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“El contacto humano hace mucha falta en la enseñanza”

La clínica del Dr. Mario Rodríguez Tizcareño en Ciudad de México se enfoca en ofrecer los tratamientos más predecibles a sus pacientes y en disfrutar del placer que le proporciona la práctica de la odontología. (Ilustración: Eduardo Sanín T.)

lun. 15 noviembre 2021

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El Dr. Mario Rodríguez Tizcareño es un referente de la implantología oral en América Latina. De carácter abierto y jovial, es un apasionado por el fútbol y por la odontología. Como futbolista, practica regularmente con el equipo de profesores de la Facultad de Odontología en la UNAM. A nivel académico, es el Coordinador del Programa de Alta Especialización en Implantología Oral, Quirúrgica y Protésica de la Universidad Nacional Autónoma de México, y uno de los mayores especialistas en implantología, razón por la que quisimos entrevistarlo.

Graduado en la Universidad Intercontinental de Ciudad de México, Rodríguez Tizcareño estudió Prostodoncia en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, se diplomó en Implantología Oral en la UNAM y actualmente es profesor titular y coordinador del Programa de Alta Especialización antes mencionado, además de profesor invitado de varios programas de Implantología Oral en América Latina y Europa.  El experto mantiene una práctica privada en Ciudad de México dedicada exclusivamente a Prostodoncia e Implantología

Los alumnos del postgrado que dirige lo aprecian no solo por su conocimiento de la implantología, sino por su dedicación a la formación y, sobre todo, por su forma sencilla y amigable de enseñar conceptos y prácticas clínicas complejas. Un contacto humano que Rodríguez Tizcareño reclama como necesario tras largos meses de distanciamiento obligado.

El Coordinador del Programa de Alta Especialización en Implantología Oral de la UNAM afirma que la enseñanza es más que únicamente impartir conocimiento, y debe enfocarse a inspirar al cambio y al continuo cuestionamiento, ya que el aprendizaje va mucho mas allá de solo absorber datos.

¿Cómo ha cambiado su práctica/institucional la pandemia de Covid-19?

De muchas maneras. Desde el punto de vista administrativo, se implementó un protocolo de recepción y canalización de pacientes por medio del tamizaje que se realiza con una aplicación específica desarrollada por la universidad tanto de alumnos, profesores y empleados como de los pacientes, con el objetivo de detectar riesgos de contagio y poder programar de una forma segura, teniendo en cuenta que es importante aumentar la eficacia reduciendo la frecuencia y los tiempos de atención a los pacientes.

Desde el punto de vista bioseguridad, el cambio se ha dado desde lo más básico como lo es el promover los espacios ventilados simplemente abriendo las ventanas de la clínica, además de la incorporación de una serie de equipos como medidores de CO2, la instalación de filtros EPA, y controlando el aforo dentro de la clínica. Por otro lado, se ha hecho mucho énfasis en el uso adecuado de los equipos de protección personal, tales como el uso correcto de cubrebocas, caretas de protección, batas impermeables y barreras de protección teniendo en cuenta el principio básico en el control de infecciones: que al paciente debe considerarse como un individuo potencialmente infeccioso.

Dentro de los pocos aspectos positivos de la pandemia uno es “la conciencia de la necesidad de implementar medidas de bioseguridad” más estrictas.

¿Cuáles son los aspectos positivos y negativos de este cambio?

Entre los aspectos positivos, el único que yo puedo distinguir es la conciencia que se ha adquirido de la necesidad de implementar medidas de bioseguridad. Entre los aspectos negativos, definitivamente el temor y la desinformación que se han generado a raíz de esta emergencia sanitaria.

¿Qué tipo de medidas de bioseguridad tiene ahora su clínica?

Extractores, filtros EPA, medidores de CO2, aunque todo esto debe estar complementado con una actualización continua de los odontólogos tratantes, asistentes dentales y personal administrativo para la implementación de los protocolos de atención y uso de los equipo  de protección personal e insumos de bioseguridad.

¿Están los pacientes conscientes de estas medidas?

Sí, porque previo al contacto con la clínica, a los pacientes nuevos, que han retomado tratamientos o simplemente que acuden a mantenimiento, se les hace llegar previamente una infografía de todas las medidas que se han implementado y la forma en que se deben manejar dentro de la clínica, con el objetivo de reducir los riesgos de contagio.

¿Cuáles son los efectos de la pandemia en la formación?

Este tema tiene muchos claroscuros. Desde el punto de vista teórico, definitivamente esta situación ha acelerado de manera exponencial el desarrollo e implementación de una serie de recursos digitales que han permitido la interacción con otras filosofías por medio de la participación de profesores de universidades tanto nacionales como extranjeras, en forma de clases, seminarios y discusiones, que se ha traducido en una forma extraordinaria de complementar los temarios teóricos para los estudiantes. Pero, por otro lado, desde el punto de vista práctico, definitivamente no hay nada que pueda sustituir la aplicación de los conocimientos obtenidos tanto en talleres prácticos como en pacientes.

¿Cree que las nuevas tecnologías pueden mejorar las prácticas sobre paciente?

Por supuesto que sí. Pero hay que tener muy en cuenta que nunca van a estar por encima del conocimiento ni de la destreza por parte del profesional, ya que estas nuevas tecnologías deben utilizarse como herramientas, más no como soluciones, y deben de estar encaminadas a complementar de una forma importante los tratamientos.

¿Cómo se informa ahora sobre avances clínicos?

Por medio de invitaciones a participar en eventos y en redes sociales, pero sobre todo  leyendo publicaciones periódicas de carácter científico.

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¿Con qué frecuencia ve charlas online?

Pues con bastante frecuencia, teniendo en cuenta que la mayoría de los eventos que se hacen en línea quedan grabados en las diferentes plataformas, un ejemplo de ello es la plataforma de Dental Tribune que es fantástica, por lo que no hay mejor forma desde el punto de vista profesional de aprovechar los tiempos muertos que viendo este tipo de eventos

¿Cree que han llegado a un punto de saturación?

Son útiles, pero la verdad es que ya se ha llegado a un punto de hartazgo, tanto para los que las impartimos así como también para los que las recibimos. El contacto humano en este tipo de eventos hace mucha falta.

¿Qué es lo más importante ahora para usted a nivel profesional?

Desde el punto de vista docente, estar satisfecho con mi trabajo y poder ofrecer las vías para que mis residentes puedan lograr una formación integral; desde el punto de vista de mi práctica privada, poder ofrecer los tratamientos más predecibles a los pacientes, disfrutando lo que hago en el día a día, con mi equipo de trabajo.

NOTA: El Dr. Mario Rodríguez Tizcareño es Profesor de Carrera y Coordinador del Programa de Alta Especialización en Implantología Oral en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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Javier Martínez de Pisón es Editor y Director de Dental Tribune Latinoamérica.

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