Enrique Mejía Burgos (1939-2022), una huella imborrable en la odontología colombiana

Hernán Giraldo Cifuentes

mar. 15 febrero 2022

Cuota

guardar

Enrique Mejía Burgos nació en Cali, Colombia, el 13 de marzo de 1939, hijo de Hernando Mejía Sánchez y Albella Burgos, hogar en el que creció con sus tres hermanas, muy cercanas también a su vida personal y profesional: Victoria (Q.E.P.D), Beatriz y Margarita.

Obtuvo su bachillerato en el Instituto de La Salle en Bogotá y se graduó como Odontólogo de la Universidad Nacional de Colombia y como Ortodoncista de la Universidad Javeriana, donde también fue profesor.

En enero de 1986, por un accidente que le produjo una hemorragia severa, tuvo la experiencia de haber “levitado como entre un caleidoscopio cuadrado con muchas imágenes geométricas blancas y negras”, tal y como lo relató y escribió varias veces; es decir, estuvo muerto entre el túnel, en el que antes de salir, vio una figura estática, en forma de rombo, figura que materializó y acompaña desde décadas el altar de la capilla “La Luz” de UniCIEO.

Siempre soñó con tener una universidad para compartirle a las más jóvenes generaciones su saber. Curiosamente, el mismo año de su desafortunado evento, el Ministerio de Educación Nacional, le aceptó y aprobó su sueño, bajo la figura de un Convenio de Cooperación Académica con la facultad de Medicina de la Universidad Militar Nueva Granada, que inicialmente se llamó el Centro de Investigación y Estudios Odontológicos - Fundación CIEO. Años después, en 2010 se convirtió en Institución de Educación Superior, bajo el nombre actual de UniCIEO. Allí, se han forjado decenas de especialistas que hoy gozan de gran trayectoria nacional e internacional.

Entre su legado, deja frases como esta: “Lo que merece ser hecho, merece ser bien hecho” y “nosotros les damos la comida; el hambre la ponen ustedes”; frases que acompañaron en su vida de maestro a muchas generaciones.

Amante de la tecnología y de la fotografía, fue también uno de los pioneros de la Implantología Oral en Colombia, al punto de diseñar y fabricar sus propios implantes, de la marca SIS, como también creó y patentó un “tipodonto” para las prácticas de ortodoncia.

El Dr. Mejía Burgos Fue también célebre como conferencista nacional e internacional; sus conferencias siempre cautivaban con curiosidades que ponía en práctica en su desempeño clínico, pero también demostradas en el campo de la investigación.

Su espiritualidad fue infinita; tanto, que desbordaba notablemente valores como la humildad y la confianza plena en los demás; sabía callar cuando era propio; y esperar con cautela antes de tomar sus sabias decisiones.

Dedicó su vida a su familia y a su trabajo; se casó con Maritza Clavijo, con quien tuvo dos hijas, Catalina y María Angélica. Cultivó pocas aficiones para evitar que distrajeran su atención. Era amante de la gastronomía, de la música clásica y sus conversaciones llenas de anécdotas captaban la atención de quienes compartían sus relatos de vida, que siempre contaban con una precisa descripción de la fecha, los actores y el lugar; pero también en ellas, escuchaba con gran sabiduría.

Fue miembro de la Federación Odontológica Colombiana; de la Asociación Colombiana de Prostodoncia, de la Asociación Colombiana de Ortodoncia, Miembro Fundador y Honorario de Asocolaser y de la Asociación Colombiana de Facultades de Odontología.

El Dr. Enrique Mejía deja hoy una huella imborrable; un legado para la eternidad, entre quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y de ser sus amigos y seguidores; pero también para la odontología colombiana la que, a través de sus agremiaciones, en varias ocasiones lo reconoció como figura insigne de la profesión que tanto amó, hasta el 27 de enero de 2022.

____________________________________________________________________

El Dr. Hernán Giraldo Cifuentes es Director del Postgrado en Rehabilitación Oral de UniCIEO.