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Impacto del envejecimiento en la atención de la salud (5)

Foto: Detalle de “Conmemoración de la batalla de Almansa", escultura de Antoni Miró expuesta en Altea, Alicante / Javier de Pisón
Fuensanta López Castaño y Susana Martínez Illán explican que la dificultad de la higiene oral y la salud dental en los adultos mayores radica en que estos pacientes tienen comorbilidades superpuestas.

La Dra. Fuensanta López Castaño, Profesora Asociada y Doctora en Gerodontología y Tratamiento Odontológico en Pacientes Especiales en UCAM, y la Dra. Susana Martínez Illán, Especialista Universitaria en Gerodontología en el mismo centro, afirman que el envejecimiento de la población es el fenómeno de mayor impacto del siglo XXI. Como tal, está poniendo a prueba los sistemas de protección social y atención de la salud, que son esenciales para mantener la calidad de vida de las personas mayores. A su vez, dicen, el aumento de la demanda de servicios de salud para este grupo de población puede llevar a la creación de millones de puestos de trabajo en una década.

Quinto artículo

EDICION ESPECIAL SOBRE ODONTOGERIATRIA 

Serie de 12 artículos sobre la especialidad de Dental Tribune

Hoy en día, la expectativa de vida en la mayoría de los países supera los 60 años de edad. En los países en desarrollo se ha conseguido una importante reducción de la mortalidad durante el periodo perinatal así como por enfermedades infecciosas, y en los países desarrollados se continúa incrementando la supervivencia de las personas de edad avanzada afectadas de distintas patologías1. Esto, asociado al descenso general de la natalidad, marca una tendencia global de envejecimiento de la población a escala mundial, por lo que podríamos considerar al envejecimiento como el fenómeno de mayor impacto del siglo XXI. Se ha estimado que para 2025 habrá 1.200 millones de adultos mayores, 12% de ellos estará en los países en vías de desarrollo2.

Uno de los principales desafíos que enfrentan las sociedades con poblaciones más envejecidas es la atención a las personas en situación de dependencia. La disminución de las capacidades funcionales a medida que la edad avanza eleva sustancialmente el riesgo de pérdida de autonomía para la realización de las actividades cotidianas, y con ello la necesidad de ayuda de otras personas para desarrollar muchas de las actividades básicas e instrumentales para la vida diaria (ABVD o AIVD).

El envejecimiento de la población pondrá a prueba los sistemas de protección social que sustentan la calidad de vida de las personas mayores.

Esto tiene implicaciones en lo individual, con autopercepción baja de autoestima y bienestar, generando maltrato, abandono, marginación y mala calidad de vida2. Además, el deterioro de las funciones orales conduce a una ingesta dietética deficiente y a la pérdida de peso del paciente geriátrico, lo que afecta su estado social y psicológico junto con la capacidad para resistir las infecciones.

Foto: Otro ángulo de la escultura de Antoni Miró “Conmemoración de la batalla de Almansa", en exposición en Altea / Javier de Pisón
Los retos de la atención a los adultos mayores son aún más preocupantes en América Latina y el Caribe, donde la seguridad social y los servicios públicos son escasos o están fragmentados.

El envejecimiento de la población pondrá a prueba los sistemas de protección social que sustentan la calidad de vida de las personas mayores e impondrá compromisos desde el punto de vista político. Este fenómeno reduce la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones: los años de jubilación aumentan y la relación entre la base contributiva y los pensionados se reduce. También ejerce presión en los sistemas de salud, ya que las personas mayores tienen un mayor gasto en atención médica per cápita. Además, la tendencia aumenta la demanda de servicios de atención de larga duración, ya que las personas mayores tienen más probabilidades de perder su capacidad funcional y necesitar ayuda para realizar las actividades de la vida diaria. Estos retos son aún más preocupantes en América Latina y el Caribe, donde el trabajo informal está muy extendido y la seguridad social y los servicios públicos son escasos, están fragmentados y, en algunos casos, carecen de adecuada financiación3.

“Población geriátrica” es aquella con una edad de 65 años o más, mientras que aquellos de 65 a 74 años se denominan “ancianos tempranos” y los mayores de 75 años “ancianos tardíos”.

Por tanto, el envejecimiento demográfico, junto con el progresivo aumento de la población dependiente y la consiguiente necesidad de cuidados a estos pacientes, hace que las instituciones promuevan y desarrollen políticas sociales, sanitarias y económicas para abordar, prevenir y limitar los efectos de este crecimiento. La atención a estas personas supone un gran reto tanto por el número de personas necesitadas de cuidados como por el esfuerzo económico que supone4,5.

Definiciones y conceptos

Geriatría y Gerodontología

La Organización Mundial de la Salud ha informado de un aumento estimado del 2,5% en la tasa anual de la población geriátrica. Se define como “población geriátrica” a aquella con una edad cronológica de 65 años o más, mientras que aquellos de 65 a 74 años se denominan “ancianos tempranos” y los mayores de 75 años “ancianos tardíos”.

La Gerodontología se ocupa de la atención odontológica del adulto mayor, con especial consideración a los pacientes que padecen diferentes dolencias junto con el cuidado de sus necesidades fisiológicas, físicas y/o psicológicas.

Dependencia

La definición legal de dependencia que ofrece en España la Ley 39/2006 (artículo 2.2) es la siguiente:

“El estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal”.

Envejecimiento, dependencia y calidad de vida

El envejecimiento y la discapacidad son factores generadores de situaciones de dependencia que afectan de forma generalizada a todas las poblaciones, pero cuyos efectos son especialmente críticos en las capas sociales más vulnerables, con redes de apoyo formales o informales deficitarias. A mediados del presente siglo, la Unión Europea tendrá́ una de las más altas tasas de dependencia del mundo, y esas tasas también serán bastante elevadas en algunos países del entorno iberoamericano como Uruguay, Chile, Costa Rica, Cuba, Colombia, Brasil, Argentina y México. La necesidad de cuidados por dependencia impacta especialmente en el entorno familiar y de manera directa en las mujeres, que tradicionalmente han asumido las tareas de apoyo a las personas con dependencia en el hogar de manera mayoritaria6.

El envejecimiento de la población, relacionado en gran medida con el aumento de la esperanza de vida, ha ocasionado un incremento de las enfermedades.

La disminución de la capacidad funcional también conlleva la pérdida de años de salud. En promedio, en los países de América Latina y el Caribe, el 14,4% de las personas mayores de 65 años viven en situación de dependencia funcional y necesitan ayuda para realizar al menos una actividad básica de la vida diaria. En cifras absolutas, esto significa que casi 8 millones de personas mayores en la región requieren servicios de atención a la dependencia de larga duración3.

Figura 1. Evolución del porcentaje de la población mayor en España por tramos de edad. (Fuente: Instituto Nacional de Estadística 2021).

 

Figura 2. Proyección de la evolución del porcentaje de población anciana dependiente en distintos países. (OECD iLibrary: Old-age dependency ratio)

Envejecimiento y demografía

España es un ejemplo de una población envejecida que ha avanzado en las reformas institucionales necesarias para atender a la creciente población dependiente. La proporción de personas de 65 años y más en este país ronda el 18,0%, lo cual la ubica en el puesto 23 del ranking mundial de países más envejecidos del mundo7. El país pasó del 10% de mayores de 65 años en 1975, a ser el 17% en 2010 y a una estimación del 22% en 20408.

El área de América Latina y el Caribe es la región que envejece más rápido en el mundo. Para 2085, será la primera región en la que una de cada tres personas tendrá más de 65 años, pero dispondrá de menos recursos económicos que los países de ingresos altos para hacer frente a este proceso de envejecimiento de la población3.

Dependencia y atención sanitaria

El envejecimiento de la población, relacionado en gran medida con el aumento de la esperanza de vida, ha ocasionado un incremento de las enfermedades relacionadas a dicho proceso. Esto ha causado un gran impacto sanitario y de consumo de recursos que previsiblemente aumentará conforme dicho envejecimiento siga incrementándose. La prevención de las complicaciones de dichas patologías se presenta por tanto como una de las principales formas de disminuir dicho incremento por ser una de las más eficientes, además de ser de indudable carácter ético8.

Sistemas de atención a la dependencia

España

Con el proceso progresivo envejecimiento de la población que se ha producido en España en las últimas décadas, con incremento casi exponencial, el Estado ha entendido que ha surgido una nueva necesidad social, que no se encontraba atendida o solo de modo incompleto desde los sistemas de Seguridad Social o de los servicios sociales, y que se revelaba acreedora de un nuevo dispositivo de protección social, creado ex novo, dirigido a dar respuesta a esta grave y acuciante demanda. La autonomía personal, la dependencia, y los cuidados de larga duración, se convierten en cuestión de política social de primera magnitud, siendo aprobada la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Persona y Atención a las Personas en situación de Dependencia (LAPAD), que regula el sistema de cuidados para las personas de edad avanzada o con discapacidad cuya autonomía personal estaría seriamente comprometida si no reciben apoyos públicos9 y que supuso un importante paso hacia la protección social pública del riesgo de dependencia en ese país6.

Surge así el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) entendido como una nueva arquitectura jurídico-pública de protección social, en buena parte novedosa, pero con conexiones con las políticas de mayores, las de discapacidad, las de Seguridad Social y en general con el sistema previo de servicios sociales9. El SAAD se basa en la acción coordinada y cooperativa de la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, y contempla medidas en todas las áreas que afectan a las personas en situación de dependencia, con la participación de las Entidades Locales9, estableciendo los recursos, servicios y condiciones básicas para su provisión, como derecho subjetivo en distintos niveles de protección.

El SAAD es una herramienta clave para la atención integral de calidad, pero se encuentra en crisis social, administrativa y estratégica casi permanente.

El catálogo de servicios que la propia Ley enuncia (artículo 15) comprende los servicios sociales de promoción de la autonomía personal y de atención a la dependencia, en los términos que se especifican en este capítulo9:

  1. a) Servicios de prevención de las situaciones de dependencia y los de promoción de la autonomía personal.
  2. b) Servicio de Tele-asistencia.
  3. c) Servicio de Ayuda a domicilio.
  4. d) Servicio de Centro de Día y de Noche.
  5. e) Servicio de Atención Residencial.

El SAAD es por tanto una herramienta clave para la atención integral de calidad, pero se encuentra en crisis social, administrativa y estratégica casi permanente, sobre la que existe una considerable cantidad de información técnica, aunque no siempre atendida en los circuitos de las publicaciones científicas6.

América Latina y el Caribe

Hace cuatro décadas que los países de altos ingresos iniciaron el desarrollo de Sistemas de Cuidados de Larga Duración (CLD). En América Latina, este proceso acaba de comenzar. Aunque en países como Chile, Costa Rica, Brasil, Ecuador y Uruguay, ya contaban con políticas de cuidado enfocadas principalmente a ciertos segmentos de la población (los niños y sus madres, los adultos mayores y las personas con discapacidad)10, solo hay dos modelos nacionales enfocados al cuidado de largo duración: el de Uruguay, que comenzó en el 2015, y el de Costa Rica, que se inició en el 20214.

Argentina y México se han adherido a diversas convenciones sobre los derechos de las personas mayores, como el Plan de Acción de Madrid (2002) y la Estrategia Regional de Implementación para América Latina y el Caribe (2003), la Declaración de Brasilia (2007), la Carta de San José de Costa Rica sobre los derechos de las personas mayores de América Latina y el Caribe (2012) y el Consenso de Montevideo sobre población y desarrollo (2013). Si bien la adhesión a las referidas convenciones se ha plasmado en diversas políticas tendientes a incidir en la calidad de vida de este grupo poblacional, no existen en la actualidad políticas nacionales de cuidados de larga duración instrumentadas en estos países10.

Comparativa CLD en Europa

Los modelos nacionales de protección social más avanzados de la Unión Europea (UE) han reforzado progresivamente el derecho social de acceso a los CLD y al mismo tiempo la doble lógica de la centralidad y autonomía de las personas y de la atención hasta donde sea posible en su domicilio y comunidad.

El Plan de Choque en Dependencia, la Estrategia Nacional de Desinstitucionalización, y las inversiones del Plan de Apoyos y CLD de España asumen esta doble lógica. Prácticamente todos los modelos europeos de CLD afrontan retos similares en los siguientes ámbitos: gobernanza, provisión de servicios, coordinación entre servicios sociales y sanitarios y garantizar una oferta de empleo estable.

Todos los retos mencionados son importantes, pero entre ellos destacan dos: la sostenibilidad y la calidad. La sostenibilidad no se reduce a la sostenibilidad financiera, sino también a la institucional, es decir, a los ajustes y compromisos dirigidos a garantizar un sistema que mejore la calidad de vida de las personas. La calidad exige avanzar hacia sistemas públicos de acreditación de centros y servicios, pero también mejorar las herramientas de medición de impacto en el bienestar públicos de los sistemas de CLD11.

Acceso a los distintos sistemas de atención

En el caso de países como Dinamarca, España o Costa Rica, el acceso es universal. Esto no ocurre en otros casos, como Australia, Japón y Uruguay, en donde se consideran umbrales de edad. El caso de Australia es particular. En términos generales, son beneficiarias todas las personas de 65 o más años. Sin embargo, tiene dos excepciones: a) pueden acceder a partir de los 50 años quienes sufren envejecimiento prematuro y sin hogar, y las personas dependientes que pertenezcan a los pueblos originarios y habitantes de las Islas del Estrecho de Torres; y b) pueden acceder desde los 45 años quienes cumplen ambos requisitos a la vez4.

El proceso de envejecimiento no es igual para todos y se ve afectado no solo por factores genéticos sino también por factores contextuales y de comportamiento. Así, mientras hay personas que llegan a la vejez en condiciones saludables y con total autonomía funcional, otras comienzan a tener dificultades desde edades relativamente tempranas1. Esto es especialmente relevante en los países de ingresos bajos y medios, donde las enfermedades crónicas, que muchas veces dan lugar a limitaciones y a dependencia funcional suelen aparecer en edades más tempranas que en los países de ingresos altos. Por lo tanto, establecer límites de edad, sobre todo cuando estos son muy altos, puede dejar fuera del sistema a personas con dificultades importantes para realizar sus tareas diarias. Para dar algunos ejemplos, en México casi el 50% de las personas con dificultades para realizar ABVD tiene entre 50 y 69 años, mientras en Chile el 40% tiene entre 15 y 69 años3.

Marco conceptual de la atención sanitaria al anciano

A medida que la población envejece, aumenta la demanda de servicios de salud, y cambia el foco desde los servicios materno-infantiles y atención a las enfermedades agudas hacia aquellos que se centran en la prevención y el tratamiento a largo plazo de las enfermedades crónicas3. Como resultado del cambio demográfico, habrá más pacientes mayores que padezcan enfermedades crónicas y, en muchos casos, múltiples.

Existe la posibilidad de que se generen ocho millones de puestos de trabajo en el sector de la asistencia sanitaria y social en los próximos diez años. 

Casi la mitad de las personas de 65 años o más son percibidas como si tuvieran una discapacidad o una limitación en la actividad de larga duración. Además, los efectos del cambio climático, los desastres naturales y la degradación y contaminación ambientales tienden a aumentar de forma desproporcionada la presión sobre la salud de las personas mayores. Esto aumentará la necesidad de asistencia sanitaria y de otros servicios asistenciales y de apoyo10. Es vital detectar dependencia funcional en sus inicios, con apoyo de escalas validadas de fácil aplicación en el primer nivel de atención, para que se pueda mejorar con el equipo multidisciplinar su eficiencia y tratamiento oportuno; y asesorar a la familia para que brinde un apoyo adecuado para mejorar su calidad de vida futura y evitar más complicaciones2.

Diferencias territoriales en el acceso a cuidados y servicios

Aunque la mayoría de los países de la UE ha logrado la cobertura universal de un conjunto básico de servicios sanitarios, el rango de servicios y el grado de participación del afiliado en los gastos varían significativamente entre los países. El acceso efectivo a la asistencia puede verse limitado por motivos económicos, la carencia de efectivos, largos periodos de espera y una distancia de viaje excesiva hasta la infraestructura sanitaria más cercana.

Sin una protección social adecuada, la necesidad de cuidados de larga duración puede empujar a las personas a la pobreza.

Algunos Estados miembros registran problemas en el acceso a la asistencia sanitaria en zonas rurales y periféricas. Estas zonas se conocen como "desiertos médicos". Las disparidades regionales en el acceso a la asistencia sanitaria han cobrado un nuevo impulso durante la pandemia de Covid-19. Esto es igualmente pertinente para el acceso a los servicios e infraestructuras de cuidados de larga duración10.

Figura 3. Tiempos de conducción hasta la infraestructura sanitaria más cercana (11).

Atención sanitaria y dependencia

Aunque los sistemas sanitarios y de cuidados de larga duración deberán responder a una mayor demanda, ambos se enfrentan a diferentes desafíos, como los relativos a la fuerza laboral, la cobertura de la protección social o los estándares de calidad. Existe la posibilidad de que se generen ocho millones de puestos de trabajo en el sector de la asistencia sanitaria y social en los próximos diez años. Esto exigirá más especialistas y la capacitación y reciclaje profesional de los trabajadores, lo cual se abordará especialmente a través del Pacto por las capacidades que se puso en marcha en noviembre de 202010. En Europa se espera que el número de personas que pueda necesitar cuidados de larga duración aumente desde los 19,5 millones de 2016 hasta 23,6 millones en 2030 y 30,5 millones en 2050. Los servicios públicos de atención a la dependencia en América Latina y el Caribe suelen tener una cobertura y una calidad bajas, y la mayor parte de las responsabilidades de cuidados recae en las mujeres de los hogares3.

La salud oral está asociada con la calidad de vida de las personas mayores, afecta su salud general e influye en las comunicaciones y la autoestima.

Depender de los cuidadores no profesionales ya no es sostenible, dado que cada vez resulta más difícil garantizar la ayuda de los familiares, y las familias tienen menos hijos, viven aún más separadas y las mujeres participan más en el mercado laboral. Los Estados se enfrentan a desafíos comunes en materia de cuidados de larga duración, entre los que está garantizar el acceso, la asequibilidad y la calidad de dichos cuidados, así como una fuerza laboral adecuada. Muchas personas que necesitan cuidados no pueden acceder a ellos debido a carencias en la oferta, los elevados costos y la falta de protección social o de cobertura de seguro para garantizar la asequibilidad. Sin una protección social adecuada, la necesidad de cuidados de larga duración puede empujar a las personas a la pobreza. Este riesgo debe conciliarse con el mantenimiento de la sostenibilidad presupuestaria de los sistemas en una sociedad que envejece10.

Atención bucodental y dependencia

La salud oral está asociada con la calidad de vida de las personas mayores, y afecta fuertemente su salud general y sus intereses, influyendo en una variedad de aspectos de la vida pública, las comunicaciones y la autoestima. La importancia de la higiene oral y la salud dental en los adultos mayores radica en que estos pacientes tienen comorbilidades superpuestas. Por lo tanto, un buen cuidado dental es parte integral de una buena salud general que debe reforzarse en los pacientes mayores.

Como ejemplo de ello, el Gobierno de la India ha recomendado a las autoridades competentes que establezcan un comité e involucren a los profesionales de la odontología para ejecutar un plan de reducción de la carga general de enfermedades bucodentales del país con un enfoque más generalizado y realista. La dedicación y el apoyo político, social, organizativo y profesional son esenciales para llevar la salud bucodental y la salud general en una plataforma común12.

La sequedad oral puede provocar dificultades para hablar, masticar y tragar, deterioro del gusto y repercutir negativamente en la calidad de vida.

Hoy en día, los ancianos en los países desarrollados mantienen sus dientes en boca hasta una edad más avanzada, pero el envejecimiento, las enfermedades crónicas, la polifarmacia, y la dependencia aumentan el riesgo de deterioro de la salud oral y la susceptibilidad a desarrollar enfermedades orales, que pueden causar dolor, infecciones y dificultades nutricionales. La condición común de sequedad bucal aumenta el riesgo de caries dental, lo que puede conducir relativamente rápido al deterioro de la salud bucal. Además, puede causar un hándicap social, ya que la sequedad oral puede provocar dificultades para hablar, masticar y tragar, deterioro del gusto y repercutir negativamente en la calidad de vida13.

Foto: Uno de los dos paneles de la escultura de Antoni Miró “Conmemoración de la batalla de Almansa", Altea, Alicante / Javier de Pisón
Una pobre salud oral aumenta la fragilidad del paciente, y esta mayor dependencia repercute en una peor situación bucodental, afirman las autoras. 

Impacto económico del envejecimiento y la dependencia

En las próximas décadas, se prevé un descenso a largo plazo en la población total de la Unión Europea y la estructura por edades cambiará significativamente, con un incremento de la tasa de dependencia de las personas mayores. Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe sobre envejecimiento 202114 publicado por el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea (ECOFIN), un documento en el que se analiza el impacto económico y presupuestario del envejecimiento de la población a largo plazo. De acuerdo con el Eurostat, se estima que la población total se reducirá un 5% entre 2019 (447 millones) y 2070 (424 millones). No obstante, existen grandes diferencias entre los Estados miembros en las tendencias de la población nacional. Se prevé que la tasa de dependencia de las personas mayores aumentará significativamente en las próximas décadas. De aproximadamente un 29% en 2010, se incrementó al 34% en 2019 y se estima que aumentará aún más, al 59% en 207014.

El proceso de implementación de políticas de apoyo a la dependencia no puede aislarse de la llamada “crisis de los cuidados” producida por la transformación de las estructuras tradicionales en las que se basaba el cuidado y que se construyeron a partir del papel otorgado a la mujer en el hogar, en un momento en el que se hace necesaria una reflexión global sobre la sostenibilidad del sistema público de prestaciones sociales y económicas.

El gasto de las prestaciones de dependencia en 2021 alcanzó casi 10 mil millones de euros en España, y supone un gasto por persona beneficiaria de 8.321 euros/año. Esta inversión social benefició a mediados de 2022 a casi un millón y medio de personas protegidas en el ámbito del SAAD. Esto supone en 2021 que el gasto público alcance el 0,82% del PIB, aunque esta cifra queda lejos del objetivo marcado en la memoria económica de la ley, que señalaba el 1% cuando la LAPAD estuviera completamente desplegada, es decir, en 2015. También, queda lejos de los estándares de los países más desarrollados de la Unión Europea11.

A nivel odontológico, existe una interrelación entre salud oral y dependencia: una pobre salud oral aumenta la fragilidad del paciente, y esta mayor dependencia repercute en peor situación bucodental.

Se espera que el gasto en protección social para las personas mayores aumente rápidamente debido al envejecimiento de la población. El gasto global en pensiones, servicios de salud (tanto públicos como privados), y servicios de atención a la dependencia de larga duración aumentará en España del 11,7% del producto interior bruto (PIB) en 2020 al 18,9% del PIB en 2050. Alrededor del 48% de este crecimiento será impulsado por las pensiones, y el gasto en servicios de salud pasará del 7,4% al 10,2%. La mayor parte de este aumento será impulsado por el gasto en atención médica a las personas mayores de 65 años, mientras que el gasto en personas menores de 65 años se mantendrá relativamente constante. El crecimiento previsto del gasto en protección social varía considerablemente de un país a otro. En algunos países, como Brasil, Costa Rica y Argentina, se espera que el gasto aumente en más del 8% del PIB hacia 2050. Otros países, como Paraguay, Perú o República Dominicana, experimentarán un aumento del gasto inferior al 5% del PIB3.

Tendencias de futuro

Aunque el SAAD es reconocido como un pilar fundamental en el desarrollo del bienestar en España, aún no logra dar una respuesta completa para mejorar las condiciones económicas de las familias que ven disminuidos sus ingresos y recursos debido a la situación de dependencia de alguna persona en su entorno familiar6.

Los retos futuros exigirán cambios importantes en los sistemas individuales (pensiones, salud y atención a la dependencia). Pero el diseño de la protección social resultante también tendrá que garantizar un enfoque holístico para aumentar la calidad y la eficiencia del gasto.

Los países tendrán que reformar los sistemas de salud y atención a la dependencia para aumentar la cobertura y la calidad, y hacer que el gasto en pensiones sea más equitativo entre los grupos socioeconómicos, con el objetivo global de hacer más sostenible la protección social en general. Los responsables políticos deben considerar las sinergias y compensaciones entre los tres ámbitos. Las reformas a los sistemas de salud y de atención a la dependencia también deberían coordinar los servicios prestados por ambos sectores, lo que está demostrado que aumenta la eficiencia. Cada país tendrá diferentes puntos de partida y desafíos3.

A nivel odontológico, existe una interrelación entre el estado de salud oral y el nivel de dependencia: una pobre salud oral aumentará la fragilidad del paciente, y esta mayor dependencia repercutirá en peor situación bucodental. Por tanto, a la hora de desarrollar políticas enfocadas a la población dependiente, se deberían incluir los aspectos de salud oral, cubriendo unas necesidades básicas, e implementando programas preventivos incluso desde antes de la aparición de la situación de dependencia15.

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Autores

  1. La Dra. Fuensanta López Castaño es Profesora Asociada y Doctora en Gerodontología y Tratamiento Odontológico en Pacientes Especiales, Universidad Católica de Murcia (UCAM). Directora de la Residencia Clínica en Gerodontología, Pacientes con necesidades especiales y Médicamente comprometidos, Universidad Internacional de Cataluña.
  2. La Dra. Susana Martínez Illán es Especialista Universitaria en Gerodontología y Profesora Ayudante en UCAM con Máster en Tratamiento Odontologico en Pacientes Especiales.

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“Mirando a Miró”. Las imágenes que ilustran este número monográfico pertenecen a “Mirando a Miró”, ensayo fotográfico de Javier de Pisón sobre la obra escultórica del artista Antoni Miró. Esta serie de esculturas de Miró, realizadas entre 2008 y 2011, tiene doble cara (anverso y reverso o positivo y negativo), están hechas en acero corten, y se exhibieron en Altea, Alicante, como parte de las exposiciones "De mar a mar"(2022) y “Arte a la intemperie” (2023).

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Referencias

  1. World Report on Ageing and Health 2015.
  2. Jiménez-Aguilera B et al. Dependencia funcional y percepción de apoyo familiar en el adulto mayor. Atención familiar, 2016, vol. 23, no 4:129-133.
  3. Aranco N, Bosch M, Stampini M, Azuara Herrera O, Goyeneche L, Ibarrarán P, Oliveira D, Reyes Retana Torre M, Savedoff WD, Torres Ramirez E. BID. Junio. 2022. DOI: http://dx.doi.org/10.18235/0004287. Recuperado de: https://publications.iadb.org/es/envejecer-en-america-latina-y-el-caribe-proteccion-social-y-calidad-de-vida-de-las-personas-mayores
  4. Chaverri-Carvajal A, Matus-López M. Cuidados de larga duración en Costa Rica: enseñanzas para América Latina desde la evidencia internacional. Revista Panamericana de Salud Pública 2021, vol. 45.
  5. Cantero-Garlito PA, Flores-Martos JA, Moruno-Miralles P. Dependency and Care: Perspectives from the Point of View of Professionals Assessing Situations of Dependency in Spain. Int J Environ Res Public Health. 2020 Feb 13;17(4):1178. doi: 10.3390/ijerph17041178. PMID: 32069782; PMCID: PMC7068369.
  6. Huete-García A, Chaverri-Carvajal A, & Morales-Romo N. El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia en España (SAAD): Memoria de debilidades desde su implantación. Revista Prisma Social, 2021, (32), 25-44. Recuperado a partir de https://revistaprismasocial.es/article/view/4109.
  7. Monteverde LM et al. Envejecimiento poblacional y magnitud de la dependencia en Argentina y México: perspectiva comparada con España, 2016.
  8. Haya Fernández MC, Blasco Garrido I, Cabo Pastor Mb. La atención odontológica del paciente geriátrico con deterioro cognitivo. Av. Odontoestomatol 2015; 31 (3): 117-127.
  9. Pérez Bueno LC, Saravia Méndez, G. Iniciación a los derechos y a la defensa legal de las personas con discapacidad. Curso básico. Madrid: Cinca; 2022.
  10. European Commission. Green Paper on Ageing: Fostering Solidarity and Responsibility between Generations 2021.
  11. Cabrero GR. Informe de evaluación del SAAD. Resumen ejecutivo 2022.
  12. Rai S, Misra D, Misra A, Jain A, Bisla S. Impact of oral health factors on quality of life of geriatric population - A systematic review. J Indian Acad Oral Med Radiol 2021;33:453-65.
  13. Girestam Croonquist C, Dalum J, Skott P, Sjögren P, Wårdh I, Morén E. Effects of Domiciliary Professional Oral Care for Care-Dependent Elderly in Nursing Homes - Oral Hygiene, Gingival Bleeding, Root Caries and Nursing Staff's Oral Health Knowledge and Attitudes. Clinical interventions in aging 2020; 15, 1305-1315. https://doi.org/10.2147/CIA.S236460.
  14. The 2021 ageing report. Underlying assumptions
    & projection methodologies. Institutional paper 142, 2020. doi:10.2765/733565.
  15. Kossioni AE et al. An Expert Opinion from the European College of Gerodontology and the European Geriatric Medicine Society: European Policy Recommendations on Oral Health in Older Adults. JAGS 2018; 66:609-613. DOI: 10.1111/jgs.15191.

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ARTICULO AUTOR
1 Introducción del número: el arte y la ciencia de la Odontogeriatría Belisa Olmo González
2 Gerodontología para el paciente vulnerable institucionalizado o en domicilio Belisa Olmo, Manuel Ribera
3 Importancia de evaluar el rápido deterioro de la salud oral entre los adultos mayores Leonardo Marchini
4 Elaboración de prótesis parciales removibles en pacientes ancianos Rosa Moreno
5 La dependencia en la atención sanitaria y dental en gerodontología Fuensanta López, Susana Martínez
6 Fitoterapia en la tercera edad Claudia Elena
7 Tratamiento preventivo en el paciente adulto mayor José Carmelo Ortola
8 Relación de la enfermedad periodontal con enfermedades sistémicas en el paciente adulto mayor Patricia Truchuelo, Luis Sánchez-Labrador
9 Lesiones de la mucosa oral en odontogeriatría Sonia Egido, Berta Rivas
10 Xerostomía en paciente adulto mayor repercusiones en el manejo dental Ana Póveda
11 Uso de la sedación consciente con óxido nitroso en Gerodontología Victor Gil, Angela Galeotti
12 La cirugía bucal en el paciente adulto mayor Pedro Luis Ruiz Sáenz, Juan Santos Marino

 

 

 

 

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