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La publicidad engañosa nos perjudica a todos

Los pacientes deben desconfiar de los tratamientos que se anuncien a precios muy económicos o vinculados a fechas especiales, estilo “recibe 50% de descuento en todos los tratamientos en Black Friday”, lo que el autor califica como una verguenza. (Foto: jp-valery-9BatP4ovW2I/unsplash)

mar. 3 marzo 2020

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Enrique Jadad exhorta a no tratar a nuestros pacientes como “clientes” a los que venderles tratamientos por cualquier medio y a cualquier precio, a mantener un comportamiento profesional ético y honesto, que evite la mercantilización de los servicios de salud como si fueran solo un simple producto más.

  DIGNIFICANDO LA ODONTOLOGIA 

La publicidad es un evento común en el día a día de nuestras vidas, una forma de comunicación que se encuentra en continua evolución y que constituye un instrumento de vital importancia para competir en el mercado.

A través de la publicidad, personas, profesionales y empresas buscan dar a conocer sus productos o servicios y captar el mayor número de clientes; sin embargo, no toda la publicidad que encontramos es lícita.

Me encuentro muy preocupado por una situación que no es nueva, se trata de una práctica basada en publicidad en todo tipo en redes sociales y en el internet. Estamos en pleno campo de batalla y en medio de aterradoras pautas publicitarias de tratamientos maravillosos e inimaginables apoyados en herramientas tecnológicas.

Los odontólogos y clínicas que utilizan este tipo de ofertas engañosas lo hacen premeditadamente, copiando técnicas de consumo masivo con la única finalidad de captar clientes. Esta práctica, además de ser poco ética, no debe ser implementada en servicios vinculados a la salud, como la odontología. En el campo de la medicina y la odontología debe primar la información veraz al paciente, no manipularlos a consumir y, sobre todo, aplicar criterios científicos y no mercantiles.

Con estas ofertas desesperadas usted, querido colega, no está haciendo más que trabajar erróneamente, está generando una competencia desleal, le está causando un daño irreparable a la profesión y a sus colegas”.

Todos estos ganchos publicitarios deben hacer dudar y pensar muy bien a los pacientes antes de someterse a un tratamiento odontológico. Estas campañas de publicidad llenas de artimañas y engaños solamente existen para captar incautos a los que les atraiga la mirada por estos falsos mensajes, con los bajos costos ofertados y los increíblemente milagrosos procedimientos expuestos. Pero al final los afectados son los pacientes que quedan atrapados en contratos que en muchos casos son cedidos por las clínicas a bancos intermediarios.

Permanentemente, le explico a los pacientes que me visitan que la boca es parte de nuestra salud general y no podemos arriesgarnos ante tratamientos odontológicos de bajo costo o llamados y dudosa calidad. En estos tiempos de crisis mundial, se aprovechan para hacer ver a precios “muy asequibles” tratamientos odontológicos que siempre han sido considerados costosos, se aprovechan de la necesidad por ahorrar y se ofertan promociones 2 x 1, precios a menos de la mitad del precio convencional, tratamientos gratuitos, consulta gratis, radiografías sin costo, entre otros.

Los estamentos gubernamentales se encuentran en alerta por la proliferación exponencial de la publicidad engañosa en el sector odontológico. Hay un sinnúmero de ofertas en tratamientos dentales que confunden a propios y extraños, muchos de los costos reales no se encuentran anunciados, pero al final sí que se les cobran a los pacientes.

Estamos frente a un fenómeno meramente capitalista, hambre de dinero a cualquier costa, estamos perdiendo ese Norte que nos inculcaron durante nuestra formación de velar por la salud e integridad de nuestros pacientes. Tristemente, la odontología pasó de ser una profesión muy hermosa y rentable, que se manejaba con etica y rectitud, a ser un negocio donde la competencia es muy abrumadora y donde la oferta es tan grande que hoy día no se compite con calidad sino con precio, ofertando tratamientos falsos, mentirosos y lesivos en un gran porcentaje.

Cuando se ofertan este tipo de promociones en tratamientos odontológicos, se debe rebajar la calidad de los materiales utilizados con productos estos que no están testeados ni han sido incluídos en estudios; se desconoce la durabilidad, biocompatibilidad e idoneidad de muchos de estos equipos y materiales, incluso si suponen un riesgo para la salud. También se pierde el trato exclusivo e individualizado que se le suele brindar a los pacientes, ya que se hace necesario atender por volumen para que sea rentable el negocio. Además, se diagnostican tratamientos que no se necesitan y que incrementan los costos a ser sufragados por los pacientes.

Muchos colegas que compran tecnología de punta piensan que solo con adquirirla ya se convierten en expertos; algunas compañías que les venden esos equipos los nombran conferencistas, profesores e instructores para hacerlos sentir “bien”. Pero lo cierto es que se debe estudiar, gastar horas, dias, semanas, meses o años en preparación e instrucción para poder ejecutar manejos complejos apoyados en esta tecnología al servicio de los pacientes que confían en nosotros.

Recientemente, he visto que se ofrecen limpiezas dentales con láser a precios irrisorios. En mi ciudad, por ejemplo, un procedimiento de este tipo se ofrece a menos de 25 dólares americanos. Usar un láser de erbio para realizar un detartraje es como disparar un fusil AK47 contra una mosca.

Ganchos como estos se ven a diario en todos los medios. Por esto, debemos aconsejar a los pacientes para que eviten sorpresas desagradables al momento de recibir la factura por su tratamiento; los pacientes deben desconfiar de todos los tratamientos que se anuncien a precios muy económicos vinculados a fechas especiales, estilo “recibe 50% de descuento en todos los tratamientos en Black Friday”, lo que realmente es una verguenza.

“Sueño con un futuro donde la sociedad comience a ser tratada como pacientes y no como clientes”.

En nuestro cuerpo, debemos exigir lo mejor en materiales de marcas reconocidas, respaldadas por investigaciones, la última tecnología y algo muy importante: ponerse en manos de profesionales capacitados, que nos generen confianza y profesionalidad para solucionar todas las dudas que puedan surgir tanto del tratamiento como de los materiales utilizados.

Es importante que los pacientes, antes de iniciar o aceptar un tratamiento, soliciten un presupuesto detallado con el precio final del tratamiento completo y que sea un odontólogo y no un vendedor quien lo entregue y explique; se le deben explicar todas las alternativas posibles de tratamiento para solucionar el problema de salud del paciente que es un ser vulnerable y fácilmente cae en estas artimañas engañosas por su desconocimiento de temas de salud oral.

Colegas, quisiera que reflexionemos sobre este tema de la publicidad agresiva y engañosa. Si usted o su equipo de trabajo han acudido o acuden a este sistema de promoción con rebajas del 50%, si usted es partidario de ofrecer tratamientos 2 × 1, ofertar promociones en Black Friday, le diría sin ánimo de ofender, que usted está totalmente equivocado y está incurriendo en un grave y craso error.

Colega, esa odontología que tanto sacrificio le ha costado llegar a ejercer, el alto costo de la educación continuada, el costo de los biomateriales que usa en su consulta, los servicios públicos y privados, la nómina de los empleados que laboran con usted, su credibilidad, sus manos, su espalda, su vista, el bienestar de su familia, el lindero científico de la odontología, su dignidad y muchos otros temas jamás los va a recuperar de manera honesta y racional.

Con estas ofertas desesperadas usted, querido colega, no está haciendo más que trabajar erróneamente, usted está generando una competencia desleal, ofertando regalos y dádivas, sea en especie,  descuento o en “regalos”, le está causando un daño irreparable a la profesión y a sus colegas. Entendiendo lo difícil que está el campo laboral, la dificultad para captar pacientes, la sobreoferta de odontólogos, la historia actual de nuestro país, el deseo de tener pacientes todos los días, todos estos son factores preocupantes que deben ser saldados no con publicidad engañosa o mala publicidad, sino con calidad, actualización, buena atención, excelente servicio y, lo que es más importante aún, con ética y honestidad.

Es una realidad que esas ofertas van a estancar y a marcar a esos colegas o clínicas, porque los pacientes los buscarán por sus promociones, por esos avisos publicitarios de 2 × 1, de 50% de descuento. Y cuando quieran intentar cambiar las reglas económicas los pacientes no lo aceptarán, y el estigma será una sentencia: los verán como odontólogos que regalan su trabajo.

Se deben crear leyes que protejan a los pacientes y castiguen a los profesionales de la odontología que basan su práctica diaria en publicidad engañosa y desleal. Se deben realizar publicaciones que busquen concienciar, prevenir a la población y controlar la publicidad ilícita. Sueño con un futuro donde la sociedad comience a ser tratada como pacientes y no como clientes; la diferencia entre estos dos términos es muy grande, no estamos hablando de comprar un producto o servicio cualquiera, sino de algo tan vital e importante como es la salud.

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El doctor Enrique Jadad Bechara es Especialista en Rehabilitación Oral, investigador y conferencista con práctica privada en Barranquilla (Colombia). Fundador del Grupo Dignificar la Odontología. Contacto: ejadad@gmail.com

 

 

One thought on “La publicidad engañosa nos perjudica a todos

  1. Daisy Vicuña says:

    Excelente artículo Dr, Jadad, mi aplauso por un artículo redactado con mucha inteligencia, y realismo.
    Hoy nuestra profesión se encuentra prostituída por el mercantilismo y la ambición de enriquecerse sin pensar en el paciente.

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