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La intervención temprana disminuye los índices de caries dental en bebés

Los doctores Paloma Elías, César Arellano, Jenny Abanto, Mario Elías y Ricardo Leveau muestran el libro
Ricardo Leveau / Gerente de Ripano Perú

Ricardo Leveau / Gerente de Ripano Perú

dom. 5 mayo 2013

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El Profesor Mario Elías Podestá, autor del libro Odontología para Bebés, fundamentos teóricos y prácticos para el clínico, habla en la siguiente entrevista de la propuesta educativa, preventiva y de restauración que ofrece esta obra, que es un gran compendio de experiencia hospitalaria y docente.

El Dr. Elías Podestá es Bachiller en Odontología, Maestro en Investigación y Docencia Universitaria y Doctor en Educación, el primero título por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y los demás por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Obtuvo los títulos de Cirujano-Dentista y Especialista en Odontopediatría por las Universidades de San Marcos y Nacional Federico Villarreal respectivamente.

Además, realizó estudios de Especialización en Odontopediatría Hospitalaria y Clínica de bebés en la Universidad Estatal de Londrina de Paraná (Brasil) con el Prof. Luiz Reynaldo de Figueiredo, pionero mundial del concepto y de las clínicas de Odontología para Bebés.

El Prof. Elías Podestá fue Fundador Asociado y primer Presidente de la Asociación Peruana de Odontología para Bebés. En 1999 fue reconocido por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y en 2012 por la Red Odontológica Comunitaria Argentina (ROCA) como Pionero de la Odontología para bebés en el Perú. "Fellow" de la Pierre Fauchard Academy desde 2007, fue reconocido también por la Escuela de Graduados de la Universidad Católica de Santo Domingo (República Dominicana) por contribuir al desarrollo de la Odontología para bebés en ese país.

¿Cómo se formó y dónde se desempeña en la docencia?
En el último año de la carrera y antes de ir al internado en San Marcos realizo el primer concurso para alumnos ayudantes y entre 26 postulantes ingresé a la docencia en mi alma mater con el primer puesto. Colaboré con las cátedras de Periodoncia y Medicina bucal. Esto ocurrió en 1980 y desde ese momento hasta hoy (33 años) he tenido la suerte y el honor de hacer docencia universitaria en diversas universidades del Perú y América Latina.

En 1993, la Facultad de Estomatología de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega me invita a formar la cátedra de Odontopediatría y junto a destacados colegas diseñamos los contenidos para los cursos de Odontopediatría I, Odontopediatría II, Clínica Integral del Niño I y Clínica Integral del Niño II del currículo de estudios. En 1995 concurso para docente ordinario Auxiliar, ingreso y me desempeño en esa categoría hasta 2007, año en que soy ascendido a docente ordinario Asociado, nivel que ostento hasta hoy. En esta universidad fui Coordinador del Internado Hospitalario y Director de la Unidad de Segunda Especialización.

De 2001 a 2004 formo parte del equipo de profesores de la Universidad Científica del Sur como Director de los Diplomados de Odontopediatría y Odontología para bebés, miembro del Directorio de Estomatología y primer Director de la Clínica docente asistencial. Una gratificante experiencia fue haber formado parte del grupo de expertos que defendió la creación de la carrera de Estomatología de esa universidad ante la Asamblea Nacional de Rectores del Perú.

En 2011 soy invitado a formar parte del profesorado de la Clínica Estomatológica Pediátrica de la Universidad Alas Peruanas, adonde pertenezco hasta hoy. Actualmente, soy el Director General de la Escuela Nacional de Perfeccionamiento Profesional del Colegio Odontológico del Perú.

¿Qué debe tener un docente universitario?
La docencia universitaria es una profesión y el profesor debe formarse y actuar como tal. Parte de las herramientas que tenemos están vinculadas a cualidades personales propias, pero otras hay que estudiarlas y aprenderlas. Es difícil desarrollar una fuerte empatía con los estudiantes o propiciar que construyan proyectos de vida ligados a la Odontología coherentes y estimulantes, que disfruten de lo que están haciendo, que se motiven, si nosotros mismos no poseemos esa calidez personal y esa pasión por el propio trabajo que constituyen las bases de una docencia de calidad. Creo que una decisión correcta fue estudiar la maestría y el doctorado en investigación y educación respectivamente, porque no se improvisa un profesor universitario; siento que hoy puedo trasmitir mejor a mis estudiantes mis conocimientos de Odontopediatría, tanto de ciencias básicas, técnicos y clínicos.

¿Cómo fue su paso por la Fuerza Aérea Peruana?
Ingresé a la Fuerza Aérea Peruana (FAP) como oficial odontólogo en 1984 con el grado de teniente. Durante ese año realicé una Residencia a tiempo completo en el Departamento de Estomatología del Hospital Central. De 1985 a 1986 estuve en la Base Aérea de Chiclayo, para luego retornar al Hospital Central hasta 2004 en que pasé al retiro con el grado de Comandante. Ascendí a Capitán en 1989, Mayor en 1994 y Comandante en 1999.

Me considero un dentista hospitalario muy afortunado, ya que la FAP fue mi segunda universidad. Me profesionalicé en ella. Los 20 años que estuve en la Fuerza Aérea fueron de constante aprendizaje y ejercicio de la Odontopediatría. El hospital le permite al odontólogo una visión holística del proceso salud-enfermedad y un grado de multidisciplinariedad necesario para que conozca sus funciones dentro del equipo de salud. Fue en la FAP que se inauguró la primera clínica de bebés fuera de Brasil, país iniciador de la disciplina en el mundo y gracias a ello se han reducido paulatinamente los índices de caries dental en los niños que están bajo el cuidado de la institución.

Tuve la oportunidad de ser destacado en muchas oportunidades a las zonas de emergencia durante los años de guerra interna en el Perú, teniendo a mi cargo misiones de acción cívica en los pueblos menos favorecidos, lo que contribuyó al conocimiento de la realidad socio-cultural de mi país y su geografía. Es importante este conocimiento para un profesional de la salud, ya que de ello dependen las soluciones especiales en cada zona de actuación.

En 1998 fui nombrado subgerente de la Clínica Médica del Hospital Central de la FAP y en 2003 Gerente de dicha entidad.

¿Cuál ha sido la evolución de la Odontología para bebés en el Perú?
En 1987 la Sociedad Peruana de Odontopediatría, a la cual pertenecí desde 1985, organizó en su congreso anual el curso “Odontología para el bebé”, que mostraba la efectividad del programa Bebê Clínica desarrollado en Londrina, Paraná. El curso fue dictado por el director de ese proyecto de investigación, el Dr. Luiz Reynaldo de Figueiredo Walter, y en el mismo explicó el protcolo de prácticas educativas, preventivas y curativas que desarrollaban en los niños desde el nacimiento hasta los 3 años de edad. Conocí al profesor Walter, estudié sus conceptos y pretendí ponerlos en práctica en mi país.

En 1989, fuimos el instrumento de la FAP que posibilitó la transferencia tecnológica de los conocimientos obtenidos por ese programa hacia nuestra institución. Para ese entonces, la Bebê Clínica, ya había disminuido de manera sorprendente los índices de caries dental de su comunidad y estaba creando conceptos odontopediátricos nuevos, basados en la intervención temprana.

Los índices de enfermedad obligaron al equipo dirigido por el profesor Walter a preocuparse no sólo por la educación y prevención sino por generar conocimientos, a fin de paralizar la enfermedad y rehabilitar el daño, dándole la cara al problema y generando protocolos nuevos de atención directa al menor antes de los tres años. El paradigma de “no mirar el problema hasta que el niño crezca y pueda ser manejado psicológicamente” había sido dejado de lado y es así, que con un cambio radical de pensamiento del cómo hacer odontopediatría, entendemos desde ese momento que no hay mejor oportunidad que comenzar temprano.

El HCFAP se convierte entonces en el centro hospitalario de referencia en el Perú. Puede mostrar variaciones en los índices de caries dental de 61% en 1989, a 35% en 2001 y 6,73% en 2005 en la fase etaria comprendida entre el nacimiento y los tres años. En el Perú, no existe experiencia semejante ni vigilancia epidemiológica tan duradera.

Este cambio no se dio de la noche a la mañana, sabíamos que los procesos educativos se generan mediante aprendizaje y éste es muy tedioso y tarda, sobre todo si nos enfrentábamos a una realidad como la peruana donde a los cuidados bucales no se les da la importancia debida. También sabíamos que no era la tecnificación del profesional, ni los presupuestos abultados en compras de material y equipos, los que iban a solucionar el problema. Este iba a ser solucionado mediante una promoción sin límites sobre cuidados bucales, donde estuvieran involucrados todos los profesionales de la salud que tuvieran relación con la atención de bebés.

Desde 1989 hasta la fecha, se han ido difundiendo los conocimientos aprendidos y adquiridos mediante la práctica sobre odontología desde el nacimiento, a lo largo y ancho del territorio del Perú, así como de los países de la región. Esta difusión se ha realizado en universidades públicas y privadas, instituciones gremiales y científicas de la profesión, hospitales nacionales, hospitales militares y policiales, instituciones afines de otras profesiones de la salud, publicación de artículos en revistas científicas e informativas, logrando que la comunidad odontológica peruana acepte la existencia de una odontología para bebés, ganando adeptos y colaborando en la formación de iniciativas de atención odontológica en ese grupo etario.

Eln 1997 inicia sus actividades la Clínica Estomatológica de Bebés de la Facultad de Estomatología de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Se trata de una clínica docente-asistencial que tiene por fin inculcar en el estudiante universitario de pre-grado los conocimientos educativo, preventivo y curativo en Odontología para Bebés, realizando la práctica clínica y colaborando con el bienestar de la población que acude a ella.

En 1998 se establece el Convenio de Cooperación Científico Tecnológico con la Universidad Estatal de Londrina (UEL). Progresivamente todos los profesores del área de odontopediatría son capacitados en la UEL en períodos de pasantía cortos. Este cambio fue importante, ya que al cabo de un tiempo cambió el paradigma de empezar la odontopediatría a los tres años. Para el 2000 el alumno egresado de nuestra casa de estudios entendía que la odontopediatría comienza en el nacimiento, porque sus profesores lo creían también así. De 1997 al 2000, se realiza la capacitación y el establecimiento de los protocolos; en ese período fueron atendidos 673 bebés con una historia clínica experimental y un aproximado de 2, 700 atenciones. Desde el 2000 hasta enero de 2013, se han registrado 17,206 historias clínicas de bebés, con un aproximado de atenciones realizadas de 69,000; lo que convierte a la clínica en el centro de referencia nacional docente-asistencial de la disciplina.

¿Cuál fue su papel en la formación de la Asociación Peruana de Odontología para bebés?
En 2006 contribuí a la formación de la Asociación Peruana de Odontología para Bebés (ASPOB), con el objetivo de que a mediano plazo se convierta en una institución sólida que apoye con su aporte científico y de estudio a institucionalizar la práctica en el Estado y organismos afines, y, se convierta en el pilar preventivo de Salud bucal que los países de la región necesitan. Ahora es el instrumento para una difusión más organizada e institucionalizada a nivel nacional. Es reconocida como Institución Científica de la profesión odontológica desde ese mismo año por el Consejo Nacional del Colegio Odontológico del Perú. Y dentro de sus actividades, en 2012 ha realizado ocho encuentros nacionales y dos internacionales. Los nacionales son propicios para llevar información de la disciplina a odontólogos, estudiantes de odontología y profesionales afines en el territorio peruano. Los internacionales, para intercambiar experiencias con los países de la región, tratando de llegar a acuerdos que mejoren la práctica en la misma.

¿Podría hablarnos de sus publicaciones?
En 199, el Colegio Odontológico de Lima y Grünenthal Perú editó el manual “Riesgo de Caries”, con el que comparto autoría con la Dra. Meggy Orellano, odontóloga y el Dr. Pablo Orellano, médico gineco-obstetra. Este fue el primer libro peruano sobre Riesgo de Caries y daba a conocer el concepto moderno de prevención y tratamiento de la enfermedad basado en el enfoque del "riesgo", concepto cada día más vigente en Salud Pública. Además, propone un instrumento de diagnóstico y acompañamiento para el bebé, desde el nacimiento hasta los 48 meses.

El 2005 el Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega publicó “Odontopediatría y Prevención en Salud Bucal”, una recopilación de artículos donde se enfoca nuestra línea de pensamiento e investigación y los protocolos enseñados en esa casa de estudios.

Háblenos de su libro “Odontología para bebés”.
Es una contribución al estudio de esta disciplina. Comparto la autoría con un brillante profesional, el Prof. Mg. César Arellano Sacramento, un discípulo entrañable y gran amigo. Juntos hemos recopilado lo actuado desde 1989 hasta la fecha en un libro que es ameno y fácil de leer y sobre todo aplicativo y sin excesiva retórica inaplicable.

El libro está compuesto por trece capítulos y dividido en tres partes. En la primera, se explica nuestra filosofía de práctica; en la segunda, se analiza la práctica de la Odontología para Bebés en áreas específicas tradicionales como la psicología del infante o caries dental, en otras nuevas que deben conocer los odontopediatras como son la lactancia materna o la interacción con la fonoaudiología; y en la tercera, resumiendo todo lo anterior, se concluye mostrando una propuesta educativa, preventiva y de restauración, la cual es el compendio de nuestra actuación hospitalaria, docente y de práctica privada.

Deseo agradecer a nuestros colaboradores, sin cuyo aporte individual no hubiéramos podido cubrir la totalidad de los contenidos que fueron nuestro objetivo primario:

Pedro A. Ricart Reyes (República Dominicana); Marlene Seclén Núñez del Arco (Perú); Gloria Read Holguin (República Dominicana); Paloma Elías Díaz (Perú); Berta Cecilia Benavides Pinto (Colombia) y Gustavo Tello Meléndez (Perú).

Cada uno de estos profesores tiene una forma particular de ver la Odontología para Bebés y sus áreas afines, y cada uno posee un desarrollo clínico y docente único. Por eso es tan valioso su concurso en este texto, que trata de lograr conceptos multidisciplinarios que los tiempos actuales exigen en la formación de los profesionales de la salud.

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