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Tabaco, salud oral y salud general

Participantes en la mesa redonda sobre tabaquismo del día 3 de junio de 2019, junto al presidente de la Real Academia Europea de Doctores, Dr. Alfredo Rocafort.

jue. 8 agosto 2019

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El Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Internacional de Cataluña reflexiona sobre los peligros del tabaquismo, cuyo consumo ha aumentado recientemente entre los jóvenes después de años de descenso entre la población general.

  LA HORA DE LA VERDAD  

Desde hace años, el día 31 de mayo ha sido considerado por la Organización Mundial de la Salud como Día Mundial sin Tabaco, para poner de relieve los peligros de fumar.

Una de las actividades que se efectuaron en esta ocasión fue una mesa redonda organizada por la Real Academia Europea de doctores (RAED), coordinada por el Dr. José Ramón Calvo, catedrático de educación para la salud y en la cual tuve la oportunidad de participar como ponente invitado en el ámbito del tabaco y la salud oral.

Todos los ponentes coincidíamos que, en España, se ha recorrido un camino importante en la concienciación de la población sobre la nocividad del tabaco, ya que en la última década se había producido una disminución del número de fumadores, en parte también gracias a la ley antitabaco de 2005 y su endurecimiento en 2010. Sin embargo, cabe destacar que, en los últimos dos años ha habido un rebrote del consumo de tabaco, siendo el doble en mujeres que en hombres, llegando de nuevo a cifras similares a las del año 2005, estimando que este hábito, en mayor o menor medida afecta a casi un 25% de la población, y lo que más preocupa, con una incidencia importante en las personas jóvenes y adolescentes.

El autor afirma que el odontólogo está en una posición única para luchar contra el tabaquismo, ya ve a los pacientes desde bien jóvenes y en muchas ocasiones durante muchos años.

Hay una amplia evidencia de la relación directa del consumo de tabaco con alteraciones de la salud, algunas de ellas muy graves, y el entorno oral no escapa a ello. La cavidad oral puede resultar afectada directamente, pues es el punto de entrada del humo con el efecto del incremento del calor y la toxicidad de las sustancias que conlleva, además de su efecto sobre la salud en general.

Los odontólogos y todos nuestros equipos tenemos claro los efectos dañinos que el tabaco tiene en la cavidad oral, y así lo transmitimos a los pacientes; sin embargo, una jornada como ésta nos hace reflexionar y me hace pensar que podemos hacer más.

Nuestra profesión nos permite ver a los pacientes desde bien jóvenes y en muchas ocasiones durante muchos años; es diferente a muchas de las especialidades médicas que, cuando el paciente ha superado la patología por la que acudía, recibe el alta y en ocasiones no vuelve a ver al médico.

El hecho de visitar periódicamente al paciente y conocer sus rutinas nos permite intervenir sobre sus hábitos no deseables como es el tabaquismo, sobre todo en pacientes que requieren tratamientos periodontales o grandes rehabilitaciones que debemos monitorizar frecuentemente.

El proceso de deshabituación tabáquica en muchas ocasiones es complicado para el fumador y necesita de refuerzos positivos frecuentes. Es aquí cuando debemos actuar, ya que con diferente frecuencia y dependiendo de las patologías orales de cada uno, el citarlos periódicamente nos permite efectuar este refuerzo.

Lógicamente, debemos formarnos en ello, algunos de ustedes lo están y están haciendo una labor muy fructífera en este tema; sin embargo, a muchos de nosotros nos pueden faltar herramientas para ser eficaces en este proceso. Si tenemos en cuenta que en la mayoría de ocasiones no hace falta la ayuda farmacológica para dejar el tabaco, hemos de pensar que debemos formarnos en la aplicación de test de análisis de dependencia y del seguimiento del proceso de deshabituación, aparte por supuesto de aprender técnicas para el manejo de la conducta, todo ello nos permitirá realizar un seguimiento del proceso de deshabituación del paciente que muchas veces coincidirá con las visitas periódicas que realizamos.

En las facultades de odontología existe una muy dispar situación en cuanto a la formación, tanto de los riesgos del tabaco, como en técnicas de deshabituación. En unas facultades existe una asignatura generalmente optativa, y en otras están contempladas en asignaturas del currículo, pero también existen otras donde tan solo se realiza una breve referencia a ello.

En nuestro caso en la UIC-Barcelona, tuvimos hace años una asignatura optativa sobre tabaquismo, pero como ocurre en algunas ocasiones estaba muy relacionada a la persona que la impartía, que era una profesora médico especialista en neumología y con mucha conciencia del daño que ocasiona el fumar y el bien que puede hacer el odontólogo en la salud de estas personas al influir en la decisión del cese del hábito. Al dejar por motivos de salud la facultad, se suspendió la asignatura, siendo éste actualmente un tema pendiente de solución. Pienso que esta jornada de reflexión del Día sin Tabaco debe concienciarnos a todos los que estamos relacionados con la salud oral de la responsabilidad que tenemos ante nuestros pacientes y del bien que podemos hacerles en el mantenimiento de la salud, no solo oral sino también general.

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* El doctor Luis Giner-Tarrida es Decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), Profesor titular Facultad de Odontología, UIC-Barcelona, Secretario de la conferencia de decanos de España.

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