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"El dentista está ahogado en Puerto Rico"

Dr. Joaquín Ferreras durante la entrevista en el Congreso Dental del Caribe en San Juan de Puerto Rico (Fotos: José Antonio Rosario).
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mié. 1 marzo 2017

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El Dr. Joaquín Ferreras, odontólogo puertorriqueño, coincidió con otros colegas sobre la grave situación por la que atraviesa la profesión durante una entrevista en el Congreso Dental del Caribe.

El odontólogo, que atiende todo tipo de casos, desde niños a ancianos, reparte su tiempo entre sus dos clínicas, una en San Juan y otra en Naranjito, la cual adquirió hace 35 años, poco después de graduarse.

"Actualmente, la gente viene mucho a la consulta para procedimientos cosméticos, de rehabilitación e implantes, pero yo delego la implantología al periodoncista de mi clínica: dejo que ponga el implante y yo lo restauro", explicó.

Ferreras, que combina la odontología convencional y la digital, afirma que sus clínicas están equipadas con cuatro sillones dentales cada una, marcas Ritter y Gnatus, que describe como "equipos bastante prácticos".

Utiliza equipos de rayos X marca Schick, la primera casa que llegó a Puerto Rico, que afirma es un equipo costo-efectivo por la rapidez, el costo y el mantenimiento, todo lo cual evalúa en relación al tiempo que adelanta en el consultorio. En cuanto a materiales, se decanta por los de 3M.

Sin embargo, el Dr. Ferreras subrayó algo que vienen comentando otros profesionales de la odontología en Puerto Rico: que el costo de los materiales es muy alto, "y no está a la par con (lo que pagan) los planes médicos".

De hecho, afirma que suele conseguir todavía cemento de policarboxilato, "que funciona muy bien y permite resolverle a los pacientes que no tienen medios económicos. Si pasa algo con un trabajo, se puede remover, corregir. En cambio, si usas cemento resinoso tienes que romper y empezar nuevamente".

El Dr. Ferreras afirma que "el dentista está ahogado en Puerto Rico", en referencia a la situación económica por la que atraviesa la profesión. Además de los 400 profesionales que se calcula han emigrado en los últimos años, "los materiales y el costo operativo de un consultorio dental es demasiado alto".

Según el odontólogo, los gastos necesarios para mantener una clínica "no están a la par con los precios de Puerto Rico, la disparidad es demasiado amplia". Así que lo tiene que hacer es maximizar: "yo aprendí a maximizar mi tiempo con personal extra en mi consultorio. Mi costo operacional es alto, pero tengo que maximizar el tiempo para que los pacientes salgan con la mayor calidad en el menor tiempo posible".

Ferreras dice que mientras se le pone anestesia al paciente no puede estar esperando debido a los altos costos, así que ha dividido la clínica en dos sillones preventivos y dos normales para realizar su trabajo.

Además, afirma que cada vez hay más pacientes difíciles, que llegan a la clínica con grandes expectativas. "Es algo que tienes que resolver cuando no se tienen los medios económicos, buscando la forma de ayudar a los pacientes lo más posible". A pesar de todo, resolver estos casos le produce una gran satisfacción.

El Dr. Ferreras finalizó diciendo que, "para como están las cosas en Puerto Rico, me estoy defendiendo, pero es un esfuerzo estresante. La gente no sabe el estrés que vive el dentista". Un claro ejemplo de esta situación es que le aconsejó a su hijo que no se hiciera dentista".
 

 

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