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Ciclistas desdentados, deportistas descuidados

Lucho Herrera fue el primer colombiano en la historia en ganar una etapa del Tour de Francia, el 16 de julio de 1984.

mar. 13 octubre 2020

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Nuestro cronista rescata los casos de conocidos ciclistas que perdieron la dentadura en medio de una competición internacional y advierte de los riesgos de las bebidas energéticas, cuyos azúcares pueden dañar el esmalte dental y facilitar la aparición de caries.

La actividad deportiva está asociada a una óptima salud oral. Muchos artículos y estudios científicos reportan que los deportistas o personas que regularmente practican algún deporte tienen menos riesgo de presentar enfermedad periodontal. Hacer deporte regularmente y de forma moderada es sinónimo de prevención de la aparición de enfermedades de las encías y ayuda sustancialmente a tener una boca más sana. En cambio, la obesidad puede ser un detonante para las enfermedades periodontales.

Según los estudios disponibles, las personas que presentan índices de masa corporal adecuados y que practican algún deporte de manera habitual podrían tener menor riesgo de sufrir periodontitis. Muy pocas personas tienen conocimiento de esto, desconocen que una mala salud oral tiene consecuencias en los resultados en los deportistas y que determinados hábitos son patrones de riesgo que pueden afectar su rendimiento.

“Las personas que presentan índices de masa corporal adecuados y practican algún deporte de manera habitual podrían tener menor riesgo de sufrir periodontitis”.

En el Tour de Francia de 1984 aparecieron algunos deportistas que, en principio, no parecían tan ilustres, pero lo fueron: los ciclistas colombianos. En la década de los 80s, los ciclistas colombianos, conocidos desde esa época como “Los Escarabajos”, empezaron a ser protagonistas. En esa competencia de 1984, la organización del Tour invitó al equipo Varta, el de Lucho Herrera, aunque no todos corrían con el conjunto colombiano, que en realidad era la selección de su país. Martín Ramírez, que no había sido parte de este equipo colombiano, fichó por un equipo europeo para disputar el Tour, y fue el primer ciclista del país sudamericano que sufrió problemas dentales que fueron de conocimiento público. Al ganador del Dauphiné Liberé, mientras estaba sobre su bicicleta y en plena competencia, la dentadura, que era una prótesis total, se le cayó al suelo y se le rompió. Como anécdota, podemos recordar que le tocó llegar a la salida de la tercera etapa que arrancaba en Saint Denis, con la boca totalmente desdentada.

Pero Martín Ramírez no fue el único, ya que pocos días después, otro de los recordados Escarabajos Colombianos, el gran Lucho Herrera perdió también sus dientes. Cuentan los periódicos que esto sucedió al morder un albaricoque. Cuando quiso lanzar la semilla o pepa, los dientes salieron disparados junto con los restos de la deliciosa fruta. Herrera se dio cuenta de inmediato, pero no pudo hacer nada, ya que iba en el pelotón y vio cómo su compatriota Edgar “Condorito” Corredor, el ciclista del equipo Teka de España, pasaba con su bicicleta por encima de su dentadura y la hacía pedazos. No le quedó otra que continuar en competencia desdentado, y a pesar de tener que alimentarse durante algunos días de productos blandos, Lucho Herrera, “El Jardinerito de Fusagasugá”, consiguió el triunfo de manera brillante en Alpe D´Huez para convertirse en el primer ciclista de Colombia en ganar una etapa del Tour de Francia, triunfo recordado aún hoy día.

El gran Lucho Herrera perdió sus dientes al morder un albaricoque en el Tour de France.

Los autores de artículos de revisión encontraron que los deportistas son regulares consumidores de bebidas deportivas, barras y geles energéticos. El estado de salud bucal en los deportistas de alto rendimiento en muchos casos es deficiente, no solo en Colombia sino a nivel mundial; asimismo, a sus hábitos de higiene no se les presta el debido cuidado, factores que pueden afectar su rendimiento deportivo en las diferentes disciplinas que practican.

Se ha encontrado una relación muy fuerte entre un estado de salud oral deficiente y el rendimiento deportivo: se reporta la aparición de efectos negativos psicosociales así como la pérdida de la confianza, la calidad de vida, y una total afectación en el rendimiento deportivo. En los deportes de contacto se pueden generar fracturas, tanto dentales como de los maxilares. El abuso de bebidas energéticas, ricas en azucares y ácidos, puede originar erosiones del esmalte y facilitar la aparición de caries. También es importante saber que el esfuerzo físico genera boca seca. Muchos deportistas tienen la tendencia a ser "apretadores dentales" con el gran riesgo de generar fracturas, problemas de oclusión y desórdenes en las ATM.

Referente a la presencia de dolor en los deportistas, este síntoma no permitirá que su rendimiento destaque como cuando están en buenas condiciones; si hablamos de la presencia de un trauma producido mientras se hace deporte, el atleta no estará completamente dispuesto a practicar y evitará realizarlo con la misma intensidad que le produjo la lesión. Si se trata de una infección, habrá un compromiso sistémico, que será una limitación para poder producir al máximo.

La presencia de maloclusión podría ser el origen de determinados problemas posturales que afectan al rendimiento deportivo. Por ejemplo, es muy evidente, y está sustentado, que la presencia de tendinitis y mialgias se originan o desencadenan por infecciones orales; un tercer molar retenido puede originar una fractura mandibular en algunos deportes de contacto. La tensión que normalmente acompaña al deportista hace que el bruxismo sea un problema muy frecuente. Este hábito de apretar o rechinar los dientes acarreará problemas de desgaste dental que puede generar hipersensibilidad dentinal, fisuras, micro cracks y fracturas dentales que generan dolor y pérdida de dientes, y de paso se puede alterar la función masticatoria. La sobrecarga funcional que se asocia al bruxismo produce también contracturas musculares que generan dolores de cabeza, cuello y espalda.

La contractura de los músculos masticatorios, del cuello y espalda, imposibilitan poder tener un completo control sobre los movimientos de cabeza, cuello y hombros. Estas contracturas limitarán el rendimiento al intentar practicar la gran mayoría de los deportes. Con la relajación de la mandíbula y sus estructuras asociadas se podrá optimizar un mejor y mayor aporte de oxígeno, una menor liberación de las hormonas relacionadas con el estrés y de ácido láctico; de esta manera se aumentará la resistencia física del deportista. Los problemas que se podrían desprender ante la presencia de caries y enfermedad periodontal van a progresar de la misma manera que en la población general, aunque los deportistas podrían tener más tendencia a sufrir estos trastornos producto de la dieta y las bebidas que permanentemente utilizan.

Muchas lesiones traumáticas son el resultado de la práctica de ciertos deportes, entre las más comunes podemos citar las de cabeza y cuello, que aparecen especialmente cuando se realizan deportes de contacto como fútbol, artes marciales, lucha libre, en los que la cabeza y el cuello son primordiales durante la actividad. Algo que se presenta muy frecuentemente es la disfunción de las articulaciones temporomandibulares, fracturas de mandíbula o lesiones cervicales, entre otras.

La salud oral está íntimamente relacionada con la salud sistémica, el bienestar y la calidad de vida de las personas, sean deportistas o no. Una mala salud oral puede influir negativamente en la calidad de vida y generar inflamación periodontal que llega a afectar la salud sistémica en general. Se encuentra ampliamente documentado en numerosos artículos de revistas científicas que las enfermedades periodontales afectan tanto a las encías como al resto del organismo, generando el ambiente propicio que favorece la presencia de enfermedades tan importantes como Alzheimer, infarto de miocardio, enfermedades coronarias, diabetes, trastornos del sistema respiratorio daños musculares, desórdenes articulares, hepáticos, renales y vasculares.

Es inaceptable que un deportista de élite o aficionado realice sus rutinas con la presencia de alteraciones de su salud. No puede ser considerado normal que sufra la presencia de enfermedades periodontales. Es increíble que aún a sabiendas de todo lo que puede generar la enfermedad periodontal, las caries y las demás manifestaciones de enfermedades de la cavidad oral, la mayor parte de los deportistas de alto rendimiento, a los que se les ha acompañado con un alto grado de profesionalismo y en los que se implementa una minuciosa planificación de cada detalle que pueda interferir en el rendimiento de ese deportista, se siga ignorando en gran porcentaje de casos el cuidado de la salud oral.

Para concluir, existe la imperiosa necesidad de aumentar, mejorar y optimizar los conocimientos en salud orofacial, los posibles mecanismos para evitarlos, tratarlos y de esta forma solucionar a tiempo lo que a largo plazo podría ser catastrófico en lo que a resultados se refiere, teniendo en cuenta las enormes exigencias que demanda cada disciplina deportiva. Esto resulta ser más alarmante si se toma en consideración que una parte del éxito deportivo depende directamente de la adecuada prevención, manejo y atención de los desórdenes y enfermedades que se presentan en la cavidad oral.

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El Dr. Enrique Jada es especialista en Rehabilitación Oral, investigador y conferencista con práctica privada en Barranquilla (Colombia). Fundador del Grupo Dignificar la Odontología.

 

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