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La metáfora del bambú japonés

Antonio Lengua Martínez

Antonio Lengua Martínez

jue. 20 junio 2019

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El odontólogo colombiano Antonio Lengua afirma que el panorama de la Odontología en su país no es alentador, pero que hay esperanza gracias al "conocimiento y las competencias adquiridas, que son nuestra fortaleza".

“Estamos en una era de cambio o en un cambio de era” — Alejandro Jadad Bechara

Fuimos formados como odontólogos con fundamentos rígidos que guían, desde nuestra conducta hasta la forma como ejercemos nuestra profesión, y son tan rígidos que no han variado desde hace más de 50 años y están consignados en un código de ética para nuestra profesión. Pero el mundo en estos mismos años de existencia de nuestro código de ética sí cambió: todo es más fácil y más rápido, y parece que no hemos sido capaces de ir a la misma velocidad con que se suceden estos cambios.

La invitación hoy es a reinventarnos para poder seguir de pie en nuestra profesión. Ser como el bambú japonés. Su crecimiento es más rápido que el de todas las especies, llegando a crecer hasta 32 metros por mes. ¿Será que nosotros crecemos a la misma velocidad que necesitamos para estar parejos con el crecimiento de los adelantos técnicos y tecnológicos de la odontología de hoy? Y eso sin considerar la velocidad con que se dan otros cambios en el mundo, en todos los campos, económico, político, etc. Todo esto impulsado por el desarrollo de todas las tecnologías, en especial la informática, que ha vuelto al mundo pequeño y en cuestión de un click podemos comunicarnos y conocer cómo se hacen las cosas al otro lado del mundo.

"Como el bambú, debemos tener humildad y resistencia, que mientras más alto crece más se inclina frente a los vientos que tratan de derrumbarlo

Nuestro presente en Colombia no es alentador, pero creo que hay esperanza, porque al igual que el bambú tenemos buenas y profundas raíces, que son el conocimiento y las competencias adquiridas en la universidad, que si las respetamos y valoramos son nuestra fortaleza.

Este árbol han tratado de sembrarlo en lugares lejanos del Japón y las personas se desaniman porque al parecer de ellos no crece igual que en su natal tierra, aunque tenga tierra similar e iguales condiciones climáticas, y es que al igual que los odontólogos, requiere de tiempo para formar raíces fuertes que luego nos permitan crecer hacia arriba, nuestras raíces las construimos durante los años de estudio. Y, como el bambú, debemos tener humildad y resistencia, que mientras más alto crece más se inclina frente a los vientos que tratan de derrumbarlo.

Ahora estamos casi que obligados a entender nuestro entorno y acomodarnos a él, sin ser desleales con nuestros principios éticos que son nuestro pilar estructural, al igual que lo hace el bambú con el viento, que es flexible ante los cambios de dirección y la fuerza de los vientos, y por eso no se quiebra, y no se doblega, pues sus raíces lo sostienen.

Por ejemplo, la comunicación hoy se da por otros medios y haciendo uso de diferentes tipos de lenguaje, no solo son los contenidos escritos, sino también imágenes y sonidos que atraen más fácilmente la atención de las personas y mejoran la compresión de lo que nos quieren mostrar, y esta información viaja más rápido y es capaz de llegar a más personas gracias al internet. Y son precisamente las buenas raíces las que nos recuerdan que no debemos hacer publicidad engañosa, pero entender que la buena publicidad nos traerá pacientes a nuestras consultas, y tener algún tipo de regulación para nuestra publicidad.

Debemos atrevernos a hacer uso de todas estas herramientas de medios y tecnologías, pero diferenciarnos siendo mejores que nuestra competencia. Ellos seguro no van a cambiar, sus intereses son solo económicos. Pero si nos mantenemos fieles a nuestras raíces, poniendo siempre primero la salud de nuestros pacientes, lograremos mantenernos, y aprender las cosas buenas que ellos tienen. Por desdicha parece que la naturaleza se ensañara más con las personas de más bajos recursos y esto les dificulta el acceder a nuestros servicios, pero así como algunas empresas gestionan ante entidades financieras créditos para que estas personas puedan tener los recursos para pagar sus tratamientos, nosotros también podemos hacerlo y beneficiarnos todos.

¿Qué queremos ser, robles o bambúes? Sea lo que sea que queramos ser, seámoslo con dignidad. Dignifiquemos la odontología.

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* El doctor Antonio Lengua Martínez es odontólogo que ejerce en Montería, Colombia.

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