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Una filosofía necesaria en la práctica odontopediátrica

La Bebe Clínica, esfuerzo universitario, municipal y político con una filosofía especial.
Luiz Reynaldo de Figueiredo Walter*

Luiz Reynaldo de Figueiredo Walter*

lun. 12 agosto 2013

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Las actividades de la "Bebé Clínica" de la Universidad Estatal de Londrina (UEL) se basan en la filosofía y doctrina de atención al menor de 3 años, cuyas bases fueron el concepto de atención precoz, mantenimiento de la salud, determinación del riesgo, así como el que sostiene que "la educación genera prevención".

Antes de nosotros existieron conceptos ligados, de los cuales mencionamos algunos1:

Pereira (1929), en Brasil, en el libro "Educación Dental del niño" enfatiza un cuidado especial desde el vientre materno, con la formación de piezas dentarias sanas y bien calcificadas. Preconiza la colaboración entre dentistas y pediatras para lograr una verdadera promoción de hábitos de higiene. Es el primero en manifestar que el niño nunca debe dormir con la boca sucia.

Costa (1939) afirma que la actividad odontopediátrica debería ser entre los 2 y los 12 años y que sólo en casos raros de aparición de piezas dentarias precozmente (natales y/o neonatales) se debería intervenir.

Robinson y Naylor, en Inglaterra (1963), afirmaron que si bien los métodos preventivos en niños en edad escolar estaban bien documentados, pocos eran los que relataban control de hábitos alimentarios como medios de prevención de caries en bebés (énfasis en niños de edad escolar y poca en bebés).

Nowak (1978) decía que el niño debería ir al dentista entre los 3 y 5 años; sin embargo, afirma que los cirujanos dentistas tienen conciencia de que esta atención debe ser iniciada los más pronto posible, o sea, próximo a la época del inicio de la erupción de los dientes.

Persson et al. (1985) relataron que en Suecia los programas preventivos para caries dental los organiza el Servicio Público de Salud Dental, donde las orientaciones son transmitidas a los padres como procedimiento estándar, cuando el niño tiene seis meses de edad, lo cual se repite a los 18 meses de edad. Los autores informaron que hubo un progreso en la salud dental: un 45% de la muestra estudiada (Umea en 1970) tenía caries dental, con índice ceo-s de 2,5 y luego en el estudio de 1985 sólo un 10% de los niños tenía caries, con un índice ceo-s de 0,3.

Morinushi et al. en Japón (1982), afirmaron que el camino más seguro para el mantenimiento de salud bucal era la incorporación de una guía de salud bucal en el momento del examen médico. Esta orientación sobre cuidados diarios fue transmitida a madres de niños de 4 meses de edad y sus resultados evaluados después de 12 meses. Concluyeron que el refuerzo de las instrucciones de cuidados diarios debe ser dado a intervalos de 3 a 4 meses y que el control de la alimentación con alta cantidad de azúcar es importante para el mantenimiento de la salud.

Cushing y Gelbier en Inglaterra (1988) informaron que en 1977 fue introducido en Londres un programa de cuidados dentarios en los departamentos de servicio social de las cunas. En este programa se enseñaban prioritariamente fundamentos de educación odontológica y una acción profesional de control mensual y bianual era realizada como profilaxia con crema dental fluorada con dederos de goma, pensando básicamente en reducir las necesidades de tratamiento y en estabilizar la salud dental.

Elvey y Hewie (1982), en EE UU, afirmaron que muchos problemas podrían ser evitados si el médico conociera mejor los aspectos odontológicos, particularmente sobre terapia con flúor, hábitos bucales y sus consecuencias, desarrollo de las denticiones y métodos de prevención.

Blinkhorn (1980) destacó la necesidad de que el cirujano dentista imparitera educación sobre la salud (en gestantes y durante la lactancia), estableciendo rutinas que podrían prevenir o controlar las enfermedades más frecuentes de la cavidad bucal en los bebés.

Goepferd (1989) en la Universidad de Iowa, basado en una serie de datos de ocurrencia de caries de mamadera en bebés (1984-1986), creoó un programa destinado a diagnosticar, interceptar y modificar prácticas caseras potencialmente dañinas para la salud bucal del niño. En base a los resultados obtenidos, indicó que la primera visita debe ser ejecuta alrededor de los 6 meses de edad, época en la que se consigue mayor eficacia en la atención primaria y el control de las caries dentales. Afirmó que los pediatras deben recomendar el primer examen odontológico en la fase etaria entre 1 a 2 años.

Filosofía de práctica
La actividad de la Bebé Clínica se inició en 1983 (proyecto que nació en con el apoyo de la Financiadora de Estudios y Proyectos-FINEP de Brasil), y desde entonces se ha logrado transformar la actitud del ciudadano de Londrina: el paradigma de que sólo se debe preocupar por la salud bucal de su hijo "a partir de los dos o tres años" ha cambiado a "desde el nacimiento". Esto se refleja en los valores que encontramos: al inicio, en el primer año, el índice de caries llegaba al 12%, el cual posteriormente se redujo al 3,2%. En este período nos enfocamos en el aspecto preventivo de la salud bucal más que en el tratamiento de sus secuelas (Fig. 1).
Antes de nuestra intervención existían manuales que recomendaban la limpieza a partir de la erupción de los primeros dientes, pero los mismos recomendaban la atención profesional desde los 3 años. Lo que distinguía a la UEL del resto de establecimientos es que unimos la educación con lo prevención y lo curación en un grupo etiario que no era considerado por la odontopediatría convencional. Nuestro proyecto consideraba la creación de técnicas de abordaje para menores de 12 meses (por ejemplo la hamaca-camilla para bebés denominada Macri) y el seguimiento de niños de hasta 30 meses, extender estos conocimientos a Salud Pública y procurar el entrenamiento de su personal en la filosofía educativa-preventiva y curativa.

Pero esta visión iba más allá. Si la educación es el principio de esta práctica, entonces la educación debe ser impartida a los sujetos que estaban más cerca de los menores, en este caso las madres y los pediatras.

Fig. 2. Equipo de profesores y personal administrativo de la Bebé Clínica, dirigida por el Dr. Luiz Walter (sentado).

La práctica de la Odontología para bebés es pionera en Londrina y Brasil, y gracias a que en su momento tuvimos una idea y una filosofía de la práctica que abrazamos y se hizo realidad. Esto debe ser imitado, en todos los países, en todas las regiones, en todos lados. Los procedimientos que propugna esta "filosofía de la práctica" no se basan en el costo del instrumento o del material, sino en las ganas del profesional de ayudar a su pequeño paciente y de erradicar la enfermedad que nos atañe directamente: la caries dental (Fig. 2).

Referencias
1. Walter LRF, Ferelle A, Issao M. Odontologia para o Bebê: Odontopediatria do nascimento aos 3 anos. São Paulo: Artes Médicas, 1996.
___________________________________________________________________ * El Dr. Walter, pionero mundial del concepto y de las clínicas de Odontología para Bebés, es Profesor Senior de la Universidad Estadual de Londrina de Paraná (Brasil), Jefe del equipo de Odontopediatría de la Facultad de Ciencias de la Salud y creador de la Bebé Clínica de la UEL. Además, es autor del libro «Odontologia para o Bebê: Odontopediatria do nascimento aos 3 anos» (Artes Médicas, 1996). Correspondencia: lw@sercomtel.br.
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