DT News - Latin America - Un buen odontólogo bueno

Search Dental Tribune

Un buen odontólogo bueno

Portada de "ÉTICA Y BIOÉTICA EN ODONTOLOGÍA", el nuevo libro del Dr. Herazo Acuña.
DT Latin America

DT Latin America

dom. 29 noviembre 2015

guardar

El reconocido odontólogo colombiano Benjamín Herazo Acuña afirma en su nuevo libro "ÉTICA Y BIOÉTICA EN ODONTOLOGÍA", algo fundamental, que muchas veces se da por sentado pero que tiene una profunda significación: que no basta con ser un buen odontólogo a nivel clínico, sino que lo realmente importante es ser un odontólogo bueno.

El Dr. Herazo Acuña, Profesor Emérito de la Universidad Javeriana de Bogotá, no es sólo una verdadera eminencia en la odontología, tanto a nivel profesional como ético: implementó desde el Ministerio de Salud programas preventivos como la fluoración de la sal para reducir la caries en la población y de la obligatoriedad de poveer de prótesis total a los colombianos que la requieran.

Además, es autor y coautor de 42 libros, 36 académicos y 6 literarios, varios de los cuales han sido premiados, ex presidente de la Asociación Colombiana de Periodismo Científico, miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Genealogía y actualmente Magistrado del Tribunal Nacional de Etica Odontológica de Colombia.

A continuación ofrecemos un fragmento del libro, publicado por el Tribunal Nacional de Ética Odontológica de Colombia, donde el Dr. Herazo Acuña explica la diferencia entre estos dos conceptos.

Buen odontólogo significa que es competente profesionalmente y que tiene la suficiente pericia tecno científica para resolver apropiadamente problemas odontológicos o estomatológicos de sus pacientes. Odontólogo bueno significa que es buena persona, dotado de virtudes morales como la honestidad, la compasión y el altruismo; que es alguien de fiar por sus cualidades humanas, por su riqueza espiritual interior y por el modo como ajusta sus valores personales con los valores esperados de su competencia profesional y demás comportamiento públicos.

Un buen odontólogo es un profesional estudioso, dedicado al ejercicio de sus actividades, está al día con los avances de la odontología y las especialidades; asiste a cursos de educación continua; lee revistas o journals generales y especializadas; asiste a los foros donde se analiza la situación de su profesión y especialidad; se agremia y coopera con las federaciones, asociaciones y grupos de la profesión; cumple con todas las leyes, decretos, normas y reglamentos establecidos para el ejercicio profesional y las prácticas clínicas; atiende bien a sus pacientes, es puntual en sus citas, cumplido con sus obligaciones y contratos de tratamientos; utiliza los mejores instrumentos, materiales y elementos para atender y tratar a sus pacientes; cobra lo adecuado por sus servicios; vive con un permanente afán de superación, de ser cada día mejor y llegar al más allá de la excelencia, para el beneficio de la población.

Un odontólogo bueno es una persona con sólidos valores y principios morales, éticos, cívicos sociales, políticos y económicos. Reconoce, respeta y valora a sus semejantes, sin tener en cuenta su condición, calidad, estrato socioeconómico, color de piel, religión, creencias políticas, edad, sexo, país, región y pueblo. No es dogmático, sectario ni fanático, convive con los demás sin perder su personalidad, su identidad, su origen y sin molestar o agredir a los que sean diferentes a él. Es un buen ciudadano, hijo, hermano, esposo, padre, vecino, colega, amigo, familiar, patrón, directivo, funcionario, empleado, compañero, subalterno y colaborador.

Un odontólogo bueno genera trabajo, empleo e ingresos adecuados para que los demás vivan digna y decorosamente. Lo hace a través de la organización de empresas de salud, odontológicas, industriales, agropecuarias, agroindustriales, publicitarias, de mercadeo y comerciales, sean grandes, pequeñas o familiares. Paga bien a sus empleados, cumple con las prestaciones legales, e implementa acciones que promocionen sus estudios, capacitación, avance, progreso, desarrollo y bienestar personal y familiar.

Un odontólogo bueno se preocupa por los problemas de su país, su población, su comunidad, sus pacientes y participa de diferentes maneras en su solución. Como buen ciudadano, estudia los problemas biológicos, políticos, sociales y económicos y decide libre y democráticamente, por medio de las urnas, quiénes son las personas apropiadas para dirigir las gestiones para eliminar esos problemas y mejorar la situación general de toda la población. Para ayudar a los demás, los odontólogos buenos deben participar en política, elegir y hacerse elegir para el Congreso, asambleas, gobernaciones, concejos y alcaldías; deben aspirar a ser dirigentes, ministros, directores de departamentos, secretarios departamentales y municipales. Con el poder político un odontólogo bueno puede realizar acciones y obras que permitan a los habitantes de su país alcanzar el bienestar.

Un odontólogo bueno es el que se preocupa por estudiar no solamente lo relacionado con su profesión y especialidad, sino que amplía sus conocimientos hacia diversas áreas de la ciencia, especialmente hacia las denominadas ciencias humanas. Lee, estudia, observa, escucha y conoce de literatura, música, pintura, escultura, teatro, cine, televisión y periodismo en sus diferentes manifestaciones, en los ámbitos nacional e internacional. Es un hombre culto, sensible a las bellas artes y a todas las manifestaciones sublimes del alma y condición humana; es amable, atento, gentil, cortés, sencillo, elegante, limpio, de buenas maneras y expresiones, agradable e inspira simpatía, aprecio, afecto y respeto.

Recursos
Tribunal de Etica Odontológica
Video
Contacto
 

 

To post a reply please login or register
advertisement
advertisement