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Los riesgos del mercurio para la salud

Contaminación ambiental minera Republi Republica
Por Pablo Ortiz Bisono

Por Pablo Ortiz Bisono

jue. 14 marzo 2013

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Este artículo presenta una síntesis de las recientes regulaciones internacionales sobre el mercurio y sus riesgos para la salud de los seres humanos y del medio ambiente, así como de las restricciones y prohibiciones en distintos dispositivos, y sobre la eliminación gradual de su uso en Odontología, con excepción de conservantes en las vacunas (tiomersal), por ausencia de sustitutos disponibles actualmente. Ademas, se destaca el compromiso asumido por las diferentes organizaciones líderes en el sector salud y medio ambiente, lo que ha generado un pacto mundial mediante el consenso de 140 países, que será acordado en la próxima Convencion de Minamata.

  1. Introducción
  2. La organización Mundial de la Salud (OMS), organismo de las Naciones Unidas con funciones de liderazgo en temas cruciales para la salud mundial, acogió recientemente como positiva la aprobación de un nuevo convenio internacional destinado a reducir los efectos nocivos del mercurio para la salud1.

    Este acuerdo ha sido fruto del consenso de 140 países, que han logrado un pacto mundial mediante un próximo tratado a efectuarse en el periodo 2015-2018 (Convención de Minamata)2 que restringe el uso del mercurio e incluye su prohibición a partir de 2020 en dispositivos como lámparas, baterías, cosméticos, además del control de las emisiones de plantas térmicas, cementeras y químicas, así como la eliminación gradual de su uso en Odontología. La excepción son los conservantes de las vacunas (tiomersal)3 y otros dispositivos en los que no se dispone de sustitutos en la actualidad4.
    El fundamento del convenio es el informe Global Mercury Assessment 2013. Sources, Emissions, Releases and Environmental Transport, así como Mercury, Time to Act 2013, elaborados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP-United Nations Environment Programme), para destacar la situación global del mercurio y los riesgos para la salud en el futuro y actuar para cumplir con el objetivo de la comunidad internacional de reducir su consumo a medida que estén disponibles alternativas viables, reduciendo así su demanda5.
    Este informe de evaluación (Global Mercury Assessment) establece que EL MERCURIO ES UNA AMENAZA MUNDIAL PARA LA SALUD HUMANA Y LA SALUD AMBIENTAL. Además, se centra en las emisiones antropogénicas o producción humana de mercurio y su transporte y transformación en el medio ambiente. Proporciona la información más reciente disponible sobre las emisiones de mercurio en la atmósfera, en el medio ambiente acuático, su transporte y destino a nivel mundial4.
    Asimismo, el informe enfatiza en las emisiones producidas por las actividades humanas, incluidas las emisiones en el agua, ya que el medio ambiente acuático constituye la principal vía de exposición para el hombre y la vida silvestre. Es en los sistemas acuativos que el mercurio orgánico se transforma en metilmercurio, su forma más tóxica, que puede acumularse en peces y mamíferos marinos consumidos por los seres humanos.
    La evaluación expresa que la producción total de las emisiones antropogénicas de mercurio en la atmósfera en 2010 alcanzaron 1960 toneladas. Este inventario es una mejora sobre el anterior de 2005 e incluye lo siguiente4:

  • Un análisis más detallado de las emisiones de algunos grandes sectores de origen
  • Una consideración más detallada del contenido de mercurio de los combustibles y materias primas utilizadas en diferentes países o regiones
  • Información actualizada sobre la minería de oro artesanal o a pequeña escala
  • El uso de diferentes tecnologías de control de la contaminación en diferentes países y regiones donde se han tomado en cuenta en las estimaciones de emisiones
  • Estimaciones de emisión en sectores no incluidos previamente, tales como la producción de aluminio, refinamiento del petróleo y sitios contaminados
  • Más y mejor información sobre la ubicación de las principales fuentes, tales como centrales o plantas eléctricas individuales, fundiciones y hornos de cemento
  • Mejor documentación y mayor transparencia con respecto a los datos e informaciones de las estimaciones.

Si bien las emisiones globales en la atmosfera de fuentes antropogénicas se estimaron en 1960 toneladas en 2010, todavía existen grandes incertidumbres para realizar estos cálculos y se cree que el promedio de estas emisiones oscila entre 1010 a 4070 toneladas por año. Asimismo, el informe identifica sectores potencialmente importantes que aún no han sido cuantificados, lo cual incluye el uso de mercurio en la producción de monómeros, de metales secundarios y aleaciones de hierro, extracción y transporte de petróleo y gas, y algunos peligros en la incineración de residuos o desechos.

La concentración de mercurio en los océanos y en los animales marinos ha aumentado debido a las emisiones antropogénicas, que han duplicado su cantidad en todo el mundo en los últimos 100 años. Las concentraciones en las aguas más profundas han aumentado sólo de 10 a 25% debido a la lenta transferencia del mercurio de las aguas superficiales a zonas profundas. En algunas especies de animales marinos del Ártico, el mercurio ha aumentado 12 veces el promedio desde el periodo preindustrial. Este aumento implica que más del 90% del mercurio en estos animales marinos proviene de fuentes humanas.

El informe enfatiza que el cambio climático global puede también complicar la respuesta de los ecosistemas mundiales debido a sus profundos efectos en el medio ambiente. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas puede incrementar el porcentaje de la productividad orgánica en el agua dulce y en los ecosistemas marinos, y el promedio de la actividad bacteriana, dando lugar posiblemente a una conversión más rápida del mercurio inorgánico en metilmercurio. Y la descongelación de las enormes áreas de humedad ácida congeladas del norte puede liberar cantidades globalmente significativas de mercurio almacenado y materia orgánica en lagos, ríos y el océano Ártico.

  • Síntesis histórica
  • El mercurio o azogue, como también se denominaba a este elemento químico, deriva su nombre y símbolo (Hg) de hidrargirio, término hoy día en desuso, el cual a su vez procede del latín hydrargyrus, que a su vez proviene del griego hydrargyros (hydros = agua y argyros = plata). El nombre de mercurio se le dio en honor al dios de la mitología griega del mismo nombre, que era el mensajero de los dioses. Debido a la movilidad del mercurio se lo comparó con esta deidad.

    El mercurio era conocido por los antiguos chinos e hindúes, antes del 2000 a.C., y se ha encontrado en tumbas egipcias que datan de 1500 a.C. Se usaba para formar amalgamas con otros metales sobre el año 500 a.C., los griegos lo usaban para fabricar pomadas y los romanos en cosméticos.

    Los alquimistas conocían el mercurio con el nombre de "plata líquida". Fue distinguido por primera vez como elemento por el químico francés Antoine Laurent Lavoiser en sus experimentos sobre el aire.

    Otros autores expresan que el mercurio fue descrito por primera vez por Aristóteles en el siglo IV a.C. como “plata líquida”. Cinco siglos más tarde, el médico griego Dioscórides lo utilizó como medicamento para los ojos, advirtiendo que era peligroso ingerirlo6.

  • Composición química
  • Símbolo

     Hg

    Serie química

    Metales de transición

    Numero atómico

    80

    Valencia

    1,2

    Estado de oxidación

    +2

    Electronegatividad

    1,9

    Grupo, periodo, bloque

    12,6, d

    Masa atómica

    200.59 u

    Configuración electrónica completa

    1s2 2s2 2p63s23p64s23d104p6 5s2

    4d105p66s24f145d10

    Dureza Mohs

    1,5

    Estado ordinario

    Liquido

    Punto de fusión

    234,32 K (-39o C)

    Punto de ebullición

    629,882 K (357o C)

      Fuente: Wikipedia libre

  • Propiedades y usos
  • El mercurio es un elemento metálico que se encuentra de forma natural en el medio ambiente como resultado de fuentes tales como volcanes y de actividades humanas como la combustión industrial y la minería. Existen tres categorías principales de mercurio y sus compuestos: mercurio elemental, que se puede encontrar en estado tanto líquido como gaseoso; compuestos inorgánicos de mercurio, entre ellos el cloruro mercurioso, el cloruro mercúrico, el acetato mercúrico y el sulfuro mercúrico; y compuestos orgánicos de mercurio7, 8,9.

    Como metal pesado de aspecto plateado, el mercurio a temperatura ambiente es un líquido inoloro. Permanece en la atmósfera hasta un año. Cuando se libera en el aire, éste lo transporta y deposita en todas partes. No es buen conductor del calor comparado con otros metales, aunque sí de electricidad. Se une fácilmente con otros metales como el oro o la plata produciendo amalgamas, pero no con el hierro. Es insoluble en agua y soluble en ácido nítrico. Cuando aumenta su temperatura por encima de los 40°C, produce vapores tóxicos y corrosivos más pesados que el aire10.

    Fruto de las tales características, el mercurio se utiliza en la minería para extraer metales como el oro y la plata. Sirve para crear amalgamas en las minas para separar el oro de otros materiales. Además, se aplica en una serie de procesos industriales, tales como la producción de cloro, soda cáustica, etc.11 (Fig. 1).

    Figura 1

    Productos que contienen mercurio12, 13.

    • pilas
    • instrumental de medidas como termómetros y barómetros
    • interruptores y relés eléctricos en diversos aparatos
    • lámparas (ciertos tipos de bombillas)
    • amalgamas dentales
    • productos para aclarar la piel y otros cosméticos
    • productos farmacéuticos

    El mercurio se utiliza también en las amalgamas dentales, consideradas como el material de restauración dental más importante en la historia de la Odontología, que por más de 150 años ha perdurado en la restauración de los procesos de caries dental, a pesar de la reducción de su uso en las últimas décadas. Ocupa casi la mitad de la aleación metálica, aproximadamente de 45 a 55%13,14. Se estima que en Estados Unidos y Europa se colocan más de 200 millones de amalgamas dentales14, 15.

    El mercurio ha tenido otras aplicaciones como ingrediente en productos como jabones y cremas para aclarar la piel o cosméticos para retirar el maquillaje. Las sales de mercurio inhiben la formación de melanina y dan un tono más claro a la piel. En los cosméticos, el mercurio está presente en dos formas: inorgánica y orgánica. El mercurio inorgánico, por ejemplo mercurio amoniacal, se usa para fabricar los jabones y cremas que aclaran la piel. Los compuestos de mercurio orgánico (tiomersal-etilmercurio y sales de fenilmercurio) se usan como conservantes en productos como productos de limpieza del maquillaje de ojos y máscaras16.

    Finalmente en esta parte del informe, se destaca la utilización del mercurio en tiomersal: el conservante más utilizado en las vacunas. Este compuesto, que contiene etilmercurio, se utiliza para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en algunas vacunas inactivadas (con virus muertos) 17, 18,19.

    La OMS destaca que "en la actualidad la inmunización con vacunas que contienen tiomersal en multidosis protege al menos a un 64% de los lactantes y niños de cuatro enfermedades con grandes tasas de mortalidad: difteria, tétanos, tos ferina y las infecciones por Haemophilus, influenzae de tipo b. El uso de vacunas que contienen tiomersal en la protección frente a estas enfermedades ha evitado la muerte de por lo menos 1,4 millones de niños en 2010".

    En ese sentido, las regulaciones actuales sobre el uso del mercurio, exceptúan el tiomersal de alguna restricción o prohibición, dada la ausencia de sustitutos disponibles en la actualidad.

  • Toxicidad y repercusiones en la salud
  • Para una mayor comprensión de los niveles de toxicidad del mercurio, es necesario conocer en síntesis su ciclo o ruta como bien lo ha formulado la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA-Environment Protection Agency) (Fig. 2). 

    Figura 2

    EPA´s roadmap for mercury. United States. 2006

     

    Ciclo del mercurio

    Como se ha mencionado, el mercurio se presenta naturalmente en la naturaleza, entra al ambiente por medio de recursos naturales (volcanes) y como producto de la actividad humana (combustión industrial y minería). Así pues, esto aumenta la cantidad de mercurio en la atmósfera, suelos y sedimentos, lagos, ríos y océanos.

    Posteriormente, el mercurio depositado en suelos y sedimentos se transforma de una forma elemental a una muy potente: el metilmercurio, que es la forma a la que están expuestos los seres humanos principalmente. Este potente tóxico puede producirse por la acción microbiana del mercurio depositado.

    El metilmercurio puede ser absorbido por los organismos acuáticos (pescado) y se bioacumula en grandes cantidades en la cadena alimentaria acuática.

    Así pues, el metilmercurio se acumula en los tejidos de los peces, que luego pueden ser consumidos por personas y animales. Las concentraciones de mercurio en los peces son muy variables. Los mayores en la cadena alimentaria, como el pez espada, atún, etc., poseen mayores concentraciones de metilmercurio que los peces del nivel más bajo en la cadena alimentaria.

    En relación a los centros de salud, estos se consideran las principales fuentes de liberación de mercurio a nivel atmosférico, producto de las emisiones de la incineración de desechos médicos. Los centros de salud también contribuyen a la contaminación por mercurio de las masas de agua debido al vertido de aguas residuales no tratadas. Según un informe de 1999, se atribuye a estas instalaciones hasta un 5% de la liberación total de mercurio en las aguas residuales. El Departamento del Medio Ambiente de Canadá estima que más de un tercio de la carga de mercurio de los sistemas de aguas residuales se debe a las amalgamas dentales en la práctica dental. En ese mismo orden, la OMS confirmó en décadas pasadas que el mercurio en la  amalgama dental es la fuente no industrial más importante de emisión de vapor de mercurio, exponiendo a la población afectada a niveles que superan con creces los establecidos para los alimentos y para el aire20, 21.

    En los entornos profesionales, la exposición de la población general a mercurio elemental se produce fundamentalmente por inhalación de vapores. El nivel medio de mercurio atmosférico es ahora alrededor de tres a seis veces superior al nivel estimado para el medio ambiente preindustrial 22.

    "El mercurio elemental es liposoluble y atraviesa fácilmente las membranas biológicas, incluso la barrera hematoencefálica. Sus compuestos se pueden metabolizar en los tejidos del organismo a otras formas de mercurio. El mercurio elemental se puede oxidar en el organismo a su forma inorgánica divalente mediante la vía de la catalasa-peróxido de hidrógeno. Tras la exposición al mercurio elemental o a compuestos inorgánicos de mercurio, la vía principal de excreción es la urinaria. En la vigilancia biológica de la exposición a las formas inorgánicas de mercurio se ha utilizado ampliamente la determinación de las concentraciones en la orina y la sangre; los niveles de mercurio en el pelo no reflejan de manera fidedigna la exposición a mercurio elemental o a los compuestos inorgánicos de mercurio.

    "Se han observado trastornos neurológicos y del comportamiento en personas tras la inhalación de vapor de mercurio elemental, la ingestión o la aplicación cutánea de medicamentos que contenían mercurio inorgánico, por ejemplo polvos dentales, pomadas y laxantes, y la ingestión de alimentos contaminados. Se han notificado una gran variedad de síntomas, que son cualitativamente semejantes, con independencia del compuesto de mercurio al que se haya estado expuesto22.

    "Entre los síntomas neurotóxicos específicos cabe mencionar temblores, inestabilidad emocional, insomnio, pérdida de memoria, cambios neuromusculares, dolor de cabeza, polineuropatía y déficit de rendimiento en las pruebas de la función cognoscitiva y motora. Aunque se han observado mejoras en la mayor parte de los trastornos neurológicos al interrumpir las fuentes de exposición, algunos cambios pueden ser irreversibles. Se ha detectado acrodinia y fotofobia en niños expuestos a niveles excesivos de vapores de mercurio metálico y/o compuestos inorgánicos de mercurio. Al igual que en el caso de numerosos efectos, hay una gran variabilidad en la susceptibilidad de las personas a los efectos neurotóxicos del mercurio22.

    "El efecto primordial de la exposición oral prolongada a cantidades pequeñas de compuestos inorgánicos de mercurio son lesiones renales. Se han relacionado asimismo las formas de mercurio inorgánico con efectos inmunitarios tanto en personas como en razas susceptibles de roedores de laboratorio, y utilizando diversos modelos de exposición se ha puesto de manifiesto un síndrome nefrótico mediado por anticuerpos. Sin embargo, los datos contradictorios obtenidos en estudios ocupacionales impiden la interpretación definitiva del potencial inmunotóxico de las formas inorgánicas de mercurio".

    Esta situación de alta contaminación motivó en 2009 la iniciativa del gobierno de Noruega, que prohibió el uso de mercurio de todas las actividades industriales del país con el fin de proteger a su industria, el medio ambiente de sus océanos, así como a su población de efectos tóxicos23.

    Es necesario destacar que Noruega es un país que mantiene una economía propia de los países más desarrollados del mundo. Es uno de los principales productores de petróleo y gas natural de Europa. Ademas, es el segundo mayor exportador de pescado a nivel mundial después de China, que ocupa el primer lugar. Noruega suple la demanda de consumidores en más de 130 países23 (Fig. 3).

    La decisión de Noruega no fue recibida con mucho agrado en algunos sectores de la comunidad internacional. Específicamente en Odontología, se produjeron fuertes críticas al respecto, creando así una controversia. Esta controversia se ha tornado tanto en una cuestión política como científica. El tema de la contaminación ambiental por los desechos dentales es claramente una preocupación no sólo de Noruega sino también de otros países escandinavos, que posteriormente también prohibieron el uso del mercurio24, 25.

    Figura 3

    Investigadores como DW Jones, profesor de Biomateriales en la Facultad de Odontología de la Dalhousie University (Canadá), atacó la prohibición del uso del mercurio en Odontología, señalando que “si mañana la contaminación por mercurio en Odontología se redujera a cero, esta medida no tendría ningún impacto sobre el problema de la contaminación de mercurio en el mundo”.

    Jones destacaba que desde mediados de 1980 se han publicado reportes engañosos, confusos y sensacionalistas sobre los problemas de la salud relacionados con la amalgama. El investigador afirmaba que no existen evidencias o pruebas científicas que indiquen que la amalgama es un peligro para la salud de los pacientes, dentistas o el medio ambiente, y consideraba la prohibición escandinava como una tragedia.

    Motivadas por estas controversias, se han llevado a cabo múltiples investigaciones con el objetivo de determinar los datos más confiables sobre los efectos negativos para la salud de las amalgamas dentales por su alto contenido de mercurio, sin encontrar evidencias de tales efectos26, 27, 28, 29,30.

    Algunos de estos estudios destacan la investigación para determinar los efectos neuropsicológicos del mercurio en niños (The New England Children´s Amalgam Trial-NECAT) con lesiones de caries restauradas usando amalgamas dentales, comparando los resultados con los de las lesiones de caries restauradas con composites a base de resinas. Los estudios no encontraron evidencias que demuestren que la exposición a mercurio de las amalgamas dentales estuviera asociada con algún efecto secundario neuropsicológico durante un periodo de 5 años posterior a la colocación de las restauraciones de amalgama.

    Posteriormente en 2009, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos emitió una regulación definitiva que reclasifica el mercurio de elemento de clase I (menor riesgo) a de clase II (mayor riesgo), clasifica la amalgama dental como dispositivo de clase II y establece una normativa especial para el control de la amalgama dental31,32.

    Esta normativa identifica los riesgos para la salud de la amalgama dental y recomienda medidas para hacer frente a esos riesgos. Los riesgos potenciales para la salud de la utilización de la amalgama dental identificados en el documento de orientación son:

    • exposición a mercurio
    • toxicidad y reacción adversa al tejido
    • corrosión y fallo mecánico
    • contaminación
    • uso indebido

    El documento normativo también recomienda medidas para mitigar estos riesgos, incluyendo ciertas recomendaciones en el etiquetado. Estas corresponden a:

    • una advertencia sobre la presencia de mercurio y la posibilidad de peligro si se inhalan sus vapores
    • divulgar el contenido de mercurio
    • contraindicaciones para el uso en personas con alergia o sensibilidad conocida al mercurio
    • divulgación de cierta información sobre las propiedades físicas del mercurio
    • ciertas precauciones con respecto al uso, por ejemplo, si el dispositivo está diseñado para un solo uso, debe ser usado con la ventilación adecuada, y no podría establecer contacto con otros tipos de metales
    • información sobre su uso, incluyendo las siguientes o una indicación similar:

    "Se ha demostrado que la amalgama dental es un material restaurador efectivo, que posee beneficios en términos de su dureza, integridad marginal, adecuada para grandes superficies oclusales, y durabilidad. La amalgama dental también libera bajos niveles de vapor de mercurio, sustancia química que a altos niveles de exposición se ha documentado que causa efectos neurológicos y renales adversos para la salud. Las concentraciones de vapor de mercurio son más altas inmediatamente después de la colocación y remoción de la amalgama dental y posteriormente se reducen.

    "Los estudios clínicos no han establecido una relación causal entre la amalgama dental y los efectos adversos para la salud en adultos y niños de seis años o mayores". Además, se destaca que dos ensayos clínicos en niños de seis años o más no encontraron daño neurológico o renal asociado con el uso de la amalgama.

    "Los sistemas neurológicos en desarrollo del feto y niños pequeños pueden ser más sensibles a los efectos neurotóxicos de vapor de mercurio. Se dispone de limitada información clínica sobre los resultados en la salud a largo plazo en mujeres embarazadas y sus fetos en desarrollo, y en los niños menores de seis años, incluyendo los bebés que son amamantados".

    Finalmente en esta parte la OMS, en un documento de política general sobre el mercurio en el sector de la salud expresa que:

    “El mercurio es muy tóxico, en particular cuando se metaboliza para formar mercurio de metilo. Puede ser mortal por inhalación y perjudicial por absorción cutánea. Alrededor del 80% del vapor de mercurio inhalado pasa a la sangre a través de los pulmones. Puede tener efectos perjudiciales en los sistemas nervioso, digestivo, respiratorio e inmunitario y en los riñones, además de provocar daños pulmonares. Los efectos adversos de la exposición al mercurio para la salud pueden ser los siguientes: temblores, trastornos de la visión y la audición, parálisis, insomnio, inestabilidad emocional, deficiencia del crecimiento durante el desarrollo fetal y problemas de concentración y retraso en el desarrollo durante la infancia. Estudios recientes parecen indicar que el mercurio tal vez carezca de umbral por debajo del cual no se producen algunos efectos adversos”.

  • Eliminación y reciclado
  • Es conveniente señalar que eliminar el mercurio es imposible. Este metal que surge de forma natural en el planeta no puede ser destruido. Más bien, se puede reducir o reciclar la producción generada por el hombre, consideradas las medidas más apropiadas para evitar la acumulación de mercurio (bioacumulacion) y contribuir así a crear condiciones más saludables para la salud de los seres humanos y del medio ambiente.
    Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), el uso de amalgamas dentales constituye un consumo mundial de mercurio de cerca de 313-411 toneladas anuales, uno de los mayores consumos a nivel mundial33.
    Como respuesta a tal situación, organizaciones como la Federación Dental Internacional (FDI) han establecido principios sobre el manejo de los residuos de amalgama, conscientes del impacto especial del mercurio en el medio ambiente.
    Mediante su declaración (Res. FDI, Shenzhen, 2006) sobre el manejo de los residuos de amalgama, la FDI expresa lo siguiente:

    • Se debe instruir al personal odontológico para que tome las medidas apropiadas para minimizar la cantidad de residuos y para que adopte las mejores medidas de control posibles para asegurar que todos los residuos generados sean eliminados apropiadamente de acuerdo a la legislación ambiental existente.
    • Las clínicas dentales deben reciclar la mayor cantidad posible de residuos de amalgama, independientemente de que hayan estado o no en contacto con un paciente. Tales residuos incluyen las cápsulas usadas de amalgama, el exceso de amalgama que no se ha utilizado al colocar una restauración y los residuos de amalgama retenidos en los recolectores junto al sillón, en los filtros de las bombas neumáticas y en los separadores de amalgama. Los dientes con restauraciones de amalgama que han sido extraídos también deben ser reciclados junto con los residuos de amalgama de otro tipo.
    • Si se van a instalar separadores de amalgama en la clínica dental, estos deben cumplir con los requisitos señalados por la norma ISO 11143.

    Posteriormente en 2007, la FDI emitió sus recomendaciones para la higiene de mercurio (Res. FDI, Dubái, 2007)34 que establece directrices sobre el manejo del mercurio pre-encapsulado y en grandes cantidades, considerando el uso de la aleación/mercurio pre-encapsulada como la técnica adecuada. Así, la FDI destaca los siguientes aspectos:

    "A estas declaraciones también se agregan las recomendaciones formuladas por la Asociacion Dental Americana (ADA)35,36 y la Asociacion Dental Australiana (ADA)37, entre otras. Estas destacan la necesidad de seguir ciertos pasos para el reciclado de los desechos de las amalgamas dentales 38.

    • Disponer de una variedad de cápsulas de amalgama de varios tamaños para reducir la cantidad de desechos
    • Los residuos de amalgama se pueden mezclar con fluidos corporales, tales como la saliva u otro material potencialmente infeccioso, por lo que se requiere de Equipo de Protección Personal (EPP) como guantes, mascarillas y gafas o lentes de protección ocular para su manipulación
    •  Establecer contacto con un reciclador de residuos de amalgama para obtener la orientación adecuada sobre los requerimientos especiales que puedan existir sobre el área de recolección o transporte de los residuos de amalgama
    • Si requiere una empresa de reciclaje, consulte con las autoridades reguladoras de desechos para determinar si disponen de un programa de reciclado de desechos de amalgama
    • Depositar los desechos de amalgama en un contenedor plástico cubierto o cerrado con la etiqueta: “Para reciclaje de Amalgama”
    • Busque recicladores que cumplan con la Norma ANSI-ADA sobre reciclado
    • El personal dental debe ser entrenado para que pueda adoptar las mejores prácticas y reducir así al mínimo los residuos de amalgama que garanticen su adecuado desecho
    • Sólo podrán ser usadas las aleaciones de amalgama encapsuladas que cumplan con la Norma ISO 24234

    Recientemente (2012), la OMS destacó que, “se están adoptando muy diversas medidas para reducir los niveles de mercurio en ciertos productos o retirar progresivamente otros productos que lo contienen. En los servicios de atención de la salud de casi todos los países se utilizan amalgamas dentales. En 2009, una consulta de expertos organizada por la OMS arrojó la conclusión de que una prohibición mundial y a corto plazo de las amalgamas plantearía problemas tanto de salud pública como para el sector de la odontología, pero que en cambio convenía proseguir su eliminación gradual fomentando la prevención y alternativas a las amalgamas, así como actividades de investigación y desarrollo para obtener alternativas costoeficaces, la formación de los profesionales del ramo y un mayor nivel de conciencia pública”.

  • Recomendaciones
  • En la actualidad (2013), se está a la espera de la firma de un gran convenio internacional (140 países) sobre las regulaciones internacionales sobre el uso de mercurio: el Tratado de Minamata.  

    Este tratado establece tanto las medidas de protección como el control de las emisiones de mercurio de las plantas eléctricas alimentadas con carbón y de la industria, así como en las minas de oro artesanales o a pequeña escala, que constituyen las principales fuentes de mercurio en el medio ambiente. Además de incluir un artículo dedicado a la salud, el tratado establece la eliminación progresiva de la utilización de mercurio en termómetros e instrumentos de medición de la tensión o presión arterial empleados en la atención sanitaria.

    La OMS también apoya la “eliminación progresiva” de la utilización de amalgama dental prevista en el tratado. Esta medida contribuirá a reducir el uso de mercurio y el riesgo de vertido al medio ambiente.

    En este aspecto, la FDI destaca que la aplicación de dicho tratado implicaría una restricción, una disminución gradual, una eliminación progresiva o incluso una prohibición del uso de la amalgama. Cualquier limitación en la utilización de los materiales dentales actualmente disponibles para los profesionales tendrá consecuencias graves, razón por lo cual se sometió una resolución a consideración del Parlamento Dental Mundial de la FDI (Hong Kong, 2012)39.

    "Mediante esta resolución, la FDI y sus aliados apoyan la disminución gradual del uso de la amalgama dental propugnada por la OMS a través de una mayor prevención de enfermedades, promoción de la salud e investigación en torno a materiales quimioterapéuticos y restauradores de avanzada, para garantizar que los materiales dentales sigan utilizándose de modo que respeten y protejan el medio ambiente" 40.

    Estas futuras restricciones o prohibiciones sobre el uso de las amalgamas dentales nos llevan a reflexionar sobre la confiabilidad de las alternativas disponibles en la actualidad, así como la repercusión sobre los costos de los tratamientos restauradores de caries dental en el futuro, con énfasis en las poblaciones más pobres.

    Sobre este aspecto, la OMS afirma que la limitada disponibilidad de personal de salud bucal, instalaciones de servicios, materiales para la restauración dental y el alto costo de los tratamientos restaurativos inducen  al tratamiento radical de las extracciones dentales40.

    La FDA expresa que existen otros materiales que pueden ser usados para restaurar las cavidades producidas por la caries dental. Al igual que la amalgama dental, estos materiales de restauración directa son usados para restaurar superficies oclusales que han sido afectadas por caries dental. Así, el dentista puede discutir las opciones de tratamiento, dependiendo de la ubicación de las cavidades en boca y la cantidad de caries presente41.

    Finalmente, el tratado destaca también que se exceptúa de las negociaciones el uso del tiomersal (etilmercurio) como conservante en vacunas humanas y animales. La OMS, a través de su Comité Consultivo Mundial sobre la Seguridad de las Vacunas, ha examinado detenidamente durante más de 10 años los datos científicos relativos al uso del tiomersal como conservante en vacunas. Dicho comité ha llegado repetidamente a la conclusión de que no existen pruebas que evidencien que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas represente un riesgo para la salud.

    Por todo lo señalado, se recomienda que los Estados de todo el mundo asuman el compromiso de mejorar el medio ambiente, que es mejorar la vida misma. El momento actual reclama de la comunidad internacional, regional y nacional, así como de las autoridades gubernamentales, organismos de regulación, certificación y normalización, sociedad civil, asociaciones, gremios, ONGs, etc., estar atentos a las regulaciones a ser aprobadas en este trascendental convenio internacional.

    ¡El compromiso es de todos: luchemos por un planeta más saludable que garantice un sano hábitat para las futuras generaciones!

    Consulte referencias en la edición digital

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