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El Día del Odontólogo es todos los días

En la Edad Media se vendían supuestos dientes de Santa Apolonia para curar el dolor de muelas. En la imagen, un diente en la Catedral de Oporto, Portugal, una de las más de 500 piezas dentales atribuidas a la santa repartidas por distintas iglesias del mundo.

mar. 30 octubre 2018

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Luego de recibir una felicitación de mi colega, el Dr. Alvaro Ordóñez, me nació escribir esta columna dedicada al 3 de octubre, fecha en que se celebra el Día de la Odontología Latinoamericana y el Día del Odontólogo.

Ese día recibí varias felicitaciones y me puse a pensar en la razón para tener que celebrar. No he podido entender el porqué de esta fecha específica para celebrar algo que es inherente a lo que hacemos día a día, es la labor que decidimos que sería nuestro desempeño ante la sociedad y nuestro mecanismo de sustento.

Otros mensajes me llegaron de México, Guatemala y otros países en los que tengo amigos y colegas, donde me expresaban que la celebración de este importante día para ellos es el 9 de febrero, día de Santa Apolonia.

Me puse en la tarea de buscar respuestas en libros y revistas a porqué Santa Apolonia está considerada como la patrona de los odontólogos, donde la presentan como una mujer ligada al cristianismo durante la época romana. En los tiempos de su existencia, Apolonia, los fieles cristianos eran víctimas de persecuciones religiosas que llevaron a muchos a ser mártires a causa de su fe.

Encontré documentos que narran que fue bajo el mandato del emperador Marco Julio Filipo "El Árabe", que se ordenó perseguir y reprimir a los cristianos. Cuenta la historia que en la ciudad de Alejandría, en Egipto, fue donde en una de esas redadas contra los cristianos en el siglo III d.C., año 249, el ejército romano captura a Apolonia, una mujer virgen, adulta y seguidora de Jesucristo, a la que sometieron a torturas para que se arrepintiera de su fe y le pidieron que lanzara blasfemias contra Jesucristo y se declarara adoradora de dioses paganos. Ella, firme en su posición y creencia en la fe cristiana, se negó y fue atacada por cientos de individuos de Alejandría y otros tantos soldados del Imperio Romano. Cuenta la historia que le arrancaron los dientes uno a uno como parte de la tortura. Al percibir que no iba ceder en su fe, los soldados la arrojaron a la hoguera.

Según algunas narraciones, mientras Apolonia estaba siendo consumida por el fuego les gritó a sus victimarios y a los que presenciaron este doloroso acto, que cuando tuviesen problemas con su dentadura, invocaran su nombre y que ella intercedería ante Dios para aliviarles el dolor. Otra leyenda asevera que Apolonia no murió consumida por las llamas y se mantuvo con vida dentro del fuego, protegida por Dios; por esta razón la degollaron y la Iglesia Católica la canonizó como santa 50 años después de su muerte.

Por muchos años, no se volvió a nombrar a Santa Apolonia, hasta que en el siglo XIV se hallaron documentos donde se la reseña. Desde entonces, es a ella a quien se invoca en cuando se sufre de dolor de muelas, está considerada como la patrona de las enfermedades odontológicas y es la patrona de los odontólogos. Las gráficas basadas en iconografía muestran a Santa Apolonia portando pinzas que sostienen un diente o con un collar en el que se observa claramente un diente de oro.

El día de FOLA

La otra fecha en la que se celebra el día del odontólogo es el 3 de octubre. La elección de esta fecha como Día de la Odontología Latinoamericano se basa en la historia de la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA). En 1910, se realiza en Buenos Aires el Congreso de Medicina y Odontología, evento donde se aprueba la creación de una institución que agremie a todos los países de Latinoamérica, que se conocería como FOLA.

La celebración del 3 de octubre se aprueba en 1925, en Buenos Aires, durante el segundo congreso de FOLA; el primer congreso de esta organización se había realizado en Montevideo el año de 1920.

No todas las naciones de Latinoamérica adoptaron esta fecha para celebrar el día del odontólogo, que la siguen Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En Chile, lo celebran el 27 de septiembre, 29 de septiembre en El Salvador, 25 de octubre lo hace Brasil; 11 de noviembre en Honduras, 4 de diciembre en Perú y el 9 de febrero, día de Santa Apolonia lo celebran México, Guatemala, Nicaragua y Panamá.

Volviendo al tema del porqué celebrar en febrero, septiembre, en octubre o noviembre, me lleva a pensar en las razones para tener estas fechas como especiales. Me pregunto una y otra vez, ¿qué es lo que celebramos?

Me viene a colación una conversación que tuvimos con colegas de la hermana república del Perú, donde me expresaron que hasta hace unos pocos años ser cocinero allí era considerado un oficio y no existían escuelas de formación, cada uno trabajaba por su lado y se encontraban desunidos, su trabajo no era valorado por la población en general, y un plato de ceviche costaba alrededor de 10 soles (3 dólares). Pero fueron inteligentes, dejaron los egoísmos de lado, se unieron y crearon la Sociedad Peruana de Gastronomía, se volvieron visibles con apariciones en TV y armaron la feria gastronómica Mistura.

Agremiados y teniendo el respeto de la sociedad, no fueron más simples cocineros, se hacen llamar con respeto chef, existen escuelas de formación con rango universitario y el resultado es que un ceviche en un restaurante de 5 tenedores fluctúa entre 60 a 80 soles (18 a 25 dólares).

Hasta hace unos pocos años, ser odontólogo era considerado ser un profesional de primer nivel. Ingresar a una universidad a estudiar esta profesión era todo un mérito y su trabajo era muy valorado por la población en general. Un tratamiento de ortodoncia fija podía costar entre 3,000 a 5,000 dólares, pero el gran error, según me comentaron, fue que nunca acercaron la odontología a la población, no impartieron información sobre lo que representaban y se olvidaron de brindar educación en salud bucal, igual que en la mayoría de los países de América Latina.

Ahora, la población nos conoce más como simples dentistas, existen facultades de odontología en demasía, la mayoría con un paupérrimo pensum, y se vino la sobreoferta de servicios, que ha hecho que los mismos dentistas estén cada vez más desunidos y la guerra de precios haya prostituido totalmente la profesión.

Como la mayoría de colegas no cobra la consulta inicial, la gente piensa que no debe pagarse ese concepto y la percepción de la sociedad es que el odontólogo es un profesional de la salud con un estatus muy por debajo del médico. Como ejemplo, una obturación en resina cuesta hasta ocho veces menos que un plato de ceviche en un restaurante de 5 tenedores. Esta es nuestra triste realidad, y, por eso, me sigo preguntando qué es lo que celebramos.

A pesar de todo esto, tengo un mensaje de despedida optimista: tenemos que tener presente que el día del odontólogo, al igual que el día de la madre, es todos los días, y, como tal, debemos disfrutar y vivir cada uno de éstos con pasión y alegría.

* El Dr. Jadad es especialista en Rehabilitación Oral, investigador y conferencista con práctica privada en Barranquilla (Colombia). Fundador del Grupo Dignificar la Odontología. Contacto: ejadad@gmail.com

 

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