Uno no puede enojarse jamás con un niño, porque si eso sucede, se pierde toda posibilidad de hacer un buen tratamiento dento-emocional, explica el Dr. Olman Montero Salazar. Fotos: Olman Montero Salazar
El Dr. Olman Montero Salazar es una eminencia de la Odontología costarricense, con una larga trayectoria académica y profesional, que incluye estudios y ejercicio de la profesión en Estados Unidos. Especializado en Radiología Dental y Odontopediatría, ha sido investigador, académico, profesor, director de postgrado y Presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica, un historial que lo ha hecho acreedor a un merecido homenaje que se realizará en su honor durante elFDI Regional Congress Dental Meeting of the Americas – Costa Rica 2025,que tendrá lugar en mayo en San José.
Los títulos del Dr. Montero Salazar son abrumadores, pero una síntesis incluye Doctor en Cirugía Dental por la Universidad de Costa Rica (UCR); Profesor asistente en Radiología Dental en UCR, Postgrado en Odontopediatría en la Universidad de Oregon, Director del Postgrado en Odontopediatría (UCR), Investigador principal del Estudio Nacional "Prevalencia de Caries Dental (CPOD) en niños escolares de Costa Rica a los 12 años de edad", además de Presidente y Director Académico del Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica (CCDCR).
Jubilado hace cinco años, el Dr. Montero Salazar se dedica actualmente a múltiples aficiones que, además de su familia, abarcan desde la poesía al vitralismo —un estilo de pintura que imita la transparencia de los vitrales— al igual que su amor por la agricultura, por ver germinar las semillas de los sueños que se han plantado. Dental Tribune habló con este experto sobre este merecido homenaje que le hace el CCDCR para conocer personalmente sus opiniones.
¿Por qué decidió estudiar Odontología?
Las ciencias de la salud siempre fueron de mi predilección. La Microbiología, la Medicina y la Odontología. Visitando, para recibir información de la carrera en, la Escuela Dental con un compañero universitario, fuimos recibidos por el Maestro Ramón García Valverde, quien no solo nos expuso las bondades de la Odontología, sino que nos llevó al laboratorio de Anatomía Dental y nos invitó a hacer los que se nos ocurriera en un bloque de cera con un “vege”. Nos mostró algunas figuras de dientes y nos explicó los planos de una molar, nos habló sobre la importancia de tener una boca sana; en fin, lo que sería una visita de 20 minutos duró hasta el día de hoy, porque nunca salí de la Escuela Dental.
"La odontopediatría es una especialidad que interactúa con un ser humano en proceso de formación".
¿Qué le ha dado su especialidad, la Odontopediatría?
Muchos retos, muchas satisfacciones, muchos sacrificios. Conocer que la parte clínica-mecánica de la Odontología es tan solo el vehículo para conocer el alma de muchos de mis pacientes niños. Aprendí que el temor que el paciente siente ante el odontólogo es por falta de información, aprendí a comunicarse con almas nobles, ver el dolor, y no de muela, sino del interior del niño cuando su entorno le es adverso. Conocí familias enteras que se hicieron mis amigas y, en algunos casos, hasta confidentes. Estoy en deuda con mi profesión.
El Dr. Montero, creador de la Plataforma Virtual Educativa, se dedica desde que se jubiló a su familia, a la poesía, el vitralismo y la agricultura.
¿Cómo le cambió la vida ir a estudiar en Estados Unidos?
Siempre he dicho que el recién graduado, odontólogo, que llegó a la Universidad de Oregón aquel agosto de 1979, fue cortado en pedacitos a lo largo de sus estudios para luego re-armarlo en 1981 y ofrecerlo a la sociedad costarricense con una ética profesional y una conciencia social totalmente diferente con la que llegó.
¿Qué es lo más importante en la enseñanza de la Odontopediatría?
Todo, todo es importante porque se va a trabajar no en la boca de un niño, una niña, sino con un ser humano en proceso de formación integral. Siempre enseñé a ver al paciente, no una boca.
Una visita de 20 minutos para conocer la facultad duró hasta el día de hoy, "porque nunca salí de la Escuela Dental".
¿Cómo se debe tratar emocionalmente a un niño en la consulta dental?
Primero que nada, se debe estar seguro que como profesional de estar emocionalmente preparado para atender a mi paciente. No puedo enojarme jamás con el niño, si él o ella llora es la manera de expresarse, es su idioma más inmediato, no puedo perder la paciencia porque si eso sucede ya perdí toda posibilidad de hacer un buen tratamiento dento-emocional. Muchas veces, me di cuenta que no era un buen día para ir a la oficina. Esos días jugué con mis pacientes, charlé con los padres y los aconsejé sobre prevención dental, hicimos recuento de lo avanzado, cancelé citas si era un paciente por primera vez. Yo no estaba bien listo esos días.
¿Cuáles son sus principales logros como Director Académico de CCDCR?
Buena pregunta. La respuesta es en plural, no en singular. Tuve la suerte de conformar un equipo de trabajo fabuloso. Hacíamos sesiones de trabajo para soñar con proyectos. Creo que nuestro logro principal fue la creación de la Plataforma Virtual Educativa, ese fue un proyecto estrella. Tuvimos otros logros y proyectos originales muy buenos, pero la Plataforma fue lo mejor.
¿Qué me puede contar de su pasión por el campo, el vitralismo y la poesía?
Bueno, en mi segundo aire me hice agricultor. Tengo una propiedad en las montañas en el suroeste de la capital (San José). Estoy aprendiendo de la vida. Nunca antes he estado tan cerca de ver cómo es este asunto de plantar una semilla, la misma tiene que morir para dar vida. Es un recordatorio permanente de la muerte y resurrección. Ver nacer una sencilla planta de frijol o una de tomate o lechuga es un milagro en el que mi participación es mínima. La naturaleza y su energía es sencillamente fascinante. Mi plantación principal son las granadillas, es todo un “hobbie”, es muy difícil vivir de la agricultura. Mis amigos vecinos, que sí viven de lo que la tierra les da, a veces la pasan muy duro.
Ya tengo unos 25 años de hacer vitrales. Es toda una pasión que llega por oleadas. Nunca vendí un solo vitral. Todos los regalo. Mi esposa (Patricia) es muy buena haciendo mosaicos. Yo a veces la ayudo un poquito y ella me ayuda mucho cuando estamos juntos en un proyecto de hacer una obra. Es un pasatiempo muy terapéutico.
La poesía es mi catarsis. Ha sido un tiempo de remover muchas emociones y alinearlas. Es escribir sobre uno mismo sin querer hacerlo, pero la “transgresora” lo traiciona a uno. Cuando uno se da cuenta escribió algo que estaba atorado en la puerta de la conciencia y no quedó más que sacarlo para que de campo al siguiente chisme. Soy un hombre feliz y realizado.
¿Le conmueve que CCDCR le rinda un homenaje durante el Congreso Regional de FDI?
Fue, cuando me lo comunicaron vía correo, un susto que me dejó mudo por algunas horas. Luego comencé a pensar si lo aceptaba o no. Fue algo tan inesperado que hoy cuando recuerdo esos momentos, me cuesta reconocerme a mí mismo por mi reacción. Pero bueno, así somos los seres humanos de raros.
La respuesta es sí. Estoy muy agradecido con el Colegio, con su Junta Directiva, con mis amigos que me han felicitado, con mi familia y con Dios.
He tenido mis aciertos en la vida, he cometido muchos errores, pero parece ser que han sido más los aciertos que los fallos, y hoy se me reconoce mi vida familiar, profesional y académica. ¡Bendito sea Dios!
No se pierda este homenaje a un grande de la odontología latinoamericana. Participe en el FDI Regional Congress Dental Meeting of the Americas- Costa Rica 2025 inscribiéndose en esta página web: 2025regionaldentalcongress.org,
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