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“Sonreír es ser feliz”

El Dr. Adolfo Rodríguez con el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, en el palacio presidencial.
Javier de Pisón

Javier de Pisón

sáb. 23 junio 2018

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Una conversación con el Dr. Adolfo Rodríguez Núñez, Director de Odontología de República Dominicana. El Dr. Rodríguez es Director de Odontología del Servicio Nacional de Salud de República Dominicana, está cargo de la la salud oral de la nación, donde ha conseguido que se atienda gratuitamente a la población en los hospitales públicos. Ha sido presidente de la Asociación Odontológica Dominicana y de la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA), institución donde promovió durante años políticas de salud en beneficio de la población y de la profesión. Especialista en Periodoncia, Administración en Salud y Auditoría en Salud. Página web: sns.gob.do. Esta entrevista es parte de la serie de artículos "Maestros de la Odontología" de Dental Tribune, la cual ofrece una semblanza de los profesionales más sobresalientes en su especialidad o institución.

¿Cómo fue su infancia?

Nací en Santo Domingo, de padres oriundos del interior del país, en una familia humilde de padres trabajadores. Soy el mayor de tres hermanos, dos varones y una hembra. Mi padre trabajaba como empleado en tiendas de calzados, y mi madre como operaria de farmacia. Fui monaguillo y scout, donde me involucré con acciones de ayuda a diversos sectores de la sociedad.

¿Dónde cursó la secundaria?

Estudié primaria y secundaria en escuelas públicas de Santo Domingo. Estuve activo políticamente en los grupos estudiantiles de secundaria para beneficio del conglomerado que representaba.

¿En qué universidad estudió?

En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), primada de América. Fui miembro del coro universitario, lo que me permitió pagar la universidad con una beca que me dio también facilidades para almorzar y acudir a la biblioteca. Llegué a ser coordinador del coro y secretario general de los grupos culturales de la universidad. El coro me llevó a viajar por el mundo y conocer diversas culturas antes de graduarme como odontólogo.

¿Por qué eligió esta carrera?

Me sentí motivado por un compañero que me mostró que, además de los ingresos que podía generar, era una profesión independiente, o sea una profesión liberal, que me permitía hacer otras cosas conjuntamente con su ejercicio.

¿Cuál fue su primer trabajo?

En una tienda, donde vendía repuestos de vehículos de motor de una marca reconocida mundialmente.

¿Cómo se desarrolló profesionalmente?

Mis inicios, como los de todo profesional de escasos recursos, fueron muy difíciles. Mi padre, con gran esfuerzo, me instaló un consultorio en un espacio de la casa materna, donde pase varios años. Luego marché a España, donde trabajé por unos meses en la clínica de un amigo. Regresé a Santo Domingo, entendiendo que debía crecer en la tierra donde nací. Ingresé al sector público por la seguridad social para servir como supervisor de servicios odontológicos y, más adelante, al Ministerio de Salud, como odontólogo de las jornadas sociales, que en mi país se recuerdan como "operativos odontológicos". Eso me permitió ir conociendo el sistema y las nuevas normas de atención que se venían implementando en la reforma de salud.

¿Algún momento clave?

Mi elección como presidente de la Asociación Odontológica Dominicana cambió muchas cosas y me abrió las puertas a nivel nacional e internacional. Después de eso llegué a la máxima estatura en Latinoamérica, al ser elegido como presidente de la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA), dirigiendo 23 países, y, después, mi llegada a la Federación Dental Internacional (FDI), donde participé activamente en asambleas sobre salud oral a las que asistían más de 100 países.

Creo que haber ocupado las máximas posiciones de la odontología de mi país, de Latinoamérica y mi participación en las asambleas de FDI, me permite tener una macro visión de las nuevas ideas que amerita el mundo de hoy para su fortalecimiento en muchos órdenes.

¿Quiénes han sido su mayor influencia?

Mis padres, que me inculcaron la honestidad, el trabajo, la dedicación y la solidaridad. Políticamente, personas como el expresidente Juan Bosch, político de gran trayectoria. Un líder como Fidel Castro, el papa Francisco o el escritor Gabriel García Márquez, gente que de una u otra forma ha nutrido mi vida interior.

¿Cuál es su rutina diaria?

Levantarme a las cinco de la mañana para ejercitar el cuerpo, desayunar, prepararme, leer la prensa, escuchar programas de noticias y salir a laborar en el Servicio Nacional de Salud, que consiste en múltiples reuniones sobre salud, política y servicios. Y, en la noche, compartir una buena copa de vino con algún amigo o familiar.

¿Cuáles son sus valores como odontólogo?

Soy ético y dedicado a la odontología para exaltarla y contribuir a mantenerla en el lugar más alto para beneficio de las futuras generaciones.

¿Le gustan los retos?

Sin retos no hay vida, no hay éxitos, ni metas, ni resultados. Los retos no sólo son necesarios, sino imprescindibles

¿Qué aprecia en un colega?

La ética y el respeto por la profesión.

 ¿Qué es lo más importante en su práctica?

Mantener la boca sana de mis pacientes.

¿Qué tipo de tratamientos son sus preferidos?

Los tratamientos preventivos son la base de mi fortaleza profesional.

¿Qué es lo que más le gusta de esta profesión?

Todo. Es una profesión que devuelve la dignidad, el respeto humano.

¿Viaja mucho al extranjero? 

Con mi profesión he conocido el mundo, he tenido esa gran oportunidad.

¿Qué tipo de cursos imparte?

Ética de la profesión, Marketing, Administración en Odontología.

¿Continúa actualizándose?

La vida es una constante actualización. Hay que ver cada día como una nueva oportunidad de crecer y seguir adelante, actualizándote o actualizando.

¿Qué tipo de clínicas prefiere?

Me gustan las cosas bien arregladas, limpias, con elegancia, si reúne esos requisitos vamos de la mano.

¿Qué ven los pacientes en su clínica?

Un ser humano con necesidades, y la sensación de que están en buenas manos.

¿Es importante devolverle la sonrisa a un paciente?

Sí, devuelve la dignidad a las personas, las aleja de frustraciones y hasta de algún mal pensamiento. Sonreír es ser feliz, es vivir, es alimentar el alma.

¿Prefiere la odontología tradicional o la digital?

Prefiero la digital. Hay que actualizarse.

¿Le gusta trabajar en equipo?

Es la base del éxito, de mi trabajo diario y garantía de la eficiencia, la calidad y de obtener resultados positivos.

¿Cuál es el futuro de la odontología?

Incierto, tortuoso, difícil para las nuevas generaciones.

¿Se considera un profesional de éxito?

Me considero un profesional trabajador, que tiene metas y que siempre está dispuesto a darlo todo por el bienestar de mi país y del mundo, enfocado siempre en el ser humano.

¿Algún consejo para alguien que empieza?

Que cambie de carrera, porque no hay un norte político para lograr la estabilidad de la profesión.

¿Qué quisiera alcanzar?

Paz, tranquilidad y vivir eternamente.

¿Qué libro recomendaría?

"Over", de Ramón Marrero Aristy, porque enfoca la realidad desde el ámbito de la novela.

¿Cómo definiría su personalidad?

Me considero abierto, franco, sincero y fiel a la verdad. Por encima de todo, asumo mi responsabilidad y cumplo mis promesas.

¿Cuáles son sus hobbies?

Me gusta el béisbol, por tradición. Soy aficionado al buen vino y a la paz y la tranquilidad, lejos del bullicio y el congestionamiento urbano.   

¿Qué sitio especial recomendaría?

Las hermosas playas dominicanas, la zona histórica de Santo Domingo, donde está la primera catedral, la primera universidad y el primer hospital de América.

¿Qué tipo de arte le gusta?

El canto y la danza.

¿Tiene una receta para ser feliz?

La receta es tolerancia, paciencia, comprensión y pensar que todo en la vida tiene solución

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