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La ética beneficia a la población

lun. 18 marzo 2019

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Este artículo contiene un breve concepto sobre lo que debe ser y es la ética, una ciencia o disciplina para el bien y beneficio de la población, la tierra y su naturaleza, aire, agua, fauna, flora, minerales, ambiente y ecosistema, pues gracias a la conjunción, interacción y equilibrio entre todos es que se produce la vida. Por esto es que cada profesión, actividad, tecnología, técnica, oficio, tienen valores, principios y criterios éticos, cuyo fin es la vida y supervivencia armónica de todos.

   ETICA & ODONTOLOGIA  

Dos de las tantas definiciones de la ética determinan que “es la rama de la filosofía que trata de la moral y las obligaciones del hombre” y el “conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento en una comunidad” (1).

En odontología, el gran valor ético es hacer siempre el bien y nunca el mal, que es el que estableció la medicina hipocrática y ha sido guía para las profesiones de la salud desde A.C. y que es aplicable a todas las profesiones. Para hacer el bien y beneficios, además del principio per se, es un gran complemento del mismo el ser bueno, buena persona, porque, además del principio, se tiene el deseo bondadoso de hacer el bien y el beneficio. Por ese motivo este autor escribió un artículo titulado “Un buen odontólogo bueno”, publicado en varios libros y revistas (1), el cual explica bien lo que corresponde con su título.

Buen odontólogo significa que es competente profesionalmente y que tiene la suficiente pericia tecno-científica para resolver apropiadamente los problemas odontológicos o estomatológicos de sus pacientes. Un odontólogo bueno significa que es buena persona, dotado de virtudes morales como la honestidad, la compasión y el altruismo; que es alguien de fiar por sus cualidades humanas, por su riqueza espiritual interior y por el modo como ajusta sus valores personales con los valores esperados de su competencia profesional y demás comportamiento públicos”.

Un buen odontólogo es un profesional estudioso, dedicado al ejercicio de sus actividades, que está al día con los avances de la odontología y las especialidades; asiste a cursos de educación continua; lee revistas generales y especializadas; asiste a los foros donde se analiza la situación de su profesión y especialidad; se agremia y coopera con las federaciones, asociaciones y grupos de la profesión; cumple con todas las leyes, decretos, normas y reglamentos establecidos para el ejercicio profesional y las prácticas clínicas; atiende bien a sus pacientes, es puntual en sus citas, cumplido con sus obligaciones y contratos de tratamientos; utiliza los mejores instrumentos, materiales y elementos para tratar a sus pacientes; cobra lo adecuado por sus servicios; vive con un permanente afán de superación, de ser cada día mejor y llegar al más allá de la excelencia, para el beneficio de la población.

Un odontólogo bueno es una persona con sólidos valores y principios morales, éticos, cívicos sociales, políticos y económicos. Reconoce, respeta y valora a sus semejantes, sin tener en cuenta su condición, calidad, estrato socioeconómico, color de piel, religión, creencias políticas, edad, sexo, país, región y pueblo. No es dogmático, sectario ni fanático, convive con los demás sin perder su personalidad, su identidad, su origen y sin molestar o agredir a los que sean diferentes a él. Es un buen ciudadano, hijo, hermano, esposo, padre, vecino, colega, amigo, familiar, patrón, directivo, funcionario, empleado, compañero, subalterno y colaborador.

Un odontólogo bueno genera trabajo, empleo e ingresos adecuados para que los demás vivan digna y decorosamente. Lo hace a través de la organización de empresas de salud, odontológicas, industriales, agropecuarias, agroindustriales, publicitarias, de mercadeo y comerciales, sean grandes, pequeñas o familiares. Paga bien a sus empleados, cumple con las prestaciones legales, e implementa acciones que promocionen sus estudios, capacitación, avance, progreso, desarrollo y bienestar personal y familiar.

Un odontólogo bueno se preocupa por los problemas de su país, su población, su comunidad, sus pacientes y participa de diferentes maneras en su solución. Como buen ciudadano, estudia los problemas biológicos, políticos, sociales y económicos y decide libre y democráticamente, por medio de las urnas, quiénes son las personas apropiadas para dirigir las gestiones encaminadas a eliminar esos problemas y mejorar la situación general de toda la población. Para ayudar a los demás, los odontólogos buenos deben participar en política, elegir y hacerse elegir para el congreso, asambleas, presidencia, gobernaciones, concejos y alcaldías; deben aspirar a ser dirigentes, ministros, directores de departamentos, secretarios departamentales y municipales. Con el poder político, un odontólogo bueno puede realizar acciones y obras que permitan a los habitantes de su país alcanzar el bienestar.

Un odontólogo bueno es el que se preocupa por estudiar no solamente lo relacionado con su profesión y especialidad, sino que amplía sus conocimientos hacia diversas áreas de la ciencia, especialmente hacia las denominadas ciencias humanas. Lee, estudia, observa, escucha y conoce de literatura, música, pintura, escultura, teatro, cine, televisión y periodismo en sus diferentes manifestaciones, en los ámbitos nacional e internacional. Es un hombre culto, sensible a las bellas artes y a todas las manifestaciones sublimes del alma y condición humana; es amable, atento, gentil, cortés, sencillo, elegante, limpio, de buenas maneras y expresiones, agradable e inspira simpatía, aprecio, afecto y respeto.

1. Herazo Acuña, Benjamín. “Ética y Bioética en Odontología”, Editado por Tribunal Nacional de Ética Odontológica, Bogotá, Colombia, 2015.

Recursos

Recuerdos de Salud Pública”

 Un buen odontólogo bueno”
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El Dr. Herazo Acuña, ex Magistrado del Tribunal Nacional de Ética Odontológica de Colombia, es autor o coautor de ocho libros sobre Ética y Bioética. Su publicación más reciente es “Recuerdos de Salud Pública".

Envíenos sus preguntas sobre situaciones éticas a: preguntas_eticas@gmail.com

 

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