lesión, con amputación del ápice radicular y endodoncia a cielo abierto.

Tratamiento endoquirúrgico de periodontitis apical

El procedimiento se llevó a cabo con abordaje de espesor total mucoperióstico (en alas de gaviota, respetando la inserción de frenillo labial), bajo anestesia local con lidocaína al 2%, permitiendo un acceso adecuado al área afectada con buena visibilidad del sitio y con intención de buena vascularización tras la sutura, con el objetivo primordial de la estimulación de un buen coágulo sanguíneo que al organizarse garantice la regeneración ósea.

Figura 3. A) Anestesia e incisión para colgajo de espesor total en alas de gaviota. B) Despegamiento y enucleación del granuloma. C) Curetaje del nicho remanente. D) Remodelación de ápice.

Con el colgajo definido, se localizó la zona de la lesión y el ápice; cuidando no involucrar el espacio radicular adyacente de las piezas 21 y 23, se enucleo y extirpó la cápsula de la lesión mediante curetaje con posterior legrado en el nicho remanente (Figura 3). Tras este paso, se remodelo el ápice, a baja velocidad con fresa de fisura 701 de carburo y a continuación se realizó el tratamiento inmediato del conducto, finalizando la obturación con técnica de clororopercha y plastificado. Terminado este paso, se irrigo el nicho con agua fría estéril (Figura 4).

Figura 4. A-B) Obturación inmediata por plastificado (bajo el criterio transdiciplinario, previamente se preparó el conducto del diente 22 para ser finalizado con técnica de cloropercha tras eliminación de la PAC). C-D) Reorganización de ápice y condicionamiento final del ápice; nicho quirúrgico limpio y coágulo organizado.

Se procedió a confrontar los tejidos suturando con nylon 5-0 y se indicó terapia farmacológica oral con amoxicilina de 500 mg e ibuprofeno de 600 mg, terapia adicional con gel de quitosan. Se extendieron indicaciones de dieta y cuidados. La paciente no reporto malestar, retirando la sutura 21 días posterior a la intervención. Seis meses después hubo un control radiográfico observando franca recuperación del periápice (Figura 5).

Figura 5. A) Sutura con nylon 3-0. B-C) Valoración una semana después adicionando terapia con gel de quitosan. Retiro de sutura a los 21 días. D) Seguimiento radiográfico a los seis meses

Dientes supernumerarios

Un diente supernumerario es una pieza dentaria adicional a la normal de 20 dientes en la dentición temporal y 32 en la permanente. Puede presentarse en las diferentes etapas del desarrollo humano, tanto en la dentición temporal como en la mixta y permanente; constituyen uno de los factores que se asocian a la etiología de las maloclusiones y ocasionan alteraciones en la línea media, retención de piezas dentarias, apiñamientos, resorción radicular, diastemas y malformación de otros dientes11. Siendo una variación tanto de la fórmula dental como morfológica, cuya etiología aún no se encuentra entendida completamente. También son llamados hiperdoncia o desarrollo de dientes extras, corresponden a una de las alteraciones del desarrollo que acompañan al hombre desde hace ya mucho tiempo, observados con frecuencia desde el pleistoceno, reportando la paleontología el caso en un fósil de Australopithecus de 1,7 millones de años, con un aumento progresivo desde la época paleolítica12.

Los DSNs pueden ser con morfología normal o dismórficos, en la dentición primaria es normal o cónica y en la dentición permanente es de forma variable. Siendo estos últimos, los que se presentan con más frecuencia y dientes incluidos con una frecuencia escasa. Respecto a la morfología de los dientes, Magallanes N. y asociados, clasifican a los supernumerarios en suplementarios y en rudimentarios. Los dientes suplementarios son aquellos que se presentan en la dentición caduca, no poseen ninguna variabilidad anatómica y raramente están impactados. Los rudimentarios tienen una mayor variabilidad anatómica y se presentan en la dentición permanente13. Pueden también encontrarse asociados a taurodontismo. Los sitios más frecuentes donde se ubican son: maxilar superior, línea media, región palatina superior de incisivos superiores, región premolar inferior, y región distal al tercer molar, tanto en maxilar como en la mandíbula. En los casos de DSNs múltiples existe una predilección por la región premolar inferior, seguida de la región molar y de la región anterior. También pueden encontrarse invertidos e impactados, asociados a otras anomalías dentarias, fusionados con un diente permanente y asociados a una geminación de un diente central mandibular. De acuerdo con su localización se pueden clasificar en: Mesiodens. Éstos se encuentran entre los incisivos centrales superiores, puede ser único, múltiple, unilateral o bilateral, erupcionado o impactado, vertical, horizontal o invertido, suelen presentarse también en la zona mandibular14.

Tradicionalmente, se los diagnosticaban y localizaban mediante métodos radiográficos bidimensionales (2D), como vistas panorámicas, radiografías cefalométricas, periapicales u oclusales15. Con el fin de superar las deficiencias de la imagen en 2D, se han incrementado significativamente las solicitudes de tomografía computada de haz cónico (TCHC), siendo éste el estudio imagenológico ideal para la evaluación de los DSNs16. Aun con el auxilio de esta tecnología, es necesario hacer énfasis en el entrenamiento constante del diagnóstico y de igual manera la planeación quirúrgica meticulosa.

Nasan reporta que la remoción de un diente supernumerario en la dentición primaria no es recomendada porque puede ocasionar el desplazamiento del diente permanente durante la operación y menciona que muchos de los DSNs temporales erupcionan gracias a la presencia de los espacios interdentales. Cuando los dientes extras han sido diagnosticados y clasificados, se debe evaluar su necesidad de tratamiento. Algunos requieren intervención quirúrgica, mientras otros no. Además, es importante establecer cuando se debe realizar la intervención. La exodoncia de este se decidirá en base a la planificación del caso, a fin de definir criterios y escoger la mejor alternativa junto al paciente y su familia17.

Si la extracción o el tratamiento quirúrgico de los DSNs no se realiza, pueden provocar complicaciones como: Dientes retenidos, erupción ectópica, malposición dentaria y problemas oclusales, problemas funcionales, interferencias con el tratamiento de ortodoncia, diastemas, desplazamiento del diente permanente, quistes derivados de folículos supernumerarios, caries de los dientes vecinos por el aumento de retención de placa dentobacteriana por el DSN, rizólisis (reabsorción prematura dental y lesiones periodontales por la compresión sobre las raíces de los dientes adyacentes) o pérdida de vitalidad dental.

El diagnóstico diferencial de los DSNs generalmente está relacionado con odontoma, tumor adenomatoide y cementoblastoma18.

En lo referido al tiempo quirúrgico y a su dificultad de la extirpación de los DSNs, algunos de los factores de influencia serían la cantidad y tipo de hueso, distancia al diente permanente no erupcionado, y la localización de este (estructuras anatómicas adyacentes), además de las complicaciones de cualquier procedimiento quirúrgico. El pronóstico de estos pacientes una vez retirado el DSN es bueno, ya que se elimina el factor desencadenante de las complicaciones anteriormente señaladas19.

Extracción quirúrgica de dientes super numerarios

Seis meses después del tratamiento endoquirúrgico y evaluando el éxito de esta intervención, se programó la extracción de los DSNs, actualizando los datos de salud de la paciente y solicitando estudios complementarios (química sanguínea y tiempos de coagulación). A través de un segundo consentimiento informado para esta intervención; fue propuesta la eliminación de esta patología; mediante un abordaje para mentoplastia, osteotomía y extracción de DSNs por odontosección. El protocolo quirúrgico tiene como objetivo principal: la extirpación completa de los DSNs, y la sutura de los tejidos tras comprobar la formación de un buen coágulo sanguíneo, garantizando la regeneración ósea.

Figura 6. A) Anestesia locoregional. B) Incisión para colgajo de espesor total/mucoperióstico (mentoplastia) C) Separación con periostótomo. D) Debridación de tejidos, planos profundos.

El procedimiento se realizó bajo anestesia locoregional con lidocaína con vasoconstrictor; utilizando como vía de acceso un colgajo de espesor completo para un abordaje gentil que proporcione a la vez una buena visibilidad del campo quirúrgico (mentoplastia). Se disecaron los planos correspondientes, mucosa bucal, tejido muscular del área del mentón y periostio en una solo maniobra, ubicando en todo momento el nervio superficial recurrente del mentoniano, hasta descubrir la cara anterior del mentón, (Figura 6). Accediendo a la lámina ósea, se realizó osteotomía con baja velocidad con fresa de carburo N 6 e irrigación fría, cuidando en todo momento no infringir daño a las piezas 41, 42, 31, 32. Se localizo el primer DSN, siendo necesario un contorneo basal, a fin de obtener el mejor acceso. (Figura 7).

Figura 7. A) Incisión en plano profundo. B) Acceso a zona. C) Osteotomía. D) Contorneo de la lámina basal.

Dada la complicación operatoria, se decide realizar la odontosección de este espécimen1 para facilitar su retiro. Con elevador fino angulado se logró luxar, aunque hubo necesidad de hacer la exéresis en varias porciones (Figuras 8 y 9).

Figura 8. A) Separación de lámina basal. B) Remoción de cápsula folicular. C) Odontectomía. D) Exéresis de primer segmento de Ejemplar 1.

Figura 9. A-B) Exéresis de segunda porción del espécimen 1. C) Remoción de residual de capsula folicular. D) Curetaje y limpieza del nicho quirúrgico.

El suplementario (espécimen 2) requirió la misma maniobra (Figura 10).

Figura 10. A) Odontosección del espécimen 2. B) Exéresis de primera porción. C) Exéresis de segunda porción. D) Nicho quirúrgico.

Extirpados ambos DSNs, se revisaron los espacios, acondicionando el campo remanente para finalizar suturando los tejidos con hilo reabsorbible 3-0 por planos. Se confrontaron los bordes superficiales con seda 3-0 (Figura 11).

Figura 11. A-B) Sutura de planos profundos. C) Sutura de bordes superficiales. D) Porciones de ejemplar 1 y 2.

Al final del procedimiento fue colocado un vendaje compresivo para estabilizar los músculos del mentón y evitar con esto una ptósis labial (probable complicación con este tipo de abordajes, cuando no se recolocan los tejidos en posición adecuada). (Figura 12).

Figura 12. Vendaje compresivo por tres semanas.

Se indicó terapia farmacológica oral con amoxicilina 500 mg e ibuprofeno 600 mg, además de las medidas inmediatas como incorporación de crioterapia local (las primeras 24 horas), reposo absoluto 72 horas y dieta blanda. Tres semanas después hubo valoración, retiro de puntos y vendaje, encontrando franca recuperación en los tejidos. 

Figura 13. A-B) Tres meses después de la cirugía de extracción de supernumerarios y nueve meses después de la lesión apical crónica, la paciente presentó excelente evolución como se observa en estas imágenes.

Conclusiones y resultados

En la actualidad, las nuevas modalidades en técnicas y materiales e implementación de novedosas tecnologías tienden a redireccionar estrategias y procedimientos odontológicos. Con las exploraciones dinámicas de las imágenes adquiridas de los tomógrafos se obtiene un mayor beneficio para clínicos principiantes y clínicos experimentados. Esta capacidad tecnológica para mostrar imágenes geométricamente precisas en las tres dimensiones, la relación y naturaleza espacial, la eliminación de ruido anatómico adyacente, la sensibilidad y la dosis efectiva comparable, confieren ventajas importantes para el diagnóstico, evaluación y seguimiento de la Periodontitis Apical Crónica y los Dientes Super Numerarios. Observando que los tratamientos transdisciplinarios logran una correcta y mejor planificación para lograr soluciones exitosas20.21. Algunos estudios han revelado la ausencia de protocolos de tratamiento para los pacientes que presentan DSNs, determinando resultados integrales poco predecibles22. Por ello, se propone que la atención transdiciplinaria promueve mejores resultados cuando se unifican y consensuan criterios como guía de procedimiento. En este caso, el coaching y la planeación de las áreas maxilofacial y endodóntica con el respaldo de la visión final restaurativa se complementaron para llevar a cabo un protocolo fiable y exitoso.

 AUTORES

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  1. Jorge Hernández Sánchez es especialista en Ortodoncia que ejerce en Ciudad de México.
  2. Tonatiuh Valadez García es Cirujano Oral en Ciudad de México.
  3. Lilia Méndez Puentes es Especialista en Ortodoncia en Ciudad de México.

Referencias

  1. Huamán-Chipana et al. Evaluación de lesiones periapicales de origen endodóntico mediante tomografía computada Cone Beam. Ciencias Clínicas 2015;16(1):5-11.
  2. Barzuna M, Pabón E. Tratamiento no quirurgico de lesion periapical de gran tamaños: reporte de caso. Odontologia Vital 2020. 32. Pag. 29-38.
  3. Puello CC y cols. Correlación clínico-patológica de lesiones apicales. Revista Odontológica Mexicana 2017;21 (1): 22-29.
  4. Ibid.
  5. Ibid.
  6. Ibid.
  7. Huamán-Chipana et al. Evaluación de lesiones periapicales de origen. endodóntico mediante tomografía computada Cone Beam. Ciencias Clínicas 2015;16(1):5-11.
  1. Oviedo M. Pàmela; Hernández A., Juan Felipe. Tomografía computarizada Cone Beam en endodoncia. Revista Estomatológica Herediana, vol. 22, núm. 1, enero-marzo, 2012, pp. 59-64.
  2. Boccio Samaniego Leire Aplicaciones de la CBCT en el diagnóstico en endodoncia Reduca (Recursos Educativos). Serie Congresos Alumnos. 6 (4): 202-214, 2014.
  3. Huamán-Chipana et al. Evaluación de lesiones periapicales de origen endodóntico mediante tomografía computada Cone Beam. Ciencias Clínicas 2015;16(1):5-11.
  4. Oropeza M. Martha Patricia. Dientes supernumerarios. Reporte de un caso clínico Revista Odontológica Mexicana Vol. 17, Núm. 2. abril-junio 2013. pág. 91-96.
  5. Olate Morales S, Alister Herdener JP, Thomas Maldonado D, Alveal Campuzano R. Aproximación a un protocolo quirúrgico para el manejo de dientes supernumerarios: Evaluación de un caso y revisión de la literatura. Avances en Odontoestomatología Vol. 23 - Núm. 2, 2007 pág. 67-73.
  6. Oropeza M. Martha Patricia. Dientes supernumerarios. Reporte de un caso clínico Revista Odontológica Mexicana Vol. 17, Núm. 2. abril-junio 2013. pág. 91-96.
  7. Oropeza M. Martha Patricia. Dientes supernumerarios. Reporte de un caso clínico Revista Odontológica Mexicana Vol. 17, Núm. 2. abril-junio 2013. pág. 91-96.
  8. Ibid.
  9. Sebastián et al. Dientes supernumerarios: claves esenciales para un adecuado informe radiológico Revista Argentina de Radiología. 2016; 80(4):258-267.
  10. Romero D. K., Trevejo B. A. P, Ruiz G. V. E. Importancia de la detección de dientes supernumerarios con tomografía computada de haz cónico. Rev. Estomatol. Herediana. 2019 abr-jun;29 (2):166-67.
  11. Oropeza M. Martha Patricia. Dientes supernumerarios. Reporte de un caso clínico Revista Odontológica Mexicana Vol. 17, Núm. 2. abril-junio 2013. pág. 91-96.
  12. Ibid
  13. Ibid
  14. Olate Morales S, Alister Herdener JP, Thomas Maldonado D, Alveal Campuzano R. Aproximación a un protocolo quirúrgico para el manejo de dientes supernumerarios: Evaluación de un caso y revisión de la literatura. Avances en Odontoestomatología Vol. 23 - Núm. 2 – 2007 pág. 67-73.
  15. Hernández S. Jorge, Valadez G. Tonatiuh, Méndez P. Lilia. https://la.dental-tribune.com/news/la-linea-de-la-belleza-del-rostro.
  16. Patchett CL, Crawford PJM, Cameron AC, Stephens CD. The management of supernumerary teeth in childhood - a retrospective study of practice in Bristol Dental Hospital, England and Westmead Dental Hospital, Sydney, Australia International Journal of Paediatric Dentistry 2001;11:259-65.

 

 

 

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