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“La reactivación debe realizarse con prudencia”

El Dr. Oscar Castro Reino, Presidente del Consejo de Dentistas de España, asegura que “la población puede confiar plenamente en la bioseguridad de las clínicas dentales”. (Foto: Consejo de Dentistas de España)

mié. 13 mayo 2020

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El Consejo General de Dentistas de España ha tenido una voz protagónica a nivel nacional e internacional en la defensa de los profesionales de la odontología desde que se inició la pandemia del coronavirus. El Consejo emitió dos Informes Técnicos que han sentado las bases para la actuación odontológica, los cuales abarcan desde el control de infecciones en el consultorio al manejo del paciente dental. Estos informes han sido ampliamente adoptados en América Latina. Además, este organismo ha sido instrumental en exigir al gobierno la debida consideración de los profesionales de la salud como una profesión de riesgo que debe ser reconocida y amparada tanto a nivel sanitario como económico. A continuación ofrecemos las declaraciones del Dr. Oscar Castro Reino, Presidente, Consejo de Dentistas de España.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la odontología en España?

Desde que se declaró el estado de alarma el pasado día 14 de marzo, todas las clínicas dentales fueron consideradas servicios esenciales y su actividad ha estado limitada a la atención de urgencias dentales (dolor, infecciones, inflamación severa, hemorragia o traumatismo), así como a resolver aquellos problemas que a juicio del profesional no podían tener una evolución desfavorable si se demorase su tratamiento. El gran problema ha sido el gran desabastecimiento que hemos tenido con los equipos de protección individual (EPIs), lo cual ha limitado aún más nuestra actividad. A principios del mes de abril, tras 3 semanas de confinamiento, el Consejo General junto a la Sociedad Española de Salud Pública Oral realizamos una encuesta a más de 4.000 dentistas. Los resultados mostraron que cerca del 83% de las clínicas o habían tenido que suspender su actividad o a limitarla a atención telefónica, por no disponer del EPI necesario. Afortunamente, en estos momentos el suministro de EPIs se está normalizando en España.

¿Cuán importante ha sido la publicación de guías sobre el Covid-19?

Desde el principio de la pandemia, el Consejo General ha tenido como principal objetivo mantener a los dentistas plenamente informados, suministrándoles el máximo de material técnico, con calidad científica. Creo que nuestra labor en ese sentido ha sido ágil, eficiente y muy útil para todos los profesionales. El día 11 de marzo, 3 días antes del confinamiento, ya emitimos un primer “Informe técnico” que completamos con otro el día 14 de marzo. Desde entonces no hemos cesado de informar a través de informes técnicos, protocolos con recomendaciones clínicas, infografías, todo ello al alcance de todos los dentistas en un apartado específico. La repercusión de todo ese material ha sido muy positiva, habiendo recibido la solicitud de muchas Asociaciones Dentales de Latinoamérica para poder utilizarlo. Pero el impacto ha trascendido el ámbito odontológico: por citarle un ejemplo, la Sociedad Española de Cirugía Estética y Reparadora lo ha adaptado y lo está utilizando.

Los nuevos protocolos de bioseguridad incluyen medidas como trabajar a puerta cerrada en el área clínica, usar aspiración de alto flujo y aislamiento absoluto con dique de goma o reducir la carga viral mediante enjuague previo a los procedimientos..

¿Qué recomienda para reactivar los consultorios dentales?

Lo importante en estos momentos desde el Consejo General es transmitir el mensaje de que la reactivación debe realizarse con prudencia, seleccionando adecuadamente las actividades clínicas, respetando los protocolos. Como personal sanitario, somos conscientes de nuestras responsabilidades y velaremos como lo hemos venido haciendo siempre, por la seguridad de nuestros pacientes. Esa ha sido, es y continuará siendo, nuestra máxima prioridad. Haciendo las cosas correctamente, la reactivación se producirá poco a poco.

¿Alguna estrategia para atraer a los pacientes?

La mejor estrategia es decirles a los pacientes la verdad. Y la realidad es que, las clínicas dentales son un espacio seguro. Probablemente los dentistas, al ser unos profesionales expuestos a un gran riesgo de infecciones, hemos tenido que adoptar desde hace mucho tiempo medidas de protección para proteger a nuestros pacientes, pero también a todo el equipo profesional. Lo importante es que tenemos experiencia y sabemos hacerlo. Hemos tenido que enfrentarnos en el pasado al VIH, la hepatitis B y C y a otras muchas enfermedades infectocontagiosas. Todo ese rodaje nos está siendo de gran ayuda en estos momentos porque, si para algunas profesiones el uso de EPIs es una total novedad, para los dentistas se trata tan solo de adaptaciones que ya hemos realizado. En estos momentos, estamos finalizando la preparación de una campaña informativa dirigida a la población general, recordándole lo que ya sabe: que puede confiar plenamente en la bioseguridad de las clínicas dentales como lo ha hecho hasta ahora.

¿Cuáles son las reglas que deben seguir ahora los dentistas?

Como en los todos los demás sectores de la economía, los dentistas tenemos que adaptarnos al nuevo escenario post coronavirus. El Consejo General de Dentistas de España ha publicado unas recomendaciones de protocolos y listas de verificación (“check lists”). Los dentistas tienen que adaptar su dinámica de trabajo, espaciando las citas entre paciente, reacomodando las salas de espera y la zona de recepción, dando instrucciones específicas a los pacientes (lavado de manos cuando lleguen a la consulta, llevar mascarilla, acudir sin acompañante), realizar un triaje telefónico previo a los pacientes, y extremar las medidas de protección de barrera en el área clínica, así como en lo relativo a los EPIs.

¿Qué clínicas pueden abrir?

El día 3 de mayo el Gobierno publicó una Orden ministerial, la verdad que bastante imprecisa en lo que a clínicas dentales se refiere. Eso nos ha obligado nuevamente a publicar desde el Consejo General de Dentistas de España, unas aclaraciones a esa normativa, con el objetivo de facilitar su interpretación y su extrapolación al sector dental. Por ahora quedan excluidas las clínicas que tengan una superficie mayor a 400 metros cuadrados, así como las que estén ubicadas en un centro comercial y no tengan acceso directo desde la vía pública. Todas las demás han podido abrir desde el pasado lunes 4 de mayo, siempre que respeten el resto de exigencias estipuladas: establecer un sistema de cita previa, solo permanecer en el interior de la clínica un paciente por cada dentista que atienda, garantizar la separación física entre personal y pacientes, establecer horario de atención preferente para los mayores de 65 años y por supuesto, tener disponibles todos los EPIs necesarios para el desarrollo de la actividad clínica.

¿Cómo se garantiza que no se diseminen aerosoles?

La odontología es una profesión generadora de aerosoles. Esto, para la inmensa mayoría de los dentistas, es inevitable. Lo que sí debemos hacer es intentar minimizar su producción y adoptar el máximo de medidas disponibles para evitar su diseminación. Nuestros protocolos, como la mayoría de protocolos internacionales, recomiendan trabajar con la puerta del área clínica permanentemente cerrada, usar la aspiración de alto flujo, utilizar el aislamiento absoluto con dique de goma, reducir la carga viral mediante la realización de un enjuague previo a los procedimientos, recurrir al máximo de protección personal (gafas de protección mascarillas FFP2, pantalla facial, bata desechable), y airear durante 10-15 minutos después de cada paciente. En aquellos gabinetes sin posibilidad de ventilación natural, hay que valorar la pertinencia de instalar algún sistema eficaz y avalado de filtrado de aire con filtros HEPA.

¿Hay propuestas adicionales para la desescalada?

La principal recomendación para la desescalada es usar el sentido común. Nuestros protocolos se fundamentan en una propuesta progresiva de actividades clínicas. Por ahora, no recomendamos realizar actividades generadoras de aerolización como pueda ser la odontología restauradora con alta velocidad, el uso de ultrasonidos, ni de ningún otro instrumental que genere aerosoles. De manera progresiva, hemos establecido unos niveles de actividad recomendados en los que paulatinamente y en función de la evolución de la pandemia, el dentista irá incorporando otro tipo de actividades clínicas, por ahora desaconsejadas. Por lo tanto, la propuesta del Consejo General de Dentistas de España es que el profesional se vaya incorporando poco a poco a su ritmo, realizando aquellas actividades que se estiman de bajo riesgo y que esperemos un tiempo prudencial a conocer la evolución de la pandemia para ir avanzando hacia la normalidad.

¿Existe plazos específicos para permitir más procedimientos?

El Gobierno ha publicado un “Plan de transición” hacía la normalidad con 3 fases operativas (además de la fase 0 organizativa). El paso de una fase a otra será determinado por el Ministerio de Sanidad y se contempla que no será uniforme para todo el territorio nacional, sino que se tendrá en cuenta la situación epidémica de cada provincia, pudiéndose ser más rápida la desescalada en un sitio que en otro. Esos plazos dependen exclusivamente del Gobierno y lógicamente, desde el Consejo General de Dentistas de España, estaremos muy pendientes para ir readaptando nuestras recomendaciones a los dentistas.

¿Qué responsabilidad civil podría acarrear?

En España, para poder ejercer la odontología es obligatorio que todo profesional, entre otros requisitos, tenga contraído un seguro de responsabilidad civil. En este sentido, el profesional que cumpla con la normativa, que sea prudente y se respalde en recomendaciones técnicas avaladas por la evidencia científica, no tiene por qué temer incurrir en ninguna responsabilidad. Obviamente, no se le puede exigir a ningún dentista, como tampoco a ningún supermercado por poner un ejemplo, que garanticen un riesgo cero en una situación de pandemia. Lo que sí se debe exigir es que cumpla con la normativa, que recurra a los EPIs estipulados y que controle que tanto él como su personal reúne las características sanitarias para poder reemprender la actividad.

Recursos

Ver más artículos sobre control de infecciones.

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