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La experiencia, la intuición y el buen juicio. ¿Son evidencia científica?

Diagrama de los elementos de la Odontología Basada en la Evidencia (OBE) que se consideran necesarios para hacer un buen diagnóstico.

dom. 8 septiembre 2019

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El especialista colombiano en Epidemiología Clínica, Mauricio Rodríguez-Godoy, aboga en este artículo por el desarrollo de una “conciencia científica” que establezca la validez de la información publicada en artículos y la emitida por ponentes en congresos para poder tomar buenas decisiones para nuestros pacientes.

En la cotidianidad de la práctica clínica, se apela de manera usual a la intuición, experiencia y buen juicio para tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas, así como para responder a los pacientes sobre aspectos de pronóstico. Este método ha sido en mayor medida el soporte para la formación de los profesionales de la odontología por mucho tiempo.

La opinión que se base sólo en estos tres aspectos resultaría sustentada de una forma débil dentro de la jerarquía de la evidencia científica y traería conclusiones riesgosas e inconvenientes.

Por tal razón, las opiniones de expertos no sistematizadas, es decir, no organizadas y desde luego no publicadas, pierden esa posición en la base de la evidencia.

Poco se ha podido aprender de manera autónoma en congresos o cursos de educación continuada, sobre la conciencia científica en las diferentes áreas de la odontología para sintetizar e integrar los resultados publicados por los artículos y establecer la validez de esa información cuando es leída por los profesionales o escuchada de los expositores o líderes de opinión para poder tomar una buena decisión con sus pacientes.

Los congresos verdaderamente científicos son a todas luces poco visitados; y están rodeados de personas con intereses distintos a los de la mayoría de los llamados “clínicos”, pues no generan toda la expectativa esperada por esta gruesa audiencia que asiste a los demás eventos mal mencionados como “científicos”, ávida de los últimos avances en los temas más taquilleros, con líderes de opinión que descrestan con la mayor retórica y las mejores ayudas audiovisuales, y sus maravillosos éxitos en las series de pacientes presentados, que a propósito en muy contadas ocasiones, muestran sus fracasos con las antiguas o las nuevas tecnologías.

A cerca de la conciencia científica mencionada, sobre lo que se tenga disponible para leer o se pueda escuchar en los congresos o cursos, debe decirse que no se nace con ella ni se genera de manera intuitiva ni por experiencia, sino a través de la enseñanza y aprendizaje en ámbitos académicos que promuevan un pensamiento crítico, ojalá soportado en estándares intelectuales universales tales como la claridad, la exactitud, la precisión, la relevancia, la profundidad, la amplitud, la lógica, la importancia y la justicia.

No se trata de tener actitudes o aptitudes extraordinarias para la investigación, lo que es poco frecuente, pero sí que todo profesional de la odontología debería tener habilidades y competencias para realizar una búsqueda y análisis crítico de la información científica que tenga que ver con los pacientes. Esta responsabilidad del profesional para alcanzar dichas competencias se debe obtener en buenos cursos, diplomados o talleres dentro de congresos de buen nivel que así lo propongan, con el fin de habituarse a realizar su actualización de esta manera.

Teniendo en cuenta lo anterior, no sería evidencia científica la experiencia, la intuición y el buen juicio, cuando no está organizada en por lo menos un reporte de un caso o una serie de casos publicado. Es igualmente importante y ético que los autores de estos reportes manifiesten la independencia respecto a intereses clínicos y económicos cuando opinan, difunden y divulgan la información (conflicto de intereses).

Lo más éticamente correcto sería que quien opine, publique, sugiera opciones terapéuticas o divulgue la forma de realizar un diagnóstico, lo haga soportado en hechos organizados y publicados. Así, los profesionales que estén bien preparados para leer o escuchar esta información con una adecuada conciencia científica podrán hacer recomendaciones más acertadas y tomar con sus pacientes las decisiones más seguras y convenientes.

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* El doctor Mauricio Rodríguez-Godoy, Máster en Epidemiología Clínica (MSc), es Profesor Titular en el Departamento de Ciencias Básicas y Medicina Oral de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Colombia.

One thought on “La experiencia, la intuición y el buen juicio. ¿Son evidencia científica?

  1. Myriamibarrabohorquez says:

    evidence based science. You have an intuition. Only one study and one publication are valid here so that your heartbeat becomes scientific. Science may or may not be evidence based first. but never go over the contributions of professors like you who investigate until confirming theories. congratulations mao.

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