DT News - Latin America - Una revolución para los edéntulos

Search Dental Tribune

Una revolución para los edéntulos

El Dr. Miguel Peñarrocha (derecha) con el director científico de CONAOD, Dr. Cástulo Valdez, después de la conferencia del primero en Santo Domingo.
Javier de Pison / DT Latin America

Javier de Pison / DT Latin America

mié. 25 noviembre 2015

guardar

El doctor Miguel Peñarrocha Diago, Catedrático de Cirugía Bucal y Director del Master de Cirugía e Implantología Bucal en la Universidad de Valencia (España), impartió dos relevantes conferencias científicas durante el reciente Congreso Internacional de la Asociación Odontológica Dominicana (CONAOD).

El experto, autor de diversos libros y también investigador del Instituto IDIBELL (dirigido por el Prof. Cosme Gay Escoda), ofreció una primera charla en Santo Domingo sobre "Grandes atrofias en el maxilar superior", tema en el que lleva trabajando desde hace años y sobre el cual ha publicado el libro titulado "Tratamiento con implantes del maxilar superior atrófico" (Ed. Ripano). La segunda conferencia abordó el tema de la "Patología periapical al implante" y sus consecuencias, sobre lo que ha publicado un "Atlas de Cirugía Periapical", (Ed. Ergón). Las conferencias del Dr. Peñarrocha fueron patrocinadas por la compañía de implantes GMI y su filial en Dominicana.

Implantes en el maxilar atrófico
El Dr. Peñarrocha manifestó que "el libro de implantes sintetiza artículos sobre las atrofias y revisa la literatura sobre este tema. La conclusión más importante es que cuando se compara entre colocar implantes sobre el hueso del paciente y hueso regenerado, va mucho mejor en el hueso maduro del paciente.

El especialista indica que se debe intentar siempre poner los implantes en el hueso remanente del paciente, que es de mejor calidad que el hueso creado a partir de injertos. "Hemos hecho estudios de seguimiento a cinco y diez años en los que este hueso se mantiene en perfecto estado, al igual que el tejido alrededor del implante", explica.

La técnica consiste en hacer la implantación en los arbotantes anatómicos, que son las zonas de hueso denso que forman un armazón protector en torno a las cavidades craneofaciales.

"Los implantes se colocan en el hueso remanente que queda en las zonas maxilares —los arbotantes—, por donde pasan las fuerzas masticatorias, especialmente en zona canina y zona de molares, que son las dos áreas más importante porque el canino transmite la mayor parte de fuerzas en la zona anterior y el molar en la zona posterior. Estas dos áres de transmisión de fuerzas es el hueso último que se pierde, así que buscamos estos lugares donde al paciente le quede hueso remanente", comenta.

"En la zona canina colocamos implantes angulados para buscar el ápice del canino, sobre el cual tenemos buena fijación para los implantes, y en la zona posterior buscamos el hueso en el paladar del primer molar, que es la zona donde suele quedar hueso, colocando los implantes por palatino", prosigue. "En esas dos zonas siempre hay buen hueso. Sobre eso montamos los implantes para nuestras prótesis fijas o removibles en pacientes con maxila atrófica", explica Peñarrocha.

Este importante desarrollo clínico es consecuencia de la experiencia desde hace muchos años realizada en la Clínica Odontológica de la Universitat de València tratando a enfermos de epidermólisis bullosa, los niños de "piel de cristal", que sufren de importante atrofia de huesos maxilares. "A raíz de eso, empezamos a utilizar los procedimientos que usábamos en pacientes con epidermolisis en los pacientes sin patologías añadidas y que solamente tenían grandes atrofias maxilares".

Hay muchos desdentados en el mundo, se calcula que quinientos millones, y las estimaciones son que para el año 2020 habrá 38 millones desdentados sólo en Estados Unidos. Peñarrocha lo considera un tema importante porque la población va a necesitar de este tipo de tratamiento debido a que "el injerto de todo el maxilar superior es una cirugía compleja, donde hay mucha reabsorción, y no hay estudios de seguimiento a largo plazo sobre implantes colocados en esta área". El aprovechamiento del hueso residual es así la mejor opción para conseguir el mejor resultado a largo plazo.

El experto explica algo inusual y es que en casos de atrofia maxilar extrema, cuando no hay nada de hueso en maxilar superior, se pueden colocar implantes cigomaticos: "El paciente realmente lleva los implantes en los pómulos y come con los pómulos", y sobre estos implantes se coloca una prótesis fija, sin realizar injertos óseos, que son siempre complejos para el paciente. Este tipo de cirugías se inició colocando implantes a través del seno maxilar y posteriormente se colocaron por fuera del seno para evitar riesgo de sinusitis. La colocación de este tipo de implantes cigomáticos extrasinusales se inició Brasil, y el pionero fue el Dr. Reginaldo Migliorança, el primero que en 2006 colocó implantes cigomáticos extra sinusales" (autor el libro "Rehabilitando Maxilas Atróficas Edentulas sem Enxertos Osseos").

El Dr. Peñarrocha señala la gran ventaja de este procedimiento: los implantes cigomáticos colocados por fuera del seno no producen sinusitis maxilar, "mientras que cuando se colocan dentro del seno, se han referido hasta incluso un 20% de pacientes con sinusitis maxilar a largo plazo, a diez años vista".

El experto español explica que los implantes colocados en arbotantes —un procedimiento que permite minimizar los injertos óseos y evita posibles complicaciones futuras—, da buenos resultados y produce pocas molestias para el paciente. "Este tipo de implantes en arbotantes permite muchas veces la carga inmediata, o sea que ponemos implantes angulados, largos, con buena fijación primaria, y ya no necesitan llevar prótesis removibles", continúa.

Patología periapical al implante
El segundo tema que expuso el Dr. Peñarrocha en Santo Domingo se centró en las patologías inflamatorias precoces que afectan a los implantes.

Si bien la mayoría de las patologías periapicales inflamatorias en el diente se solucionan con terapias definidas y establecidas, existe poca la literatura sobre las que afectan a los implantes. Así que el grupo de investigación de Peñarrocha revisó la literatura y escribió varios artículos al respecto para aclarar el tema y ofrecer pautas de actuación.

"Cualquier alteración en el hueso alrededor del implante que no destruya la cortical del hueso de los maxilares solo se puede ver con una tomografia computada que nos permita ver en tres dimensiones, ya que esta patología que no se aprecia en una radiografía convencional

"Si lo pensamos bien, cuando fabricamos un lecho en el hueso para fabricar el implante, lo hacemos con una fresa que está activada por un motor y este motor, aunque esté estéril, despide aceite. Y además están las posibles bacterias y otras impurezas de la boca: el talco de los guantes, los restos del hueso del lecho confeccionado… todos estos posibles contaminantes serán arrastrados al fondo del lecho al colocar el implante, lo cual puede provacar un proceso inflamatorio periapical al implante, que si no se trata bien se puede transformar en un proceso infeccioso", explica.

Los problemas de la patología periapical al diente son causados por dientes en mal estado, y son más fáciles de diagnosticar para el odontólogo. Los problemas de patología inflamatoria periapical al implante son más dificiles de diagnosticar, por no estar tan bien estudiadas y pcomo no hay ligamento periodontal en el implante el tratmiento clínico es distinto.

"En la fase inicial de la periimplantitis apical el paciente refiere dolor apuntando con el dedo a la zona apical del implante, pero el odontólogo no ve nada anormal porque algunas veces no hay ningun signos clínicos ni radiográficos, y si ve la inflamación de tejidos blandos será varios días después. En la fase incial el profesional puede pensar que el paciente es muy sensible, y no entender cuál es el problama. Si no la diagnostica, la lesión va aumentando y finalmente el material purulento rodea el implante hasta que el implante se pierde", explica Peñarrocha.

En cambio, "si se tiene claro el diagnóstico y el profesional hace una pequeña ventana en el hueso de la pieza del implante, para realizar cirugía periapical al implante, el porcentaje de curación es del 90%, con una operación que es de mínima intervención y libera al paciente del dolor, de un dolor muy importante que existirá mientras no se libere la presión causada por la inflamación periapical". Una pequeña colección de pus en una cavidad cerrada que causa mucha presión puede ocasionar que el paciente tenga un dolor importante.

Así, la indicación en los casos en los que el paciente refiere dolor, si el cuadro clínico es compatible con una patología periapical al implante, es abrir con cirugía periapical, aún en ausencia de signos clínicos o radiográficos, porque el paciente deja de sufrir y el implante se puede mantener. Según el Dr. Peñarrocha, uno de cada mil implantes presenta esta patología (la tasa es de 0.5 al 2% de los implantes colocados).

El experto resume que este diagnóstico es esencial "porque para el paciente supone menos sufrimiento, para el fabricante de implantes es mucho mejor que no fallen sus implantes, y para el dentista es una maravilla porque sus pacientes no pierden los implantes, no tienen dolor y no tienen que someterse a los complejos procedimientos ocasionados por un fracaso.

Recursos
Dr. Peñarrocha
GMI
AOD
CIRUBUCA
 

 

To post a reply please login or register
advertisement
advertisement