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¿Y ahora que?

La autora afirma que tendremos que cambiar muchos protocolos e instalar autoclaves de grado médico, como el que aparece en esta imagen. (Foto: W&H)

sáb. 27 junio 2020

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Carolina Bechara analiza los cambios provocados por el coronavirus y ofrece respuestas a los interrogantes que todos los profesionales de la odontología se plantean.

  CRONICAS  

Nuestra profesión es una de las más afectadas, pero eso no quiere decir que debamos rendirnos".

Muchos nos hemos preguntado qué será de nuestra profesión de ahora en adelante. Nos cuestionamos sobre la forma de atender los pacientes, si debemos o no atender pacientes, qué es realmente una emergencia en tiempos de cuarentenas, si es suficiente limpiar el área de trabajo con cloro, lysol, usar vestimenta completa desechable, si usamos mejor eyectores mucho más grandes que aspiren el flush generado por la turbina durante los procedimientos odontológicos es suficiente. 

En fin, un sinfín de cuestionamientos que se generan día a día. Lo que sí es verdad es que a todos nos cambió la vida la pandemia, la vida cotidiana y nos está haciendo adaptarnos a un nuevo estilo de vida mundial, donde debemos respetar el distanciamiento social de al menos 2 metros, algo muy difícil de mantener en nuestra profesión.

Pensábamos que aquel 11 de septiembre de 2001 el mundo había sufrido un cambio radical, con el atentado de las torres gemelas, jamás habríamos esperado que una enfermedad causada por un virus, pudiera cambiar el destino del mundo entero y reducir nuestras vidas a teletrabajo o cuarentenas infinitas, reduciendo la convivencia dentro de la sociedad a su más mínima expresión. Un virus que ha causado tanto daño, daños a los que no estábamos preparados para enfrentar, mucho menos dentro de nuestra profesión, donde el contacto directo con los pacientes es esencial.

Este artículo no es un artículo más para establecer parámetros para la atención de pacientes o para abrir debates sobre la forma mas adecuada de hacerlo; va mucho más allá, es un artículo que buscar plasmar toda la frustración que podemos estar sintiendo, no solo como seres humanos dentro de una sociedad sino como profesionales de la salud. 

La Covid19 llegó para quedarse. Pasará el tiempo y tal vez su letalidad disminuya, pero vivirá con nosotros por un buen tiempo como otras enfermedades que tuvieron su auge en algún momento como la influenza H1N1. Pero no debemos decaer, no debemos preocuparnos, sino, lo más importante, ocuparnos. Nos tocará cambiar muchos protocolos de sanidad en nuestras consultas, tendremos que evitar contacto directo, tanto dentro de nuestras familias como en nuestras áreas de trabajo. No debemos caer en pánico, solo debemos ser más precavidos. Quizás pecamos de confianza, tal vez nunca fuimos muy estrictos con cosas tan básicas y elementales como el control de infecciones.  

Como seres humanos, nos tocará adaptarnos y seguir avanzando, cuidándonos aún más, los unos con los otros, porque ya no importa el hecho de cuidarnos individualmente, nos toca cuidar a los demás, de ser más conscientes en todo aquello que hagamos, porque ahora nos perjudica a todos.  

Nuestra profesión es una de las más afectadas, pero eso no quiere decir que debamos rendirnos. Tenemos que hacernos eco, como un solo ente, de las medidas necesarias para atender a los pacientes, de manera única, unificando criterios, para seguir brindando un ambiente seguro, confiable, donde los pacientes sepan que no corren peligro de contagio, pero que además se sientan cómodos y sin los miedos que siempre han existido a los tratamientos odontológicos. Un trabajo muy complejo el que nos toca como profesionales, pues, ahora debemos, no solo manejar la ansiedad del paciente ante el dentista como tal, sino también la Covid19, nuevos obstáculos que debemos asumir y enfrentar con gallardía. 

No decaigamos, somos un gremio muy fuerte que ante cualquier adversidad es capaz de salir victorioso, sin duda alguna. Sigamos así, unidos, ejerciendo nuestra hermosa profesión. Como dirían en Venezuela: ¡Pa´lante es pa’llá... ánimo colegas, que nada nos detenga!

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La doctora Carolina Bechara Amengual, odontóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela, trabajó en diversas instituciones venezolanas de salud pública durante 14 años y actualmente ejerce en Chile.

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